Capítulo 4 "Una visita inesperada"

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El día jueves llegó con rapidez, Louis seguía sin responder la invitación de Andrew, no porque estuviera ignorándola, solo había tenido otras cosas en que pensar, o al menos eso quería creer.

Finalmente luego de más de dos horas haciéndole aseo a su casa, Louis se detuvo a mirar el alrededor, ahora sí podía decir que el lugar se veía decente y limpio, en las últimas semanas se le había hecho imposible hacer el aseo, así que ahora con una sonrisa orgullosa, tomó los utensilios de limpieza y se los llevó al baño. Su casa no era extremadamente grande, pero lo suficientemente acogedora para él.

Quince minutos más tarde, ya bañado y arreglado, Louis entró a su vehículo y lo echó a correr por las calles, sabía que llevaba más de tres horas de retraso en abrir la tienda, pero esta vez no le importó, la limpieza en su hogar lo valía.

— Louis, por fin llegas. —Una de sus tantas clientas fue la primera en saludarlo. — Pensé que no abrirías hoy.

— Lo siento por la espera, tenía cosas que hacer. —Se disculpó abriendo la tienda.

— No hay problema, no fue tanto tampoco. —La mujer se encogió de hombros entrando a la florería.

— ¿Y bien? ¿Viene por alguna flor en especial hoy? —Preguntó dejando sus pertenencias detrás del mostrador.

— Nop, pero me encantaría que me recomendaras alguna. —La mujer le sonrió con ternura.

— Bueno, entonces le recomiendo las Alstroemerias. —Dijo caminando hacia la bella flor. —Significan felicidad y amistad, es una buena planta.

— Me gusta. —Aseguró la mujer. —La llevo.

— Perfecto. —Con una sonrisa, Louis caminó hacia el mostrador y envolvió la planta.

— Cariño, necesito hacerte una consulta. —Le dijo la mujer entregándole el dinero.

— Claro, dígame.

— Veras, mi sobrina va a ser una recepción antes de su boda, lo realizará en un salón de eventos, y bueno, quiere muchas flores y esas cosas, por eso quería saber si tú preparas decoraciones con tus flores, ha visto algunas fotos de todo lo que tienes aquí y está muy entusiasmada en que pudieras prepararle el lugar.

Louis sonrió feliz, amaba recibir este tipo de trabajos.

— Déjeme entender bien, ¿ella quiere saber si yo podría decorar su local con mis flores?

— Exactamente.

— Me encantaría. —Afirmó enseguida. —Realmente me gustaría decorar el lugar para ella.

— ¡Perfecto! —La mujer sonrió feliz. — Le diré que se ponga en contacto contigo lo antes posible.

— Me parece

— Bueno corazón, es hora de irme, espero verte pronto, que tengas un buen día.

— Igualmente. —Dijo antes de verla salir.

Lleno de energías, Louis terminó de acomodarse en la tienda antes de que comenzara con sus funciones. Como ya todos los días, la gente entraba y salía de la tienda sin mayores novedades, todo se remontaba a una rutina que a ratos comenzaba a aburrirle. Por un minuto deseó que algo nuevo sucediera, pero al segundo se arrepintió cuando una voz que no había oído hace demasiado tiempo se hizo presente.

— ¿Louis?

Abruptamente Louis saltó y se giró, ni siquiera había oído cuando la puerta se abrió.

Su cuerpo se paralizó por completo ante lo que estaban viendo sus ojos, porque ahí parado en medio de la tienda estaba un hombre alto, delgado y de pelo negro que conocí demasiado bien. Chad.... su desgraciado y despiadado ex novio.

HEARTBEAT [LARRY STYLINSON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora