HEARTBEAT [LARRY STYLINSON]

Capítulo 13 "Mentira descubierta"

Entumecido bajo la fría agua de la ducha, Louis se aferraba con sus manos a la húmeda pared intentando apaciguar el temblor de su cuerpo, dolía enfermamente cada parte de su cuerpo, por cada movimiento que hacia su cuerpo se desgarraba. Por un momento quiso morir para evitar sentirse así de vacío, así de destruido.

Lágrima y más lágrimas caían, llevaba haciéndolo por dos días, dos días desde que le había dicho adiós a la única persona que había amado después de tres años ¿Cuánto más tenía que sufrir? ¿Tan mierda de persona era?

No era suficiente para nadie, esa era la única verdad, no había sido suficiente para Chad, ni mucho menos para Harry, ¡por Dios! ni siquiera había podido competir con la persona que atormentaba sus pensamientos.

Complemente acabado, cerró el agua y salió de la ducha, ni siquiera se preocupó de secar su cuerpo entumecido, se colocó una bata y caminó hacia su cuarto dejándose caer derrotado sobre la cama. El tiempo transcurría con rapidez, cada minuto se hacía más doloroso e insoportable, los pensamientos abatidos daban una y mil vueltas dentro de su cabeza dejándolo sin respirar.

El celular encima de su velador resonó con fuerzas alrededor de la habitación e incapaz de evitar el disgusto rugió cabreado. Tomando finalmente el móvil, respondió la llamada.

— Espero que ya estés en pie porque llevo el almuerzo.

— No tengo hambre, Alissa. —Se acomodó sobre la cama cubriendo su pequeño cuerpo con la bata.

— No te estoy preguntando, estoy llegando a tu casa así que pon la mesa.

Resopló cansado y fastidiado cuando la llamada finalizó, no quería que ella invadiera su espacio, necesitaba estar solo con su dolor. Sin mayores ánimos, se levantó de la cama, ni siquiera se dio el tiempo de secar su cuerpo, se vistió con unos pantalones de chándal amplios y una polerón con capucha.

Cuando estuvo en la sala, acomodó los cubiertos sobre la mesa y esperó sentado en el sofá hasta que el timbre de la puerta sonó, entre resoplos se puso de pie y caminó hasta la puerta permitiendo que su prima entrase.

— Bueno te ves como una mierda. —Alissa entró en la casa dejando las bolsas de comida sobre la mesa.

— Gracias. —Bufó dejándose caer nuevamente sobre el sofá.

— Traje algo que endulzará un poco la tristeza.

Su ceja se elevó y una mirada inquisidora apareció en su rostro.

— ¿Qué cosa?

Alissa sacó algo de las bolsas y se giró.

— Helado. —Levantó sus manos mostrando el envase de chocolate. —No hay nada que el helado no pueda curar.

Suspiró asintiendo cabizbajo.

— Vente, vamos a comer antes de que se enfríe.

No había forma de ponerse a protestar contra ella, así que colocándose de pie con sus débiles piernas, caminó hasta la mesa y se sentó revolviendo la comida con el cubierto.

— Cociné tu plato preferido, come por favor. —Alissa miró las patatas intactas sobre el plato de su primo.

— No tengo hambre. —Colocó el codo sobre la mesa dejando caer la cabeza sobre la palma de su mano.

— Y una mierda Louis, vas a comer. —Ella amenazó con una expresión desafiante —¿O quieres que te de la comida en la boca como un bebé?

Louis levantó una ceja mientras que un resoplo inconsciente se propagaba de sus labios.