tres; namjoon

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"Entonces, apenas asimilé que estaba en problemas"

Jungkook detestaba trabajar y sí el destino se lo concediera, se casaría con un hombre mayor y millonario, dispuesto a mantenerlo lo que le resta de vida.

Lástima que todos esos hombres ya estaban casados o tenían amantes plásticas mucho más lindas que él, además de ser heteros, demonios, esa opción fue desacartada desde hace tiempo.

Era un completo martirio levantarse a las seis de la mañana, desayunar treinta minutos después y llegar al trabajo tarde, justo como lo hacía en estos momentos.

Agitado, entró a su oficina, alisando su traje o algo parecido a ello. No se le dio el tiempo suficiente para saludar a sus compañeros de piso o al amable guardia que negaba divertido cuando veía tropezar a Jungkook por no tener el control de sus largas piernas y caer de bruces. La semana pasada derramó accidentalmente café en el piso.

-¿Cuando será el día que llegues temprano al trabajo? -NamJoon saluda, entrando a la oficina.

NamJoon es la definición de amabilidad y Jungkook lo ama demasiado en secreto. Además de ser su jefe (Jungkook agradece aquello, joder, que suerte la suya) NamJoon podría ser su hermano mayor, Jungkook confiaba ciegamente en el hombre de sonrisa brillante y mirada de cachorro.

-Cuando aumentes mi sueldo, tal vez -responde divertido, la presencia de NamJoon le alegra el día, el buen humor es contagioso.

-¿Eso es un "Nunca llegaré temprano"?

-Eres un tonto.

Jungkook continúa acomodando sus pertenecias en el escritorio mientras NamJoon se pasea por todo el lugar.

NamJoon está en sus gloriosos treinta años y el tiempo lo hace más atractivo. Elegante y sexy, las secretarias del primer piso babean por él, todos lo hacen, ¿por qué es tan perfecto? Un completo dios de pies a cabeza, toma el té por las tardes y alza el dedo meñique, ¿quién hace eso en pleno siglo veintiuno? NamJoon, el chico de buenos modales y mejor amigo de Jungkook, por supuesto.

Jungkook ha considerado la brillante opción de que NamJoon sea el padrino del pequeño o pequeña que lo ha hecho vomitar las últimas dos semanas.

-Oye, NamJoon -el mencionado lo mira -deberías ser el padrino de mi florecita, ¿qué opinas? Eres rico y podrías pagarle la universidad -propone Jungkook. En su mente descarta la conveniencia y suena mucho mejor, hasta divertido diría él.

-No lo sé, Jungkook, ¿y sí se confunde y me dice papá?

Jungkook rueda los ojos.

-Ya tiene un papá y soy yo.

-¿Y Taehyung?

Taehyung. Jungkook a veces olvida que necesitó de un tercero para embarazarse.

-Taehyung podría ser su hermano mayor, por favor, el chico es inexperto. Además, él solo se encargó de plantar la semilla, yo la haré crecer.

En realidad la complexión de Taehyung y su vestimenta lo hacían lucir como un adolescente en pleno desarrollo. Vans de calza mediana, playeras negras, blancas, azules, ¿Taehyung colecciona colores? Quizás y skinny sueltos. A veces los revoltosos cabellos azabaches son cubiertos por boinas.

-Eso no pensaste cuando decidieron tener sexo.

-¡Estaba ebrio! Hasta hubiera tenido sexo contigo si hubieras estado en aquella fea habitación, pero no, era Taehyung, un niño de diecisiete años, ¿por qué dejan entrar a la fiesta a menores de edad? -explica.

-Es dos mil diecinueve, Jungkook. Jimin nos conseguía identificaciones falsas cuando éramos adolescentes ¿lo recuerdas?

Retrocede diez años atrás. Jungkook, NamJoon y Jimin eran muy buenos amigos y buscaban nuevas aventuras, creían que la adrenalina estaba por comenzar y jamás se equivocaron. Jimin, como el buen amigo concentidor que robó sus corazones y una tienda departamental, consiguió identidades falsas y así lograron entrar a centros nocturnos; centros donde toqueteaban las nalgas de Jungkook e incluso perdió su virginidad una inolvidable noche de verano.

Una vez más, NamJoon lo quería matar.

-No es lo mismo -sus labios forman un puchero.

-Por supuesto que no, ¿qué mocoso embaraza a un adulto, eh?

¿Taehyung? Cierra su boca de inmediato, no estaba para respuestas sarcásticas, debe aprender a madurar un poco, (no tanto porque al pobre embarazado le explota el cerebro) y pensar antes de actuar; pensar sin alcohol en su cuerpo, y claro, NamJoon protegiendo su espalda. No más embarazos. Qué cruel sonó aquello.

-Ya, déjalo ir, tus preguntas me dan hambre.

NamJoon le lanza una sonrisa comprensiva. Se coloca al lado de Jungkook y le comienza a acariciar su cabello.

-Solo quiero lo mejor para ti, ¿Si? Te amo y no quiero dejarte solo en esto -admite en voz bajita, casi susurrando. Jungkook se levanta rápidamente de su asiento y abraza a NamJoon.

Él y su florecita también lo aman, tanto que terminaron vomitando sobre el costoso traje de NamJoon.



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