nueve; charlas a media noche

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Cuando la desconocida chica salió disparada de la puerta de su departamento, Jungkook observó aun más confundido a Taehyung.

—¿Quién era esa? —cuestionó con su ceño fruncido y ofuscado. Asomó por completo su cuerpo, buscando respuestas pero la forastera desapareció por completo.

Taehyung encogió sus hombros desinteresado. De igual manera su noche fue interrumpida porque el par de pequeños estaban molestando a su otro padre con extraños antojos a mitad de la noche. JungTae y Tayeong serían... un dolor de culo, estaba casi seguro.

Jungkook entró nuevamente a su estancia y Taehyung lo siguió. Se sentó en el sofá pequeño, con las bolsas del supermercado en sus piernas y le sonrió al padre de sus hijos.

—Espero que hayas traído todo lo que te pedí, Kim —advirtió juguetón.

—No podría fallarle a mis hijos.

La caja torácica no parecía lo suficientemente grande para los fuertes latidos que amenazaban el agrandamiento de sus latidos. Taehyung era un lindo niño a fin de cuentas. Jamás les falló a los bebés en camino e incluso a él, que, con leves favores y tardanzas, Taehyung cumplió cada uno de ellos.

Jungkook le arrebató una de las bolsas a Taehyung, y para su buena suerte en ella se encontraban los kiwis y el chocolate. Abrió la envoltura del dulce oscuro y lo colocó encima de la fruta, devorándolos de un solo mordisco.

—Y entonces... —Taehyung habló.

Jungkook le miró con las mejillas infladas. —¿Entonces qué?

Oh, no lo culpen. Él come incluso siete veces al día. Después de que las náuseas cesaron, Jungkook rompió sus viejas y absurdas dietas. Al carajo los suplementos y el gimnasio, ahora el mayor practicaba yoga y se sentía un poco más conforme con su cuerpo.

—No sé, Jungkook, cuéntame sobre ti.

Jungkook divagó unos segundos.

—¿Qué quisieras que te contara?

—¡Todo! —el menor carraspeo, porque su respuesta fue ansiosa —digo, solo sé tu nombre.

Jungkook sonrió. Hacia tiempo que no tenía una charla con alguien cercano-Taehyung lo es, por supuesto, es el padre de sus criaturas-. Jimin estaba en otro lado, firmando contratos y expandiendo el negocio y solo conversaban por mensajes de texto. Jimin era un hombre ocupado. NamJoon continuaba en Irlanda, al parecer viajó junto con su nueva pareja. Jungkook literalmente se desmayó con la noticia. Y su madre cuidaba a Junhong, así que no se le permitió visitarlo.

Pero tenía a Taehyung y el adolescente rozaba entre lo simpático y amable.

—Mi nombre es Jeon Jungkook ya lo sabes, nací el 1 de septiembre. Tengo veintisiete años, trabajo como editor de artículos junto a mi mejor amigo, Kim NamJoon. ¿Y tú?

Taehyung procesó la información. Jungkook y NamJoon eran muy unidos, eso le quedó bastante claro. El hombre lo amenazó hace meses atrás, diciéndole que le cortaría sus bolas si no se hacía responsable de los pequeños.

Que simpático hombre.

—El mío es Kim Taehyung, nací el 30 de diciembre, odio mi cumpleaños porque mis padres jamás me obsequian dos regalos. Tengo dieciocho años y estudiaré en la escuela de leyes.

—Excelente, un abogado —Dijo orgulloso. Sus hijos tendrían dos prospectos de padres exitosos.

Se hizo un silencio entre ambos, pero Jungkook decidió romperlo con más preguntas.

—¿Color favorito?

—Negro —respondió.

—Él mío también. ¿Has estado en una relación?

—No realmente. Digo, he besado a un gran número de personas pero jamás me interesó estar en una relación, es aburrido.

Jungkook alzó ambas cejas. —¿Entonces eres todo un Don Juan, eh?

—No realmente. Los chicos suelen enamorarse de mí instantáneamente, no yo de ellos y ¡No los culpo! Soy muy hermoso.

Jungkook rodó los ojos. El chico también tenía un ego bastante elevado, tanto como el suyo.

—Claro, ¿tienes mejores amigos? —Jungkook se levantó nuevamente de su lugar para agarrar otra bolsa y continuar comiendo.

—Mi mejor amigo se mudó a Ulsan, su nombre es Jung Hoseok.

—¿Por qué?

—Lo culparon de haber asaltado un supermercado y dispararle accidentalmente al cajero —bufó molesto. Taehyung creía firmemente en las palabras de su amigo. Si, admite que Hoseok era un ladrón y presentaba cargos penales desde hace años, pero ¿disparar? Las cámaras de seguridad estaban alteradas, Hoseok se lo confesó antes de dejar al ciudad.

—Vaya, "accidentalmente" —hizo irónicas comillas imaginarias —eso es muy injusto, Taehyung.

—¡Ves, tú también nos crees!

—Ajá.

Pero qué niño tan más estúpido, pensó Jungkook.

—En fin, ¿has tenido pareja? —Ahora fue el turno de Taehyung.

Jungkook se sonrojó. —¡No! Bueno si, tal vez o no lo sé. ¿Estar dos años con un hombre casado se le puede llamar relación?

—Oh, el chico bueno fue amante —Taehyung se burló una vez más y Jungkook le lanzó una fresa en la cara.

La charla continuó hasta las cinco de la mañana , pero se vio interrumpida por los gritos molestos de la señora Kim al teléfono. El menor se disculpó, preparándose para las reprendas de su madre y se dirigió a su hogar.

baby. Where stories live. Discover now