Capítulo 15

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¿Un cuerpo podía llegar a verse completamente muerto estando en vida?

Harry era el ejemplo gráfico del cuestionamiento, estaba físicamente vivo, pero por dentro estaba muerto, podrido, dañado. No lucía nada parecido al Harry que se recordaba, su piel se había vuelto pálida y helada, llevaba ojeras violáceas bajo los ojos y sus labios se habían vuelto secos y agrietados. Perdido su luz, su vida.

Un maldito mes había transcurrido desde que perdido a su palomito, un maldito mes desde que había visto por última vez a la luz de sus ojos; al hombre que lo sacó de la frialdad y lo llenó de calor. Había buscado a Louis por cielo, mar y tierra, miles de llamadas le había dejado y ninguna le contestó. De todas las personas que conocía, ninguna quiso darle información, para todos su palomito había desaparecido.

Cada día y noche lloró su perdida, el alcohol se volvió repentinamente su mejor amigo, pero nada de lo que ingirió logró apaciguar el dolor que lo colmaba. Solo necesitaba a su palomito, necesitaba a su niño para abrazarlo, besarlo y decirle que lo amaba. Necesitaba encontrarlo.

— Hemos confirmado que no está en Francia ni Australia. —La mierda del detective que había contratado su padre por compasión le informó tachando nuevamente el mapa de búsqueda.

— Carajo. —Aventando uno de los banquillos con violencia contra la pared, Harry lanzó un grito desgarrador. Ya no podía más, ya no tenía fuerzas, se estaba muriendo.

— Harry, por favor, intenta recordar, Louis no puede estar muy lejos, él tiene que haberte dicho en algún momento acerca de algún lugar donde le gustaría ir o donde su familia tiene propiedades. —Charles lo incentivó una vez más.

— No lo sé, por la mierda, no recuerdo. —Jalando su asqueroso cabello, dio vueltas a través de la sala.

— Vamos Harry, haz el esfuerzo y recuerda, tiene que haber algo, Louis no es un chico de estar solo en un país extraño, claramente está con alguien, un amigo o algo.

Harry negó cabreado.

— No, yo, no...

Se detuvo en seco ¿Un amigo?...

Los recuerdos reaparecieron en su memoria.

"Me gustaría conocer España"

"¿Te gusta el acento español entonces?"

"El latino en general, pero teniendo consideración que vivimos en Europa, España es lo más cercano, así que me gustaría visitarlo, tengo un amigo ahí"

¡MALDITA SEA! POR QUÉ MIERDA NO HABÍA RECORDADO ESE DÍA ANTES.

— ¡España! —Gritó enfrentándose a los dos hombres con los ojos desorbitados. —Louis tiene un amigo en España, dijo que en algún momento le encantaría visitarlo, tiene que estar ahí, estoy seguro.

— ¿Sabes el nombre o número del tipo?

— No.

— Vale, no importa, es una gran información la que recordaste, voy a investigar ahora mismo. —El detective tomó rápidamente sus papeles. —Te llamaré tan pronto tenga información. —Fue todo lo que dijo antes de abandonar el departamento.

— Lo vamos a encontrar hermano, tarde o temprano vamos a encontrar a Louis. —Charles le dio un apretón reconfortante en el hombro.

— Eso espero. —Musitó mirando el suelo, últimamente es todo lo que observaba.

***

Las manos de Harry temblaban mientras sostenía el celular entre sus manos y miraba una de las últimas imágenes que había capturado de Louis, una simple imagen que albergaba un hermoso recuerdo detrás, lo recordaba perfectamente; calles vacías, cielo tintado de negro y manos cálidas entrelazadas...

"Te quiero"

Louis le había dicho por primera vez mientras se encontraba sentado en la barandilla del puente, bajo un farol, con sus pequeños labios entre abierto y mejillas pálidas producto del frío de la noche; Lo recordaba todo muy bien...

Quería volver a ese momento, quería poder abrazarlo y cambiar aquél te quiero de su parte, por un te amo... pero no podía, ya no tenía a su palomito.

Quitando con brusquedad la lágrima caída en su rostro, Harry parpadeó ferozmente cuando la llamada que había estado esperando todo el día entró al celular.

— ¿Noticias? —Exigió.

— Lo encontramos.

El aire frío y pesado abandonó su boca, su cuerpo pareció desfallecer, sus piernas flagearon sobre el piso.

— Louis Tomlinson, está en Madrid viviendo con su amigo Alejandro en un departamento a no menos de dos horas de llegar a la ciudad, esta mañana utilizó su tarjeta de crédito en una tienda comestibles, es seguro que está ahí.

Harry se agarró la cabeza.

— Jodido infierno, por fin.

— Te voy a mandar la dirección exacta, tu padre arregló su avión para que vueles mañana a primera hora, un vehículo estará a tu disposición cuando llegues, buena suerte Harry.

— Vale... y gracias. —Dijo sin más antes de cortar la llamada y agarrarse la cabeza con ambas manos. Lo había encontrado, había dado con su niño, con su palomito y seguía sin sentirse aliviado, estaba enfermamente aterrado.

Sentándose en el piso de la habitación, Harry se llevó las piernas al pecho enterrando la cabeza entre ellas, por primera vez se sentía solo, vulnerable y sin saber qué hacer, anhelaba una palabra de apoyo, alguien que lo sostuviera y le digiera que todo iba a estar bien, pero no la tenía, estaba solo. Siempre solo.

Como lo llevaba haciendo durante todo un mes, Harry llevó su cuerpo frío a la cama y enterrándose bajo las frazadas, lloró en su triste y completa soledad. Esa noche nuevamente no durmió pensando en lo que pudiese suceder, necesitaba darlo todo por Louis, necesitaba jugársela y demostrarle lo que sentía por él, pero eso no aseguraba que el niño volviese a sus brazos, lo tenía más que claro y quizás nuevamente iba volver solo a casa. Siempre solo.    

PALOMITO [LARRY STYLINSON]Where stories live. Discover now