PALOMITO [LARRY STYLINSON]

Capítulo 13

El día jueves llegó con rapidez, Harry pasó la mayor parte de su día solo en casa atormentándose con sus pensamientos, no había podido hablar con Louis, las clases en la universidad lo habían mantenido demasiado ocupado.

— ¿Entonces te unes para el almuerzo del domingo? —La voz de Charles llenó la línea telefónica.

— Eso espero, si es que no me voy a la cárcel. —Murmuró entre dientes.

— ¿Qué? No te oí bien.

— Nada. —Resopló pasándose la mano por el cabello. —Espero poder ir con Louis, si es que no tiene nada que hacer.

— Perfecto, estamos hablando entonces.

— Sí, ahora me largo, tengo que ir a recogerlo. —Miró la hora en su reloj de muñequera antes tomar las llaves de su vehículo.

— Vale, envíale saludos, adiós. —Poniendo fin a la llamada, Harry abandonó la cocina, cruzó la sala de estar y saliendo del departamento caminó hasta el estacionamiento. Montándose en su vehículo lo echó a correr por las calles de la ciudad que comenzaban a tornarse oscuras ante la retirada del sol.

Aparcando el vehículo fuera de la universidad, Harry se bajó recargando su cuerpo contra la puerta del copiloto a la espera de la llegada de su niño. El reloj de oro de su muñequera marcaban las 6 en punto, los alumnos lentamente comenzaban a abandonar el edificio, más de una chica y chico lo observó con curiosidad, pero ninguno de ellos captó su atención, solo tenía ojos para el hombre que caminaba con su mochila al hombro y una sonrisa entre sus rosas y suaves labios.

— Hola, hermoso. —Con la sonrisa bañando su rostro, rodeó con su brazo la cintura de Louis, entechándolo contra su pecho.

— Hola. —Con un pequeño ronroneo de por medio, Louis enrolló los brazos sobre su cuello e inclinando la cabeza hacia arriba, cerró sus labios; ambas bocas igual de necesitadas.

En la tranquilidad del momento, se besaron y acariciaron lo que no habían podido hacer durante horas.

— Mmh. —Con un pequeño ronroneo satisfecho, Harry retrocedió acariciando las sonrojadas mejillas de Louis. — ¿Tienes hambre?

— Bastante.

Harry sonrió triunfante.

— Tengo reservación en un restaurant, te encantará.

— ¿De verdad? ¿Dónde es?

— Es una sorpresa. —Picoteó una última vez sus labios antes de apartarse y abrirle la puerta.

— Sorpréndeme entonces.

El camino al lugar fue tranquilo, Harry lo besó y acarició entre cada semáforo en rojo, necesitaba hacer de este tiempo el más extenso posible antes de faltar a su promesa. Estaba a tan solo unas pocas horas.

— Estamos aquí. —Enredando sus dedos con los pequeños y cálidos de su palomito, lo arrastró hacia las amplias puertas del extravagante restaurant.

— Vaya... —Soltando un pequeño jadeo, Louis observó las hermosas y refinadas decoraciones del lugar.

— Bonito, lo sé. —Orgulloso de su elección, Harry lo arrastró hacia el hombre que permanecía con una carpeta entre sus manos.

— Buenas tardes ¿Puedo ayudarlos?

— Tengo una reservación a nombre de Harry Styles.

El hombre asintió buscando su nombre entre sus papeles.