HEARTBEAT [LARRY STYLINSON]

Capítulo 16 "Rosas de amor"

"Las rosas blancas son símbolo de pureza, significan un amor puro, feliz y para siempre. Son tus rosas preferidas ¿Pensaste que no lo recordaba? Recuerdo cada palabra que me dijiste, porque todo lo que hicieras y digieras eran importantes para mí, quería conocerte a ti, a Louis Tomlinson, y ahora que lo he hecho, no tengo ni la menor duda que eres la persona correcta para mi vida, eres la persona por el cual quiero tener un amor, puro, feliz y para siempre"

Con amor, Harry Styles.

Con lágrimas en los ojos, Louis volvió a releer la tarjeta que había llegado hace un día atrás, dos pares más de rosas había recibido, dos ramos con diferentes colores y significado, pero ambas con el mismo propósito; traerlo de vuelta. Harry lo quería de vuelta en su vida y no se daría por vencido. Llevaba días enteros peleando por hacer que la voz de la razón se colara en su sistema, pero con cada intento perdía, la voz de sus emociones, la de su corazón, salía triunfante.

Sacudiendo la cabeza una vez más, sacó con rapidez el dinero de la registradora guardándolo en su bolsillo, quería llegar a casa lo más rápido posible, su hermoso cachorro debía de estarlo esperándolo ansioso. Sonriendo ante el pensamiento, aseguró las ventanas de la florería y una vez que terminó con ellas, salió de la florería cerrando la puerta con llave.

— Rosas rojas. —Una ronca y profunda voz pronunció en su espalda.

Él conocía esta voz y su cuerpo reaccionó de inmediatamente estremeciéndose. Había escuchado por última vez aquella voz hace aproximadamente un mes y ahora era consciente de lo mucho que la había extrañado ¡Maldición! pero también dolía.

— El significado de las rosas rojas apunta directamente a la persona que se quiere en la vida, a la que ves un futuro con ella y no te imaginas con nadie más... —Su fuerte respiración le golpeó el cuello, dios, estaba demasiado cerca. —Yo imagino mi futuro con un hombre de cuerpo menudito, ojos azules como el cielo y labios que son igual de delicados que los pétalos de una flor, ese hombre se llama Louis Tomlinson.

Cerró los ojos con fuerza al ser incapaz de mantenerlos abierto, su cuerpo por completo temblaba, su respiración se había vuelto débil y una lágrima inconsciente se derramó lentamente por su rostro palidecido, sus extremidades se habían vuelto sumamente flácidas, el dolor le quemaba el pecho, si le hubieran hecho medir su dolor del uno al diez, se hubiesen quedado corto, porque el dolor que sentía por dentro no tenía medida. Las heridas habían sido nuevamente abiertas dejándolas a carne viva, la sangre caliente se derramaba por su piel quemándolo a carne viva.

Sentía rabia, mucho enfado, Harry no tenía derecho a presentarse frente a él, ni mucho menos con aquellas palabras de por medio, no después de haberlo hecho sufrir durante esas semanas. Era un cretino que sabía perfectamente cómo manejar sus emociones, como jugar con las palabras y hacerlo temblar y dudar de todo. La batalla se volvía a generar en su cuerpo; corazón y razón peleando mano a mano, garra a garra.

Luchando con sus emociones y pensamientos, Louis sacó fuerzas de lo más dentro de sus entrañas, levantó su mano temblorosa, se sacó las lágrimas derramadas y se dio la vuelta enfrentándose al hombre. No sabía que expresión reflejaba su rostro, pero Harry lo miraba con detención, sus ojos verdes inspeccionaban cada rasgo de su rostro, lo observaba como si jamás lo hubiera visto, como si esta fuera la primera vez que se reunían.

¡No me mires así!

Su garganta iba a explotar, sus cuerdas vocales querían hacerse presente, ansiaba por gritar, pero se tragó las palabras y apretó las manos.

— Qu... —Sus palabras quedaron a medio camino cuando Harry dio un paso más cerca, lo único que se interpuso entre ellos fue el ramo de rosas rojas. Su corazón traidor latió rápidamente, el cosquilleo comenzaba a formarse en su vientre y se expandió rápidamente hasta los lugares más recónditos de su cuerpo.