doce; es hora

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Jungkook suspiró cuando sintió un dolor en la parte superior de su estómago. Eso ocurrió a la una de la madrugada del veinte de abril.

Dos horas más tarde, su entrepierna estaba mojada por el líquido que salía entre ellas.

Y finalmente, a las cinco con tres minutos Jungkook gritaba, pataleaba y jalaba los cabellos de Taehyung cuando era ingresado a urgencias en una camilla.

Por supuesto que el chico tenía que estar presente en el nacimiento de sus retoños. A Taeyeon se le avisó con anticipo que sus nietos vendrían en cualquier momento, así que intercambió número telefónico con Jungkook, preguntándole constantemente sobre la estabilidad general de los tres.

Jungkook recuerda haber texteado con Taehyung, advirtiéndole la incomodidad de su cuerpo en esos momentos.

Jungkook 🤠

Me dueleeeee.

Taehyung 👶🏻

K

Jungkook 🤠

Taehyung, me duelen los bebéssss.

Taehyung 👶🏻

Como te van a doler los bebés?

Jungkook 🤠

Creo q ya vienen auxilio

Taehyung 👶🏻

A donde vienen ?

Jungkook 🤠

Aquí

Taehyung 👶🏻

Contigo?

Jungkook 🤠

No, con tu puto padre

Taehyung 👶🏻

No seas grosero

Jungkook 🤠

Pendejo

Taehyung 👶🏻

Si?

Jungkook 🤠

Creo q ya van a nacer los bebés, tus hijos, ya voy a dar a luz

Taehyung 👶🏻

Ay, Jeon, hubieras empezado por ahí 🙄

Taehyung 👶🏻

No mames

Y Jungkook le preguntó a su madre lo que sucedía mientras daba a Luz. Ella respondió que solo deslumbraba a su padre en sus pensamiento, queriéndole arrancar cada parte de su ser por hacerle eso.

Y a Jungkook le sucedió lo mismo.

Visualizó un bisturí al lado suyo y no dudó en agarrarlo y aventárselo en la cara a Taehyung. Lamentablemente su puntería falló y el filo del artefacto médico se clavó en la pared.

Una enfermera presenció todo y salió asustada de la habitación.

—Es normal en él, señora —dijo Taehyung, borrando rastros de la gota que resbaló por toda su frente. Él también estaba asustado, y tener a Jungkook en un estado pasivo-agresivo sólo le ocasionaba querer cerrar aquella bocota que gritaba a todo pulmón que odiaba a Kim Taehyung.

Buscó en la habitación algo que lograse callar algunos segundos a Jungkook y lo encontró.

Agarró una bolsa que contenía algodones y la metió a la boca de Jungkook. El hombre mayor dejó de emitir sonido y frunció su ceño más molesto al ver el objeto de plástico que obstruía su voz.

Segundos más tarde lo escupió y miró indignado a Taehyung.

—¡¿Qué carajos sucede contigo?! —preguntó exaltado. Y al parecer el dolor había sido disipado por la idiotez del chico.

Genial.

—Estabas gritando mucho y ya comenzabas a molestarme —esa fue la débil y patética excusa de Taehyung. Pobrecito.

Ahora si, Jungkook agarró la bolsa y la aventó tan fuerte al rostro del menor que hizo tambalearse.

—¿Y tú sabes por qué carajos grito? Literalmente dos bebés quieren salir de aquí —señaló su enorme estómago— y me duele hasta el culo, idiota.

Taehyung intentó disculparse pero Jungkook continuó exaltándose e insultándolo en un idioma que jamás había escuchado en su vida.

—¿Si tus hijos lloran también les pondrás una bolsa en la boca para que dejen de hacerlo?

—No...

Le fue incapaz terminar la frase porque el doctor entró a la habitación y le sonrió a Jungkook.

—Ya es hora, señor Jeon —avisó colocando sus guantes.

Detrás de él venían más personal del hospital. Una enferma le preguntó a Taehyung si traía alguna cámara o teléfono celular para grabar durante el parto, Taehyung asintió y sacó su teléfono y con las manos temblorosas inició la grabación.



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