❝Agents and Spies❞│Sʜᴀᴅᴏɴɪᴄ ᴠs Sᴏɴᴀᴍʏ│AU

>°18°< "Amarte es mi prioridad"

《1 Mes después》

—¿P-para mi? —cuestiono aún sorprendido por el regalo.

—¿Quién más es un erizo azul, llamado Sonic, de bellos ojos esmeralda, ah, y mi novio sobretodo? —usaba un tono juguetón, mientras le ofrecía aquel ramo de flores.

—Gra-gracias, las pondré en agua para que no se marchiten —acepto el presente con un sonrojo y lo llevo a donde estaban algunos floreros, vertió agua en uno de ellos y ahí dejo las rosas.

—¿Cómo estuvo tu día? —pregunto con interés, sentándose en una silla libre mientras esperaba al cobalto.

—Muy bien, las cosas han ido sin ninguna novedad, además la compañía del señor Silver me cae de perlas...sinceramente...lo considero como parte de mi familia.

—¿Y a mi? ¿También me consideras parte? —se levanto y fue hacia el cían, apegandolo a él y dándole un beso corto en la mejilla.

—Jajajaja por supuesto que sí, Shad.

—¿Sabes? Tengo una sorpresa para ti hoy.

—¿Otra? Desde que salimos no dejas de darme sorpresas, señor romántico.

—Ah vamos, son detalles nada más —sonrió mientras tomaba las manos del menor, con un leve sonrojo—. Vemos a cenar esta noche.

—Cenar... —su semblante cayo repentinamente, recordó cuando por primera vez se le confeso a una mujer, y ésta lo rechazo.

—Si bueno...tu espérame en la cabaña del prado, sé que no te gustan los lugares caros y en donde hayan muchas personas...por eso planeo que esto sea entre tu y yo, ¿qué dices?

—No sabia que podías cocinar —comento aguantando la risa, le era raro oír algo así proviniendo del mejor agente.

—Tengo dones especiales —se defendió él—, entonces...

—Acepto, pero con una condición.

—Tu ponla blue~

—Déjame ayudarte.

—Pero...

—Vamos, quiero que esto sea entre ambos, ademas —jugueteo con el pelaje semi-expuesto del vetado—. No me perdonaría que murieras en un incendio por no saber los tiempos de cocción.

—¡Oye! No eres el único que sabe bien sobe el arte culinario —bufo ante la aclaración del cerúleo, cruzándose de brazos.

—Jajaja lo sé...pero enserio, quiero ayudarte, hagamos eso los dos juntos —entrelaza sus manos con las del otro.

—Bien, bien...tu ganas, terminaremos nuestro turno y luego nos vamos a la cabaña.

—Seguro, mientras no te quedes con trabajo extra —rodando los ojos.

—Prometo hacer un excepción por ti hoy.

—Jaja, tampoco quiero que te llamen la atención he.

—Mi padre entenderá, te lo aseguro —besa la mejilla del azulado.

—Ok ok, nos vemos en la noche —sonrojado.

—Seguro.

*☆*――*☆*――*☆*――*☆*――*☆*

—¿Decías, querido? —mantenía una sonrisa coqueta mientras le mandaba una mirada de triunfo a su pareja.

—Te debo una disculpa, no debí subestimarte; es solo que...se me hace raro que alguien como tu sepa de estas cosas, ya sabes...los estereotipos siempre dicen que las mujeres son las únicas que pueden elaborar una comida perfectamente...

—Pero tu igual cocinas muy bien...

—Sí, pero yo aprendí hacerlo a la fuerza...a veces con el trabajo de mi hermana mayor ella no podía dejarnos de comer, vivíamos alejados de los vecinos y nuestra comunicación era poca; Manic se la pasaba afuera, supuestamente buscando como apoyar en los gastos...yo tenia 7 años en ese entonces...cuando mi hermana murió..no me quedo de otra que valerme por mi mismo, apenas si me enteraba que hacia mi única familia...

—... ¿Nunca fueron llevados a un orfanato? —pregunto terminando de cenar, sin despegar la vista del cabizbajo.

—No... —baja las orejas— Manic tenia 14 años, pero parecía de 16, me dijo que debíamos irnos a otro lugar para olvidar la muerte de Sonia... Es así como llegamos a esta ciudad.

—Oye...no quiero incomodarte pero... ¿cómo fallecieron tus padres?

Se produjo un silencio sepulcral, mentalmente el azabache se regañaba por hacer una pregunta muy fuerte para el menor, pero percibió un ligero sollozo proveniente del oji-esmeralda, quien rápido se restregó los ojos con fuerza para no mostrarse débil, según él.

—Mi madre murió al tenerme...sufrió de preeclampsia y entonces...los doctores dijeron que fue un milagro el que yo haya nacido...lamentablemente...e-ella no contó con esa suerte... —muerde su labio inferior—. Mi padre era piloto de aviación...al menos su sueldo bastaba para mantenernos decentemente, o eso decía Sonia...Murió en un accidente...muchos dicen que los motores fueron saboteados y eso produjo la desgracia.....je...mi hermana apenas tenia siete años..y tuvo que responsabilizarse a escondidas de un bebe y un niño de cuatro años...

—Lo lamento...creo que...no debí haber preguntado...

—No, no hay problema...no tuve a casi nadie antes...eres el primero al que se lo cuento... —limpiándose las lagrimas.

—Quieres decir que me tienes más confianza —sonrió viendo al cobalto, quien asintió y elevo una copa de vino.

—Más de lo que crees... Brindo, por un nuevo comienzo contigo —choca la copa con la del contrario.

—Lo mismo digo —bebió un sorbo y se apoyo con una mano mirando fijamente al de tez durazno—. Creí que rechazarías el vino, no pensé que tomaras.

—No lo hago, pero tengo mis encantos.

—Ja, claro lo veo.

Así continuaron su velada, pacifica y serena; aunque sin notar la presencia ajena que los observaba detrás de los vidrios de la cabaña.