❝Agents and Spies❞│Sʜᴀᴅᴏɴɪᴄ ᴠs Sᴏɴᴀᴍʏ│AU

>°4°< "Conocerte es un reto"

Había pasado un mes luego de todo lo sucedido, la pelirosa trabajaba con el cían con gran dinamismo y armonía, ambos se volvieron grandes colegas en tan poco tiempo y aunque el jefe total aún dudará de tener al chico en sus instalaciones, hasta cierto punto comprendió su caso y dejo de mal pensar todo su pasado.

Por otra parte, el azabache seguía siendo un caparazón duro de romper, entablaba una corta conversación con el oji-esmeralda si mucho, éste conocía muy pocas cosas del susodicho y todo se lo debía a su hermana, no hubiera sabido nada por parte del bicolor.

Las cosas para todos no habían cambiado, y posiblemente no cambiarían, el ciclo es el mismo y no pararían tan fácilmente.
O bueno, ese era su enigma.

—56...57...58...59... ¡60! —decía el cobalto emocionado dejando de hacer las largatijas y volvía a ponerse de pie.

—¿Has terminado tu calentamiento? —preguntó el ónix mientras entraba a la cámara.

—¡Ah hola, Shadow! Claro lo acabo de terminar —extendió su mano en forma de saludo.

—Entonces estarás preparado para la prueba, anda sígueme —cruzó los brazos y salio con el azulado detrás suyo.

—¿Prueba? ¿A qué te refieres? No me habían dicho nada... ¿Es una competencia o una misión o algo así?

—Jaja —río sonoramente— Claro debí habértelo explicado mejor desde un principio...bueno verás, cuando los novatos cumplen el mes de estar aquí; son sometidos a pruebas de resistencia, agilidad, velocidad y cosas así, eso es para tener en cuenta sus fortalezas y límites, en especial para crear un traje y arma adecuado para cuando sean reclutados para las misiones que se le asignen.

—¡¿Entonces tendré mi propia arma y traje!? —Gritó con un brillo especial en los ojos.

—Sólo si demuestras que vales la pena —se encogió de hombros, abrió una puerta de acero inoxidable y dejo mostrar el exterior de la sala—. Aquí sera...

—Wow...yo-

—Seré tu evaluador, recuerda que todo esta valorado en un 100%, te deseo suerte la necesitarás.

—Hey espera que se supone que- ¡¡Ahhhh!! —recibió el empujón proveniente del otro, cayendo en un pasillo lleno de trampas, obstáculos y uno que otro contrincante.

—¡Te dije que necesitarías suerte! —mencionó desde arriba, sacando un bolígrafo para apuntar su avance.

—Genial... —se levantó con recelo— bueno ya que, es hora de trabajar.

*☆*――*☆*――*☆*――*☆*――*☆*

—Impresionante...tus promedios son demasiado altos para ser un simple novato...eres una joya valiosa ¿he? —sonreía satisfecho mientras veía con gracia al menor tumbado en el suelo.

—Ah...ah...p..puedo...des..des...descansar... —respiraba agitado y su voz ahogada, el cansancio le estaba ganando.

—Una última prueba y podrás dormir todo lo que quieras —presionó un botón a su derecha el cual dejo una arena de combate.

—¿Q..Qué? ¿M..más? —sus ojos se dilataron al ver aquel robot gigante que sobresalió de la elevación.

—Tenemos frecuentes ataques provenientes por rivalidades, sus mayores contrincantes son tipos cómo estos, claro que nosotros sólo usamos prototipos similares a los reales.

—D..debo pe...pelear...

—En efecto, el mismo robot detectará cuando tu cuerpo no resista más y acabará con todo, suerte.

—Gracias...supongo... —de un hábil salto cayó en la arena, frente a frente de su contrincante.

—Prepárate... —presionó un interruptor el cual hizo activar al robot.

Sus luces y movimientos comenzaron a manifestarse, en un principio de la pelea el azulado era quién llevaba la ventaja, su velocidad y agilidad le ayudaban constantemente. Pero al cabo de varios minutos las fuerzas se le acababan como una ráfaga, sus golpes vacilaban mucho y esquivar los del otro era una tarea muy difícil.

En un parpadeo, la máquina logró apresarlo entre sus manos metálicas, haciéndolo soltar aire y estremeciendose por la fuerza en que estaba envuelto.
El bicolor presintió la derrota del azulino y volvió a presionar otro botón, está vez para apagarlo, pero en cambio, nada paso. Intentó hacerlo varias veces hasta que sintió un escalofrío recorrer su espalda, levantó la vista para ver al de tez durazno moribundo en las manos de la máquina.

—Agh... ¡Está bien me rindo! ¡Ya apaga está cosa que siento que me arrancará los huesos! —sus gritos comenzaban a ser de dolor, cuando abrió lentamente un ojo pudo ver los del robot, ya no eran verdes, sino más bien rojos brillantes—. ¡Sh-Shadow! ¡Si esto es una broma te juro que no es gracioso, ayúdame! —comenzó a sentir una extraña sensación, sangre resbalaba por sus labios y algunas lágrimas por el dolor, estaba siendo aplastado por aquellas hojas de latas, empezaba a gritar y llamar con desespero al otro, su cuerpo estaba en límite fijo.

—¡Agh! —su brazo estaba ligeramente cortado, pero para bien, había logrado romper los cables de energía del robot, dejándolo así inerte y soltando al contrario.

—Au...gra..gracias... —totalmente libre caía al suelo, estaba semiconsciente.

—¡Te tengo! —lo apresuró a sujetar de manera nupcial antes de tocar el piso, vio con culpa sus heridas y la sangre que desprendía de su cuerpo, esto no había pasado.

Nunca antes en los entrenamientos los robots habían hecho algo en contra de alguien, siempre tenían todo bajo control y listos para acabar cuando fuera necesario.
Ahora, ¿por qué había sido diferente?

[.  .  .  .]

—Debo darte las gracias por haberme salvado, sentía que esa tonta máquina casi me hacía añicos la vida —reía mientras tomaba otro sorbo de su bebida, se encontraban en la casa del mayor.

—¿Cómo puedes reír luego de lo que ha pasado? A pesar de que yo estoy bien, aún me siento consternado por lo que sucedió —levantó una ceja en señal de duda.

—No podemos quedarnos amargos junto al pasado, es mejor sonreír y seguir adelante, o al menos eso decía mi hermana —su sonrisa se volvió más débil, pero sin desaparecer.

—Entiendo... —bebió pacíficamente su refresco hasta terminarlo—. Cuando estés más recuperado te daré las armas que usarás, pero si te sirve de consuelo, has sido el único que ha podido pasar las pruebas con honores.

—¡¿Enserio!? —Gritó emocionado, pero se volvió una mueca de dolor por haberse movido exageradamente.

—Si...pero tranquilo, lo hagas esos esfuerzos tonto, aún no  estás bien —se levantó presuroso a ver al oji-esmeralda, revisandolo con precaución.

—Je...descuida estoy bien (Pareces tan frío y orgulloso, pero en verdad eres muy atento y gentil... ¿Por qué no lo demuestras más seguido? ¿Qué te lo impide?)

—(Detrás de esa sonrisa escondes algo...tu pasado también...tu familia tiene un secreto que hasta tu desconoces... ¿Qué ocultas Sonic? ¿Cuál es tu verdad?)