PALOMITO [LARRY STYLINSON]

Capítulo 6

— Oh, mierda. —Harry se aferró con su mano izquierda a la húmeda pared de la ducha mientras la derecha masturbaba frenéticamente su endurecido miembro. Haber tenido sueños húmedos con aquella pequeña criatura había sido lo más excitante y doloroso a la vez. El dueño de sus fantasías estaba a pocos metros, era cosa de meterse al cuarto y hacerlo suyo, pero no lo hizo, una vez más no lo hizo. Se metió a la ducha y se la jaló frenéticamente.

El nombre de Louis se propagó una y mil veces de sus labios al ritmo de su mano contra la dureza entre sus piernas, se imaginaba sobre él haciéndole de todo, quería penetrarlo y lamerlo, lamerlo por todos lados, ¡Maldición!. Inclinó la cabeza hacia atrás ante la imagen de Louis apretándole su carne con sus gruesos muslos.

— Lo-Louis. —Gritó cuando sus bolas violáceas se contrajeron dolorosamente y el semen se escurrió sobre su mano. —Joder. —Su mano se movía con descuido desde sus bolas hasta la corona de su miembro que eyaculaba sin control. Necesitaba follar, follar duro y sucio. Pero no con cualquiera puta, necesitaba a Louis. Precioso Louis.

Una vez que los chorros de semen terminaron de filtrarse, Harry limpió nuevamente su cuerpo y salió de la ducha un poco más aliviado, solo un poco ya que la imagen de Louis durmiendo a unos cuantos pasos lo volvió nuevamente duro. Intentando dejar los pensamientos sucios en el fondo de su cabeza, se vistió con ropa limpia y salió de la habitación sin despertar al bello durmiente que permanecía tranquilamente sobre el colchón. El reloj marcaban las 9 de la mañana, Louis merecía descansar un poco más.

Exactamente dieron las 10 de la mañana cuando Louis se presentó finalmente en la cocina completamente aseado, verlo ahí fue estar presenciando una escena pornográfica, su cabello humedecido, sus labios brillantes y sus pómulos rosáceos lo volvieron duro. La encimera gritaba que lo follara sobre ella.

— Hey, buen día. —Harry respiró hondo mientras dejaba el jugo de naranja sobre la encimera.

— Buen día. —Una despampanante sonrisa cubrió sus labios, al parecer había despertado de buen humor.

— ¿Cómo dormiste? —Recargó su ancha espalda contra el mesón.

— Muy bien. —Louis afirmó acercándose a él. —¿Y tú?

«De maravillas, ni te imaginas lo rico que fue soñar que te follaba contra la pared»

Harry se mordió la lengua.

— Bien, también. —Desconectó ágilmente sus ojos de Louis, si seguía mirando su belleza no dudaría en hacer realidad su sueño, la pared frente a él lo esperaba con los brazos abiertos. —Hice el desayuno.

Los ojos de Louis se achinaron, la sonrisa bañó sus facciones.

— Así veo. —Rodando la encimera, su aplomito se sentó frente a él. —Huele increíble.

— Espero te guste. —Le brindó un guiño que encendió sus pómulos prominentes. — ¿Has pensando qué vas hacer con tu departamento?. —Preguntó luego de un par de minutos en silencio. Louis negó con la cabeza.

— Espero que lo hayan solucionado, si no te juro que les cortaré la cabeza a todos.

Harry se rió.

— Te apoyo completamente.

Louis suspiró.

— ¿Y tú qué planes tienes? ¿Vas a ir al bar hoy?

— ¿Tu trabajas? —Preguntó de vuelta dejando a un lado el plato de comida para enfocar su completa atención sobre aquel rostro esplendido.