𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒖𝒏𝒐: 𝑒𝑙 𝑖𝑛𝑖𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑠𝑡𝑟𝑒.

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por binnieblush



Aviso: toda la historia será narrada por JiMin.

Track: Homewreckr – Marina & the diamonds



Nací, como pocos, dentro de una familia con bastante dinero. Lo que podía significar dos cosas en concreto; que podría obtener todo lo que quisiera, que efectivamente, este era el caso. Y también, que existiría un gran sentimiento de desapego pensando que lo material lograría reivindicar lo que realmente necesitaba, de parte de mis padres. Y eso, también es cierto.

Mi familia era pequeña, o al menos, yo consideraba que lo era. Dentro de nuestro circulo había una gran cantidad de cosas que debíamos ocultar y que costó bastante poder mantener en la sombra cuando yo no parecía querer poner de mi parte.

Cuando le comenté a ellos de casualidad un día en el que por fin podíamos estar a solas, que yo era gay, supongo que todo el mundo de ellos se vino abajo, o el de mamá más que el de papá. Porque ella era la que constantemente estaba preocupada de que nos mantuviéramos en la cima de esta sociedad clasista y que te dividía según lo que creían incorrecto y lo que no.

Mucho tiempo estuve enfrentándome a problemas conmigo mismo, porque mamá era muy, demasiado, dura cuando se trataba de mí. Siempre lo fue, pero supongo que lastimó su ego que su hijo decidiera usar faldas en vez de pantalones y que después de un tiempo, incluso cuando el pronóstico ya lo advertía, le confesara a viva voz que tenía una preferencia por hombres y que las mujeres realmente no eran lo suyo.

Ellos ya estaban involucrados en demasiados problemas, porque al parecer lo que yo tenía era algo. Y para ella, lo mío era igual o peor que lo que tenía mi hermano, Jihyun, quien, con solo cinco años, fue llevado al hospital para hacer unos exámenes que le detectaron dos tumores malignos alojados en su cabeza. Siempre estuve cuidándolo y pendiente de él incluso cuando volver a casa después era un tormento.

SeoMin estaba ahí, probablemente ahogada en las penas de un matrimonio destrozado, yo no era el único que estaba consciente de que papá la engañaba con cuanta mujer se le cruzara por delante. Soportaba su mierda, soportaba que dijera cosas para desquitarse, me iba a mi cuarto y desde los doce años lo único que podía hacer era dormir y llorar hasta que cuando cumplí quince me di cuenta de que era patético. Luego aprendí a defenderme, cada vez que ella me decía algo le devolvía una respuesta peor, hasta que entendió que me había transformado en una máquina de mierda que era capaz de soportar, sin sufrir al respecto, toda clase de basura sobre sus hombros.

No sé a qué edad exactamente fue cuando comencé a involucrarme con chicos, mamá dice que esa parte de mi es la que más lastima le da, y que era tan parecido a mi padre que a veces le daba nauseas.

Pero la verdad era que quien me enseñó a ser de esa forma, fueron los dos. Y no por la cantidad de personas que papá metía en su cama o porque mamá se acostara con alguien también, ella raramente lo hacía. Es solo que, a pesar de que parecía que yo no necesitaba afecto, si lo hacía. Había algo en mí que ellos me habían inculcado, mamá, esperando por él todas las noches mirando a la puerta y llorando con una taza de café en las manos, papá, tocando su rostro a veces y la forma en la que ella parecía necesitar que lo hiciera con tanta desesperación.

De SeoMin aprendí que amar no es más que entregar tu cuerpo y tu alma por alguien, aún si eso no asegurará que lo recibirás de vuelta.

Y de papá, aprendí que amar es un sentimiento pasajero.

Comencé a querer sentirme como si necesitara afecto también. Me acercaba a chicos, los volvía dóciles y lograba traspasar esa capa que cubría sus sentimientos hasta hacer que los volvieran hacia mí. La sensación era fabulosa, quitándole que al final del día, acostarse conmigo era todo lo que ellos querían.

De todas formas, yo no se los daba. No me entregaba a cualquiera. Yo podía ser todo lo que los demás decían, incluso lo que mamá repetía constantemente. Una puta necesitada, o un chico promiscuo, pero la realidad era que, si no me hacían sentir amado lo suficiente, no me acostaba con ellos. A pesar de que sus grandes e inflados egos jamás les permitían decirle eso a los demás, siempre, aún si no tenía sexo con ellos, decían que, si lo habían tenido, para cumplir las expectativas requeridas en letras invisibles sobre un manual adolescente que aseguraba que si no lograbas llevarte a la cama a quien estabas cortejando, perdías la poca dignidad que te quedaba como ser humano. Nunca negué nada, ¿Para qué? Después de todo, jamás me creerían.

Después de esta leve introducción acerca de mi vida, puedo volver al hecho de que, en la realidad, permanezco en la cafetería de mi escuela mirando hacia In Ha, quien, no deja de hablar. Nunca deja de hablar. Sin embargo, al ser yo alguien de pocas palabras, es como si mi amistad con ella fuera más fácil, cuando la mayoría del trabajo por mantenerla lo hace ella. Aprecio eso.

Sin embargo, no dejaba de ser aburrido. Su vida era mucho mejor que la mía, y constantemente encontraba un momento para refregármelo por la cara. Siempre era así, con el tiempo, termine por acostumbrarme a su comportamiento. Mi miraba vagaba desde la mesa hasta los rostros conocidos a mi alrededor. Paré en una mesa alejada del resto, donde no había nadie más que un chico de cabello rubio, entre lacio y ondulado, y un bonito rostro con facciones duras, me hacía suspirar por lo abajo, incluso cuando se dio vuelta, volviendo a esa batalla de miradas que hacemos desde que tengo uso de razón en este instituto.

Nunca habíamos intercambiado palabras, y nunca había intentado nada con él, porque a pesar de que parecía alguien con quien pasaría un rato agradable, era demasiado arriesgado. Nunca me echaba para atrás intentando conseguir lo que quería, pero YoonGi siempre era diferente, y es por eso que esta historia comienza aquí.

No desde días atrás, ni desde unas semanas antes de que lo que de verdad es importante comenzara a ocurrir. Yo calculaba bien las cosas que pasarían, tanto, que incluso antes de que sucedieran yo tenía claro que era lo que iba a pasar después, pero no esta ocasión. Había una bebida que mis dedos sostenían y cuyo popote se ubicaba en mis labios. Nos mirábamos, no dejábamos de hacerlo. Él enviaba esa sonrisa ladina que tanto le caracterizaba y que hacía ver su rostro menos cansado de lo que parecía.

Cada vez que algo como eso pasaba, sentía miedo. Porque YoonGi era parecido a mí, su reputación dentro de la escuela era asquerosa, decían todo tipo de cosas de las que siempre me enteraba por In Ha con la baba por los suelos diciendo que YoonGi era definitivamente el estúpido cliché de un chico malo por el que todos a su alrededor morían. No estaba lejos de ser verdad, a pesar de ser rumores, todos ellos tienen algo que los aleja de ser mentiras.

Corría el chisme de que era vendedor de drogas y cosas que se compartían algunos por los pasillos.

Yo no estaba seguro de si era cierto, pero si sabía que los ojos felinos que lo hacían lucir un poco más enigmático y que eran parte del sueño de la mayoría de las hormonas que permanecían disparatadas por todas estas grandes paredes, eran para mí, nada más que una pesadilla.

Sentía como si el amor quisiera golpear mi puerta, y eso fue antes de conocerlo, fue antes de saber con qué clase de persona estaba tratando. No tenía idea de que hacer luego de eso, porque siempre tuve todo fríamente calculado, y de repente, mientras yo recibía un regalo en un bonito sobre rosado de parte de alguna de mis anteriores conquistas, Joe, siento nauseas ante la mirada que todavía se siente clavando mi nuca, y sabia, que todo lo que yo creía no era más que una ilusión de en lo que pronto estaría viéndome involucrado.

Mamá siempre me mantuvo diciéndome que algo tan lindo como el amor no era digno de ser experimentado por mí. Que la sensación, y todo lo que acarrea, es un sentimiento hermoso, muy a pesar del dolor. Todo este tiempo estuve repitiéndome a mí mismo que nunca iba a merecer algo como eso, sentirlo, vivirlo. Incluso la parte en la que decides morir por él.

Supongo, que al final, no se trataba de quien es el que lo merece o quién no. Eso es mierda, lo que realmente importa es cuando pasa. Y solo pasa.

슈짐 Drama King 〄  Yoonmin [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora