cinco; monstruos

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Sabía que aquello era mala idea. Él nunca debió de haber venido con Jimin, es un pésimo doctor y sus fichas son totalmente falsas.

Ilegalmente, Jimin le estaba haciendo su chequeo a Jungkook, como cada vez desde que se enteró que estaba esperando a su primogénito. Fue incómodo al principio, Jimin jamás imaginó que Jungkook tendría sexo con un adolescente de diecisiete años. Lo apodó "Jungkook el violador de niños". El ambiente actualmente era agradable y molesto.

—Tienes suerte de haber venido hacia mí, Jungkookie —dice Jimin, colocándose la bata. —En los hospitales las enfermeras son muy entrometidas.

Jungkook había llegado al consultorio personal de Jimin hace veinte minutos.

—¿Por qué lo dices? —cuestiona Jungkook acostado en la camilla. Levanta las telas de su camisa hasta su pecho, dejando a la vista su abultado y redondo vientre de cinco meses. Lo observa algunos segundos y sonríe alegremente.

—Por muchas cosas. Ellas quieren saber todo sobre ti, las de recepción me dan miedo —finge escalofríos y continúa, —YeRin insistía saber más sobre mí y la entiendo, pero anestesiarme sin mi consentimiento para toquetearme está mal, muy mal.

Jungkook suelta una carcajada. Jimin siempre tendría una anécdota gracioso o bochornosa que contarle en cada encuentro que ellos tuvieran.

—Ella no necesitaba anestesia —y Jimin lo entiende enseguida. Jungkook lo ve fruncir el ceño molesto pero guarda silencio los siguientes minutos.

Jimin vierte el gel transparente sobre su vientre, haciéndolo sobresaltar al principio, se relaja cuando su piel se acostumbra al contacto frío contra esta. El transductor se pasea en círculos por el abultado vientre.

—Oh vaya, qué curioso —habla Jimin, deteniendo abruptamente los movimientos del pequeño aparato.

No son buenas noticias y Jungkook lo miro ahora asustado, reteniendo sus lágrimas que anteriormente pensaba soltar.

—¿Q-Qué sucede? —traga saliva.

—Tu hijo es una Hidra.

—¿Una Hidra? ¿eso significa que es una niña?

—No, en realidad tiene dos cabezas.

¿Dos cabezas? Su hijo tendrá dos cabezas y será un especie de Dios mitológico.

—Espera, creo que son siameses.

Aquello no lo tranquiliza en lo absoluto.

—¡No me jodas, Park! —exclama hiperventilando.

Su dieta, sí, la siguió adecuadamente, no tendrían que nacer sus hijos pegados él uno con él otro. Tampoco tenía descendencia y había un 50% de probalidad que nacieran vivos. Oh no.

—Espera, Jungkook, ya vi bien. Ellos están abrazados, son gemelos. Qué bonito.

Y Jungkook le lanzó el transductor a Jimin, acertando justamente en la cabeza de éste.



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