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Una semana había pasado desde el regreso a los Ángeles y Gia no se había comunicado con ella, Alai trataba de entenderlo, quizás había tenido muchas por resolver al volver, quizás quería pasar tiempo en familia, sea lo que sea debía ser importante ¿verdad?

No podía simplemente desaparecer, afortunadamente ese día todos se volverían a reunir para la sesión de fotos que realizarían para una importante revista, aquella sería la primera de muchas según Jean.

― Has estado demasiado callada esta semana ― decía Nancy mientras almorzaban juntas.

― Bueno el cambio de horario, todo me tiene un poco cansada.

― Entiendo, como cambian las cosas hace unos meses te cite en una cafetería terrible para decirte que había una pequeña oportunidad y ahora míranos cenando pasta y en un buen restaurante

― Si el mundo da vueltas ― comento sin mucho ánimo.

Casi no había escuchado lo que decía Nancy, tan solo observaba su teléfono esperando que algún mensaje llegara, pero nada Gia había subido una foto a su Instagram dos días atrás, pero eso era todo, después de aquella charla en el aeropuerto las cosas habían quedado inconclusas, Gia se merecía más, mucho más, pero también necesitaba tenerla a su lado, era una egoísta lo sabía y eso la estaba carcomiendo por dentro.

Volvió a su apartamento y se recostó, quizás si leía un poco su mente se despejaría, quizás. Las horas pasaban y quiso pedir algo de comida, sin embargo, prefirió ir hasta el supermercado a comprar algunas cosas, el quedarse encerrada no estaba ayudando así que mejor conseguiría distraerse comprando comida, eso le gustaba, pero su mente seguía viajando hacia el último momento en el que había visto a Gia.

...

Gia observaba a Sophie sonreír mientras disfrutaba de su helado, habían salido a caminar por el parque cerca de su casa y le agradaba tener un tiempo a solas con su hermanita.

― ¿Entonces Francia es bonita?

― Muy hermosa, algún día iremos enana, pero hacía frío algunos días.

― Puedo soportar el frío Gi, además mamá me regalo una bufanda.

― Eso es genial nena, ¿todo estuvo bien por acá mientras no estaba?

― Si, mami invitó al tío Joseph a cenar, fuimos de compras ...

Y hablo sin parar, realmente Sofí era realmente buena hablando, le encantaba charlar y contarles a todos lo que había hecho en el día algo que Gia adoraba, se parecía demasiado en ese aspecto eran habladoras por naturaleza.

Al llegar a los Ángeles decidió apagar su celular e ir a casa, realmente extrañaba a su familia y quería un tiempo lejos de todo. En especial de Alai, habían compartido dos meses estupendos, pero quizás aquella necesidad de tenerla cerca era producto de aquello, de pasar demasiado tiempo a su lado así que quizás, solo quizás mantener la distancia sería buena idea.

Se habían despedido en el aeropuerto sin ninguna promesa, le había costado tanto dejar de abrazarla y aquello había sido aterrador, con el paso de los días ansiaba cada vez más saber de ella, pero por lo pronto quería enfocarse en su familia.

― Gi ayúdame a subir ― pedía Sophie mientras Gia tomaba su mano y la ayudaba a llegar hasta la banca.

Había varios niños jugando allí, además Sophie parecía disfrutarlo, reía y animaba a Gia a llevarla a los juegos. Pasaron toda la tarde divirtiéndose y entrada la noche volvieron a casa donde su madre ya tenía lista la cena

― A lavarse las manos ― le decía a Sophie quien rápidamente desapareció por el pasillo ― está muy feliz, gracias por llevarla

― Adoro pasar tiempo con ella ― le brindo una pequeña sonrisa.

Jardín de MargaritasWhere stories live. Discover now