HEARTBEAT [LARRY STYLINSON]

Capítulo 7 "Verdes culpables"

 "Nani, yo no entiendo". El pequeño Louis de cinco años había pronunciado con sus mejillas coloreadas de un rosa hermoso. "Si esta planta no sobrevive de agua únicamente ¿De qué más lo hace?"

"Bueno, también lo hace a base de palabras". Su abuela le había tocado la cabeza mientras le daba una cálida sonrisa

"¿Palabras? no entiendo, Nani". El tierno ojizafiro frunció sus labios en un puchero mientras miraba a la misteriosa planta de diferentes colores.

"Esta plantita mi niño, es muy diferente a todas la que hayas conocido antes, la mayoría de ellas solo sobreviven a base de agua y un poco de sol, pero esta cuando creció comenzó haciéndolo de forma extraña, pueden llamarme loca y todo, pero cuando le hablas una nueva flor de diferente color nace". Los ojos del pequeño Louis se iluminaron con tal fascinación que la mujer mayor no tardó en sentarlo entre sus piernas.

"¿Entonces si yo le hablo va a aparecer una nueva flor?". Preguntó con sus ojos bien abiertos.

"Quizás". Ella se había encogido de hombros. "Esta planta ha estado conmigo mucho tiempo, supongo que de alguna forma reconoce mi voz, pero si tú le comienzas a hablar con frecuencia ella te reconocerá"

"Le comenzaré a hablar". El ojizafiro asintió mirando la planta frente a la mesa.

"Me encantaría que lo hicieras cariño, ya cuando yo ya no esté, alguien la tendrá que cuidar"

Los ojos del pequeño se abrieron de par en par. "¿Cuándo ya no estés? ¿A dónde te iras? Yo no quiero que lo hagas". Aquellos ojos zafiros comenzaron a inundarse de lágrimas.

"Cariño mío, no me iré ahora, pero si lo tendré que hacer en un futuro, cuando yo ya esté muy cansada y viejita"

"No, no, yo no quiero que mi Nani se vaya". Lloró aferrándose al cuello de su abuela.

"Tranquilo corazón, tú vas a estar bien, y cuando yo ya no esté, solo tienes que hablarle a esa plantita y yo te estaré acompañando, pero para eso, tienes que cuidarla mucho"

"¿Me prometes que si le hablo estarás ahí conmigo?". Con lágrimas en los ojos, el pequeñito Louis elevó su meñique.

"Siempre estaré contigo corazón, vayas donde vayas". Prometió la mujer antes de enredar sus meñiques.

— Dios, cómo te extraño Nani. —Una lágrima cayó lentamente por la mejilla de Louis, mientras acariciaba con cuidado a la misteriosa planta que jamás había dejado de cuidar. Faltaba demasiado poco para el aniversario del fallecimiento de su abuela, y del solo pensarlo le dolía el alma.

— Qué cosa misteriosa... una flor contemplando a otra flor.

Pegando un pequeño grito ante el susto, dio un pequeño saltito sobre sus pies antes de darse vuelta y enfrentar al individuo que lo había espantado. Un hombre alto, de cabello corto y ojos verdes brillantes, estaba parado ahí.

— Ha-Harry.... —Nombró con la voz en un hilo, no lo había visto en más de dos días.

— Hola. —Le dio una sonrisa que se esfumó tan pronto se acercó y miró sus ojos aguados.. —Heey, por qué estas llorando. —La pregunta afloró preocupación.

— Yo.... —Un nudo de dolor atravesó su garganta y antes de que pudiera controlar su cuerpo, gotas de rocío cayeron por su rostro. Rápidamente bajó la barbilla para ocultar lo que estaba sintiendo.

— Dios, ven aquí. —Con voz preocupada, Harry dio un paso hacia adelante y lo rodeó con sus protectores brazos. Louis cayó contra él sin fuerza alguna en sus músculos, no había sentido esa angustia desde hace demasiado tiempo, pero ahí estaba la tristeza, comiéndoselo como verdaderos gusanos.