Katherine Swan junto con su hermana melliza Isabella deciden mudarse con su padre Charlie a Forks, Washington.
¿Por que Katherine le tendrá tanto cariño a este pueblo?
La última vez que ella estuvo allí, fue cuando tenía cuatro años ...
Historia ba...
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ACTO TRES | CAPÍTULO 39 ❝LA MANADA QUILEUTE❞
Después de aquel fin de semana agitado, las hermanas Swan volvían a la preparatoria para terminar las clases que quedaban y dar fin a los exámenes.
Bella no llegó a entrar al establecimiento por que se había ido juntó a un muy feliz Jacob en su motocicleta, esto por qué Edward le había ocultado el porqué de la visión de Alice... el regreso de Victoria y su busca de venganza por matar a su compañero.
La mañana pasó rápida, sin ningún inconveniente, la híbrida de rojizo cabello tenía su cabeza recargada en su mano, mirando el bosque que se extendía alrededor del establecimiento, solamente pensando en lo que el futuro les tenía destinado.
Pasadas las horas Katherine llego a casa, donde de manera tranquila caminó a la habitación de William, viendo como el niño estaba dormido en su cama, se acercó a él y con la manta que estaba a los pies de la cama lo cubrió con cuidado para no despertarlo.
Charlie estaba parado junto a la puerta de la habitación mirando con ternura a su hija, se alejó lentamente sin hacer ruido pensando en que en algunos años sus hijas formarían sus propias familias, se casarían, tendrían hijos y él estaría muy feliz por ello... quería ser un buen abuelo. Eso logró sacarle una sonrisa.
Unas horas más tarde, la Swan menor estaba conduciendo la vieja camioneta naranja para ir a buscar a su hermana a la casa de Jacob; esto por orden de su padre que ya estaba preocupado por ella, aunque Charlie no sabía que Bella estaba con el metamorfo.
William estaba a su lado, mirando el bosque que se extendía por la carretera, sus manos jugaban con el cinturón de seguridad distraídamente.
— Ponte el cinturón, Will.
— Si —respondió el niño de manera inmediata.
Al llegar al lugar, Katherine bajó de la camioneta cerrando la puerta en el proceso, olfateo el aire y su nariz se arrugó levemente, olía ligeramente a perro mojado, pero era un olor soportable para ella, rodeo el vehículo para abrirle la puerta a William.
El niño saltó para bajarse tropezando con sus propios pies, la híbrida de manera rápida le ayudó a mantener el equilibro tomándolo por los hombros— Eh cuidado, no queremos causar un desastre.
William rió tímidamente mirando el suelo, extendió su mano para tomar la de la chica— Busquemos a la tía Isabella.
— Si te escucha llamarla así, le saldrán canas verdes... ya tiene suficiente en que yo la llame así, pero... Nah dile Isabella —mencionó divertida Katherine mirando al niño empezando a caminar hacia donde percibió el olor de Bella— Ya quiero verla con el cabello verde.
— Se vería como el Joker —comentó William riéndose, recordando al extraño pero carismático personaje al que leía en los cómics.
Katherine rió escandalosamente junto con el castaño, imaginando a una Bella de cabello verde y riéndose maniáticamente.
