Swan Sisters | Jasper Hale

052

ACTO CUATRO | CAPÍTULO 52
❝CUIDADO❞

Los días fueron pasando de manera lenta y se ponía en evidencia la condición de la híbrida.

Como Hope lo había dicho días atrás, confirmó que Katherine estaba embarazada, por eso aquel inusual brillo en sus ojos, sus constantes recaídas de sueño, su apetito por la sangre en gran cantidad y los dolores en su abdomen eran productos de la pequeña vida que se formaba en su vientre a pasos agigantados.

Alice lo había dicho ese mismo día cuando la híbrida se desmayó a causa del dolor al término de la boda de Bella y Edward, la vida de Katherine era completamente borrosa, en un constante peligro. La vidente de la familia Cullen ya no podía ver su futuro, pasaba lo mismo que hace más de un año... como aquel día cuando la pequeña Swan fue transformada.

Pero a pesar de saber su destino incierto, la híbrida tenía en claro su decisión.

Iba a tener a su bebé.

A pesar de las constantes replicas por parte de Alice, Katherine mantenía su mente centrada en su decisión que fue totalmente apoyada por Hope y Rosalie.

Jasper cuidada en cada momento a su esposa, al enterarse de que Katherine estaba embarazada había quedado en shock y pensó en todos los riesgos en los que podría pasar, al principio negándose a que su esposa corriera tal peligro, pero después de varias conversaciones con la híbrida aceptó su decisión y juró que la protegería y cuidaría pase lo que pase... no permitiría dejarla morir, ni a ella ni a su hijo.

Rosalie y Thomas estuvieron con la híbrida en todo momento, cuidando de su sueño cuando esta dormía o simplemente buscando sangre fresca para ella y al bebé, querían que su sobrino naciera sano y fuerte.

Cada día que pasaba su vientre crecía de manera inusual demostrando un embarazo de ya cinco meses. Y solo pasaron diez días.

Los conocimientos de Hope fueron esenciales en los primeros días, fue "fácil" controlar el embarazo.

— Hope —llamó Katherine en un pequeño murmuro que fue escuchado perfectamente por Jasper y la ojiazul, Hope estaba sentada en la alfombra mientras mantenía su mano en el vientre de la híbrida proporcionándole calor.

Jasper y Katherine estaban recostados en el sofá de la sala mientras que la híbrida mantenía su espalda en el pecho de su esposo y el la abrazaba rodeándola con sus brazos, cubriéndose con una manta— ¿Me contarías como fue tu embarazo?

Hope la miró por un breve momento y asintió, hizo memoria de aquellos años donde estaba embarazada en plena finalización de la segunda guerra mundial— Estaba asustada, muy asustada, no tenía a mi familia a mi lado... a mi esposo —miró sin emoción la alfombra de la sala— Estaba sola...

Katherine sacó su mano de debajo de la manta y la puso suavemente sobre la mano de la ojiazul ganándose una media sonrisa de ella.

Hope suspiró y siguió— Traté de ocultarme de la sociedad ya que me di cuenta que mi embarazo avanzaba muy rápido... arrendé una cabaña alejada en el bosque y sobreviví ahí. Fue un proceso muy difícil de mantener, cada día me sentía más débil y mi cuerpo cambiaba constantemente.

La ojiazul miró a la nada por un momento recordando a su hija, aquellos momentos donde aún estaba en su vientre causando terribles dolores— Ella era muy inquieta, golpeando cada vez más fuerte mi panza dándome fuertes calambres —rió por unos segundos haciendo una mueca— Mi embarazo duro alrededor de un mes y tuve a mi pequeña Beth.

— Su nombre es por...

— La madre de Edward, Elizabeth.

(...)

— Tú padre llamo esta mañana —comentó Thomas a Katherine una vez que entró a la sala, miró a la híbrida quién bebía sangre de su vaso de plástico— Dijo que William estaba preocupado por ti, quiere verte.

El corazón de Katherine se apretó en su pecho, le dolía saber que William estaba preocupado por ella y era normal... había pasado una semana sin verla. Le dio una sensación de amargura en su boca y alejó el vaso de sus labios.

— Yo también quiero verlo Tommy... —contestó con su voz temblorosa a causa del nuevo nudo que se produjo en su garganta.

— Hey —Thomas se acercó hasta agacharse para estar a la altura de Katherine en el sofá, poniendo sus manos en las rodillas dándole un toque reconfortante— Eres su madre, debe estar contigo, tal vez así te sentirás mejor y obviamente él también.

La híbrida sonrió apenas y cerró sus ojos.

— Por eso te estoy avisando —comentó con una pequeña sonrisa logrando que Katherine abriera sus ojos y lo mirara fijamente— Porque Jasper juntó a Rosalie fueron por William a la casa de tu padre —mencionó.

— ¿Qué?

— William estará contigo los próximos días.

— Pero Tommy... —Katherine trató de protestar, pero fue interrumpida por el vampiro.

— Estarás bien Kathie, estarán bien, confía en mí.

Pasaron unos cuantos minutos y mientras esperaban Thomas ayudó a Katherine a arreglar un poco la sala de estar. El vampiro tomo el vaso que contenía el resto de sangre y lo fue a dejar en la cocina.

— Se sorprenderá eso es seguro —dijo Katherine mientras observaba su vientre, puso una mano en el sintiendo una pequeña patada de su pequeño bebé, ella sonrió y acarició esa zona.

Se escucho un auto estacionar en la entrada de la residencia y con ello las risas de William, seguramente porque Jasper le contó algún chiste.

— ¿Adivinen quién está con nosotros? —comentó Jasper con una media sonrisa mientras mantenían a Will sentado en sus hombros, el de ojos azules tiraba del cabello de su padre guiándolo igual como Remy de Ratatouille con Linguini.

— Jazz —Katherine sonrió tiernamente mirando a su esposo y a su hijo— Hay un duende... no, mejor dicho, un ratón en tus hombros.

La primera reacción del pequeño castaño fue bajarse ágilmente de los brazos del empático y correr a abrazar a su madre pasando por alto su vientre abultado.

Katherine lo recibió con sus brazos abiertos, abrazándolo con fuerza sin llegar a lastimarlo.

— Mamá, te extrañe mucho... y-yo

Las palabras de William quedaron atoradas en su garganta, pequeñas lágrimas se habían formado en los ojos de la híbrida, quién acarició y peino el cabello del pequeño.

— Yo también, William —murmuró Katherine una vez que se separó de su hijo y limpió sus lágrimas disimuladamente.

Jasper sonrió viendo a su familia, guardando aquella imagen en su mente, ver a su esposa quién cargaba a su hijo o hija en su vientre, a William sonriendo con un intenso brillo en sus ojos admirando a su madre, en el pecho del empático se formaba un remolino de calidez que se extendía en todo su ser, ellos eran sus razones para vivir... para existir.

Caminó hacía ellos y tomó a William nuevamente en brazos, esta vez Katherine los abrazó a ambos formando un abrazo extremadamente cálido y lleno de amor.

Katherine miró los ojos dorados de Jasper y sonrió, simplemente sonrió con un amor puro, como cada día lo hacía.