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Ocho horas de vuelo y aún quedaban dos horas más para llegar al lugar donde filmarían. Todos estaban agotados, había sido demasiado cansado pasar tanto tiempo en un avión. Nate había superado su nerviosismo, pero estaba bastante mareado, por su lado Gia no había dejado de lado las bromas y Alai continuaba riendo ante ello.

Habían viajado toda la noche por lo que el sol comenzaba a salir. Alai no podía creerlo era un lugar hermoso. Siempre había escuchado maravillas de París, pero se quedaba corto a lo que sus ojos estaban siendo testigos. No importaba el cansancio solo podía observar maravillada el lugar.

― Tus ojos brillan ― murmuraba Gia algo adormilada

― Es que mira, mira donde estamos es sorprendente. Hermoso.

No más que tú, pensó Gia. Lo era, pero ver aquel brillo en sus ojos era aún más placentero, la comprendía a la perfección estaban viviendo un sueño.

El hotel era hermoso, bastante amplio y estaban siendo recibidos amablemente por el personal del lugar. Alai se mantenía ensimismada observando la decoración y las pinturas que decoraban la recepción.

― ¿Con quién compartirá habitación Alai? ― preguntaba Jean asignando las llaves de las habitaciones

― Yo la cuido ― dijo rápidamente Gia.

― Perfecto ― le dio la llave y continuo con su trabajo.

― Hey ― se acercó Gia ― vamos debemos instalarnos y descansar un poco.

― Bien compañera de habitación.

― Suena bien, ahora vamos.

Las habitaciones eran amplias y tenían su propio baño y un pequeño balcón que daba directo hacia la parte de atrás del hotel. Donde contaban con una hermosa piscina, así como un jardín precioso lleno de flores.

― Iré a conocer el lugar ¿quieres venir?

― Hablas en serio eso es lo más espeluznante. Acabamos de viajar ocho horas.

― Si bueno, después podremos dormir y eso, pero me siento fascinada.

Podía notarlo, se veía realmente feliz y aunque estaba completamente agotada deseaba ir con ella.

― No quiero que te pierdas así que iré contigo

― Uy que amable ― sonreía tomando su abrigo.

― Gia Thompson a tus servicios.

― Mejor voy sola ― se reía saliendo del cuarto

― Hey espera ― sonrió mientras corría tras de ella.

El lugar era realmente enorme, pero parecía que no había demasiados huéspedes de hecho el equipo de la película ocupaba la mayor parte de habitaciones.

El hotel tenía un estilo particular, alfombras decoraban cada pasillo, así como cuadros increíblemente realistas y hermosos, lámparas antiguas adornaban los salones y el color café predominaba.

Las escaleras eran talladas en madera y daban acceso solo al salón principal, el elevador era antiguo pero muy bien conservado.

― Estoy enamorada del lugar.

― Lo veo en tus ojos. ¿puedo preguntar de donde viene tu nombre?

― Alai significa alegría. Mamá dice que eso fue lo que sintió al enterarse que estaba embarazada así que me puso ese nombre.

― Es realmente lindo, si tengo una hija se lo pondré

― No bromees ― sonreía ― vamos ¿has pensado tener hijos?

Jardín de MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora