Harry Evans El Mago Gris [Terminada]

capítulo 22

Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.

Solo nos pertenecen los OC.

22: Gryffindor de Verdad.

Harry dejó de pensar en aquel sueño de la noche pasada, cuando vio que Neville había dejado que su caldero se fundiera y aquello hizo enfadar a Snape, además de que la varita del Gryffindor parecía hacer lo que ella quería y no lo que él ordenaba.

―10 puntos menos para Gryffindor ―dijo Snape, haciendo que Neville se entristeciera, aunque los Gryffindor culpaban a Neville por su mal desempeño, además de que Hermione recuperó esos 10 puntos.

Todos salieron de la clase y Harry tocó el hombro de Neville, pero el pelinegro no le hizo caso, sino que siguió su camino ―Germinio ―un segundo Harry apareció y fue a hablar con Snape, mientras que el original seguía al Longbottom quien se sentó junto a un lago dentro de los terrenos de Hogwarts, detrás del castillo, contemplando los cisnes ―Oye Neville.

―Ah, hola Harry ―dijo Neville con un tono apagado. Harry pensó que este chico y Hermione eran parecidos, pues ninguno de ellos odiaba a algún miembro de Slytherin, como si lo hacían por ejemplo Ron Wesley ―Disculpa, pero... no deseo hablar con nadie.

―Lamento lo que ocurrió en Pociones ―continuó hablando Harry― ¿Puedo verlo? ―el otro chico casi que le lanzó su caldero, pero no por odio, sino por frustración consigo mismo, Harry agitó su varita ―Reparo. ¿Sabes? Cuando fui a hablar con el señor Gregorovitch sobre mi varita, él y el señor Ollivander, me dijeron que la varita elige al mago, ¿y si tu varita no te eligió y por eso no puedes realizar hechizos?

―Mis padres están internados en San Mungo, no puedo comprar otra varita ―dijo Neville deprimido, mirando el lago.

―Déjame ayudarte con eso ―dijo Harry ―Eres amigo de Hermione y para mí eso es más que suficiente. No lo hago por lastima, lo hago porque no me parece bien que el tío Snape esté todo el día sobre ti. Eres bueno en otras materias como en Herbología y en Adivinación, ¿o no?

―Hermione es muy observadora ―dijo Neville.

― ¿Quién es tu tutor? ―preguntó Harry.

―Mi abuela ―contestó el otro ―Y sí, ella firmó mi permiso para ir al pueblo.

―Bien, tenemos 2 horas más ―dijo Harry mirando su reloj ―Vayamos a comer y vamos a Hogsmeade y desde allí, iremos al Callejón Diagon.

―Gracias ―dijo Neville, pues sabía que Harry Evans no solo era un chico con dinero, sino un héroe y al parecer alguien carismático y buena gente, lo primero que hizo Harry fue decirle a Neville que tratara de verter tanta magia como pudiera en su varita, la cual tomó un color más oscuro, la guardó, tomó su escoba y siguió a Harry hacía Hogsmeade, donde reconocieron al Slytherin y un hombre le permitió usar su Armario Evanescente para ir al Callejón Diagon, fueron a Gringotts, Harry sacó algo de dinero y luego fueron a la tienda de Ollivander, donde por cada varita que no le funcionaba a Neville, solo lo hacía sentirse miserable, pero Harry no le permitió hundirse y le ordenó seguir buscando la varita, pasó casi media hora, hasta que una lo eligió.

―El pelo de unicornio produce una magia más consistente y está sujeto a un menor nivel de fluctuaciones y bloqueos. Son las más difíciles de utilizar para las Artes Oscuras. Son las más fieles de todas las varitas, y normalmente permanecen unidas a su primer dueño, con una relación difícil de romper, independientemente de si es una bruja o un mago consumado ―describió Ollivander, mientras que recibía el dinero de Harry ―Recuerda esto Neville: quítate de la cabeza cualquier idea de que las flores rosas son meramente ornamentales. La madera del cerezo produce a menudo varitas que poseen un poder realmente letal, independientemente del centro que lleven.