siete; mayor

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Jungkook dejó de sentir ese gran peso ilegal e irresponsable cuando Taehyung le había corregido aquella vez su edad. Al parecer el chico recién cumplió los dieciocho años, exactamente cuatro días después de navidad, hace algunos meses atrás. Ahora dejaría de recibir las recriminaciones de NamJoon y algunas burlas por parte de Jimin.

Hace tres semanas estaba cumpliendo los siete meses de gestación. Admite sentirse abrumado y cansando, dejó de asistir al trabajo, no obstante, realizaba algunos encargos desde su computador. La sola idea de estar postrado en una cama y encerrarse los próximos tres meses le ocasionaba severos dolores de cabeza. Jungkook se caracterizaba por ser un chico hiperactivo y activo, en el sentido de realizar distintas tareas, por supuesto.

Actualmente, -y lamentable para él-, veinte kilos tomaron posesión de su cuerpo. Pasó de la talla siete hasta, bueno, él no quiere recordarlo. Como era de esperarse, las estrías también aparecieron. Líneas rojas adornaban su piel nívea inferior, unas más grandes que otras.

Fue un horror para Jungkook verlas un sábado por la mañana cuando curiosamente se autoinspeccionó el cuerpo, estuvo en estado de alerta y llamó a Jimin al instante. Sonaría estúpido pero culpó a los bebés dentro de él, los imagino garabateando con sus dedos, dejándole las líneas que comenzarían a tornarse blancas si no colocaba la crema neutrogena antes de tiempo. Otro problema presentado en el extenso embarazo es la constante fatiga. Por las tardes, Jungkook suele tomar pequeñas siestas de una u dos horas, al levantarse, su estómago lo regresa hacia la cama y se queda en ese estado hasta que recobra la respiración.

En fin, está por entrar al octavo mes y ha llamado a Taehyung más de quince veces en el mes de febrero. La primera razón fueron sus antojos. Jungkook veía las fresas como el mayor manjar y el par de bebés estaban de acuerdo, pateándolo cuando el olor peculiar de la fruta se infiltraba a su nariz. Otro era que Jungkook necesitaba la ayuda humana para subir por las escaleras de emergencia cuando el jodido elevador está fuera de servicio, el lo llama "jodido" porque el servicio departamental ha resultado ser una estafa que tienta el humor de Jungkook. No obstante, el cuerpo de Taehyung no es muy grande y tampoco diminuto, el chico es un adolescente aún, los músculos apenas hacen su aparición, Jungkook está encantado con ello, quizá Taehyung pueda cargarlo más adelante.

Son tres problemas y el último y no menos importante sería el sexo. Oh. Su vida sexual era activa antes del embarazo, le gustaba entregarse a hombres mayores, que lo dominaran y le destrozaron el cuerpo por completo. Jungkook solía ser el pequeño bebé de ellos, financeándole decenas de caricias y dureza a la hora de hacer el amor. Sin embargo, todo se acabó. Y mierda, él se siente caliente, necesita ser tocado como los protagonistas del vídeo porno, junto a sus escandolosos gemidos.

Optó por ver porno, (sugerencia de Kim Taehyung y Park Jimin) y así bajar su mal humor, buscó una variedad de ellos hasta que encontró uno decente. Jungkook ríe porque en la pornografía no hay decencia.

Ni en él.

Transcurren minutos viendo el vídeo y no es hasta en una escena inesperada que Jungkook abre sus enormes fanales al observar acomodarse a uno de los chicos en el pecho del otro, con su trasero al aire. El chico de abajo levanta su rostro algunos centímetros y oh.

Santísima mierda.

El aliento se le corta en un instante y apaga su teléfono celular.

Bien podría pagarle a un prostituto para que le haga maravillas o esa mamada que soñó ayer. Jungkook se sonroja al pensarlo. Su frustración sexual le está cobrando lo que no debe. Pero el puto sueño se sintió tan real, aún ve al hombre de apariencia desconocida arrodillándose entre sus piernas, sintiendo algo húmedo y cálido tocar la punta de su polla, y Oh. Mirando hacia abajo con rapidez, pudo ver la esquina de la lengua rosa del desconocido saliendo de nuevo, tomando una lánguida lamida contra la cabeza de su polla de Jungkook. Sofocó los gemidos. De pronto el hombre le dio la vuelta por completo y el trasero de Jungkook quedó expuesto, levantado lo suficiente para que sus mejillas se separen y la hendidura comience a palpitar erraticamente.

Su sueño finaliza al primer contacto del músculo humedo contra su entrada.

Él quería finalizarlo.

Lamentablemente los días de Jungkook transcurren de esa manera, sin nadie que lo satisfaga, haciéndolo sentir triste, no quiere relaciones fugaces pero si ser llenado Y no cree poder conseguirlo, ya hasta se auto-nombró Padre Soltero.

Que se joda Taehyung.




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