HEARTBEAT [LARRY STYLINSON]

Epílogo

Calor, sudor, estremecimiento y nuevamente calor ¡Maldición! la bomba de lava explotaba dentro de su sistema. Obligándose a mantener los ojos cerrados, Louis intentó removerse contra el colchón buscando alguna zona fría, pero sus movimientos fueron interrumpidos nuevamente por una ola de calor que lo llevó a abrir sus ojos de golpe y su boca ampliarse con un gemido silencioso.

Calor, un fuego dominante consumía su parte baja.

Aún adormilado, intentó removerse para conseguir alivio, pero algo lo retuvo contra el colchón y antes de que pudiera quejarse, una conocida lengua se abrió paso desde sus bolas hasta la cabeza de su pene.

— Ahh. —Apretando las sabanas en un puño, arqueó intuitivamente sus caderas hacia arriba.

— Buen día, amor.

Con los ojos desorbitados y la respiración desigual, levantó la cabeza y ahí vio la erótica imagen de Harry aparecer bajó las sábanas blancas de su cadera. Con cuatro años de novios y tres de casados seguía sin poder acostumbrarse a esa imagen fantástica.

— Ha-Harry... —Suplicó de la misma forma que llevaba haciendo por siete años, de tan solo pensarlo su sangre hervía, siete años juntos, siete años compartiendo alegrías y tristezas, lo habían compartido todo, habían madurado juntos y hora vivían una nueva etapa en su matrimonio. Matrimonio, si hubiese imaginado siete años atrás que estaría felizmente casado se hubiese reído, pero ahora estaba ahí, con 30 años en el cuerpo siendo el hombre más feliz de la tierra.

A pesar de que hubiesen pasado los años, físicamente no había cambiado mucho, se mantenía bien y sin hacer ejercicio, en realidad el único que hacía era sobre las caderas de Harry. Harry, su amado esposo, él tampoco había sufrido grandes cambios, a excepción de su pecho que parecía haberse anchado y que lo cubría por completo, eso le encantaba.

La boca conocida volvió a reclamar su piel conectándolo nuevamente a la tierra, plantando ambos pies sobre el colchón, liberó de su agarre la sabana traspasando su mano hacia el cabello de Harry

— Extrañaba a mi esposo. —La lengua de Harry lamió y chupeteó desde su vientre hasta la base de su miembro. Enterrando con fuerzas los dedos dentro del cabello largo de su pareja, se mordisqueó los labios ahogando el gemido.

— Yo... yo también. —Respondió entre pequeños jadeos. —Pero, sé... sé que has tenido mucho trabajo. —Su boca cayó y sus ojos se cerraron con fuerza cuando la cabeza de Harry se perdió nuevamente bajo las sabanas y la boca se apoderó de sus bolas, instintivamente abrió sus piernas cuando sintiendo el roce de la lengua y un dedo palpando su entrada.

— Mmh. —El vibrar ronco de Harry golpeó contra las paredes de su ano que palpitaba ante la invasión. —Sí, pero eso no implica que tenga que descuidar a mi esposo. —Harry quitó la lengua, metiendo un segundo dedo sin previo aviso. —Te voy a recompensar, mi amor.

Louis arqueó la espalda arañando las sabanas, solo había sido una semana sin sexo, solo una, pero entendía por qué Harry se sentía culpable, tenían una vida sexual activa, más bien bastante activa. Mojándose los labios con la lengua, abrió aún más sus piernas cuando Harry se lo pidió.

— Sabes tan bien. —La lengua se arrastró desde su entrada hasta la cabeza de su miembro hinchado con presemen, lo chupó y masajeó su próstata hasta tenerlo en un charco de sudor y gemidos. Sus muslos goteaban con la ansiedad, lo necesitaba dentro como de lugar.

— Amor... —Suplicó entre lloriqueos jalándole cabello. —Por favor. —Los dedos abandonaron repentinamente su entrada y el cuerpo de Harry salió debajo de las sabanas situándose por fin encima de él, con la necesidad a flor de piel, le rodeó las caderas con las piernas y lo atrajo hacia su boca con un hambre increíble. Sus lenguas y saliva se mezclaron de una manera vulgar, pero exquisita, solo una semana sin sexo había bastado para volverlos unos verdaderos animales en celo.