𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒊𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆: uno borracho, otro drogado

2.1K 343 21
                                    

— ¿No vas a decir nada? —negué. Tenía una taza con agua en mis manos mientras el sonido afuera de la habitación seguía escuchándose. YoonGi estaba ahí, mientras yo balanceaba mis pies en la cama de esa habitación medio iluminada. Pero no encontraba mirándome o algo parecido, estaba hurgando los cajones del lugar, como si en ellos hubiera algo importante. —Tienes un aspecto horrible.

—Estoy bien.

—Sí, casi desmayarte por las escaleras es estar bien. No me vengas con cuentos de mierda, JiMin. Estabas todo tomado y no podías sostenerte a ti mismo, todavía estas así, mírate. —hice una expresión de fastidio, tirando mi cuerpo hacia el acolchado recostándome con mi mirada hacia su dirección. Abrió unas compuertas pequeñas, donde había un montón de medicamentos. No sabía a quién podría pertenecer esta habitación, pero ahí estaba YoonGi tirando hacia la cama cajas que al parecer, no le servían, luego de leer el nombre.

—No he comido casi nada en todo el día y bebí alcohol con el estómago vacío. ¿Qué querías?

—Entonces come, joder. Te la pasas negando toda la comida que te doy, ¿Qué eres, un bebé? ¿Tengo que dártela también? —sacaba uno de los medicamentos de sus cajas tomando aquellos sobres metálicos que contenían un montón de pastillas. Mi cabeza dolía un poco, me seguía sintiendo un poco mal pero creo que podía levantarme, así que lo intente, me puse de pie encontrándome con su mirada unos pocos segundos antes de que entrara al baño, deje apoyado por allí la taza que antes había tenido, mientras lo hacía, me percaté de que había una botella que remarcaba su marca de licor en letras grandes justo a un lado en una repisa, más latas de cerveza a su alrededor completando el pequeño desastre. Mucha gente tiene que haber estado allí esta noche. Tome la botella entre mis manos mirándola cuidadosamente, mis dedos recorrieron el vidrio, dentro el líquido llegaba un poco más arriba de la mitad.

Tome de ella hacia atrás arrugando un poco mi cara cuando termine de dar un largo trago. — ¿Ahora estas mejor? —preguntó, su voz estaba moviéndose con una preocupación totalmente falsa. Sonreí, puse la botella en mi boca tirándola otra vez hacia atrás, no era gran cosa de todos modos.

—Estoy mejor, mucho mejor. —no estaba mintiendo, en absoluto. Así que cuando salió me miro con la misma sonrisa que traía puesta. Metió algo al bolsillo de sus pantalones y tomo mi mano, como si nada hubiera realmente ocurrido.

—Vamos a comer. —me tironeo, levemente. Y yo asentí como si fuera hacerlo. No quería, no iba a hacerlo, no porque no tuviera hambre o porque ahora mismo estuviera realmente preocupado por mi figura.

Simplemente quería dejar de comer hasta terminar en el hospital.

¿Se preocuparía él por mi entonces?

No pregunté nada. Mantuve un silencio prudente hasta que salimos de la habitación. Eran entre las cuatro o cinco de la mañana, sabía que nada estaría abierto como para comprar comida, pero deje que la mente de YoonGi hiciese lo que quisiera. Una mano estaba tomando la suya y la otra estaba sosteniendo la botella, él ni siquiera se había dado cuenta que en el camino yo seguía tomando de ella.

Preguntó algunas cosas mientras me seguía jalando, no podía dejar de pensar en que nuestras manos estaban unidas. Que él me estaba sosteniendo de alguna forma. ¿Por qué tenía que ser tan débil?

Ahí fue justo cuando sentí el vidrio resbalarse de mis manos antes de que alguien más lo tomara. Llegamos a la cocina, no había mucha gente ahí, de hecho el lugar estaba sin nadie, lo cual era sorprendente. Mientras tanto, YoonGi, como siempre, estaba molesto sacudiendo lo que antes era mío. —Eh, ¿Qué quieres, desmayarte otra vez? Deja esto.

Él mismo tomó de ella después de eso. Negué, golpeándolo para que me lo devolviera, no podía quitármelo, porque yo lo había encontrado. No podía pretender que se estaba preocupando por mi cuando realmente no era así, no le importaba. —Devuélvemelo, joder, YoonGi, voy a matarte.

Se aprovechó de mi baja estatura y lo puso sobre el refrigerador, sin embargo luego se arrepintió tomándolo nuevamente, solo para después abrir las puertas de este, como si se tratase nada más que de su propia casa. Sacó un paquete de galletas y una caja de cereales y la dejo en la mesa que se allí se encontraba, buscó una cuchara en algún lado hasta que la encontró, me tuve que sentar porque si no seguramente me mandaría a la mierda otra vez y ya estaba cansado. Se posiciono delante de mí relajando sus facciones y apoyando su rostro sobre sus brazos que a su vez, lo estaban sobre la mesa. —Come.

—Que buena comida, YoonGi. Gracias por tu preocupación fingida. —él puso una sonrisa sobre sus labios ignorando mi comentario, entonces supe que probablemente no estaba en todos sus sentidos, igual que yo. —Ahora, pásame la botella, no pienso comer nada.

Pensé que diría algo, pero no hizo nada. Se quedó ahí sonriendo como un estúpido mientras yo hacía rechinar la silla para pararme y arrebatar el objeto de sus manos. Me sentía solo, solo y desprotegido, todo el mundo tenía más opciones que yo. Si yo no estaba, ellos podrían hablar con otras personas, como Jennie.

Si yo no estaba, ellos podrían acostarse con quien quiera que fuese, como YoonGi.

Y si yo no estaba, ellos podrían tener la familia que siempre habían querido tener. Como SeoMin.

A veces lo único que necesitas es que alguien te preste atención, que se preocupe por ti. Alguien que te diga que eres su única opción y que si no estás, todo es asquerosamente diferente.

Ese alguien soy yo, en la vida de todos. Pero no tengo alguien como yo en mi vida. ¿Cuándo sabría cuando esto iba a terminar?

Escuche su voz antes de que me retirara de la habitación, después de un largo suspiro estruendoso, lo miré de reojo. —Te quiero, me gustas.

Fue todo lo que pudo decir, e intento levantarse para buscarme. Como siempre, parecía un pequeño niño aun si no lo era. Lo niños generalmente tienen esa aura pura a su alrededor inconscientes de absolutamente todo, creen en la gente y la aman, aman. Eso es lo que hacen, de todas las formas en la que la palabra podría representarse. Y por muchos por no decir casi todos esos aspectos, YoonGi definitivamente no es un niño. —Como si quererme o gustar de mí importara. Como si esto importara. No significa nada. Solo me quieres como una cosa, eso que ves en la tienda y quieres comprar, así me quieres.

—Está bien, está bien, quedamos con eso. Soy una mala persona que solo quiere utilizarte, ¿Entonces qué coño sigues haciendo aquí?

—No lo sé, no tengo idea. Estoy tan confundido y asustado por esto, está saliéndose de mis manos el siquiera poder pensar el porqué de mi presencia aquí ahora mismo. Cuando estoy contigo olvido todo, todo acerca de cada maldita cosa que alguna vez hice mal. Pero también, agrego hacia mi otros sentimientos que no me gustan-no los quiero. —pasé las manos por mi cabello en un acto de estrés, mientras sus ojos se mantenían puestos sobre mí, atentos a cada movimiento que daba. —Hay un montón de chicos allá afuera, ¿Entiendes? La sensación de no estar siendo lo suficiente me aterra. Le tengo temor al reemplazo, a los secretos. Los jodidos secretos son lo que lo destruyen todo, tú estás ocultándome tantas cosas que siento que estas destruyendo, no solo esto, si no que a mí.

Paralizado completamente por la situación, se dirigió hacia mi lugar con aquel semblante serio que nunca he podido descifrar. Sus acciones son todas palabras en un idioma que jamás lograre traducir, era un mundo entero, era tan complicado.

Tomé otro trago antes de que tomara mi mano tironeándome como la otra vez. —Ven a comer, JiMin. Tienes que comer.

Eso fue definitivamente lo único que me dijo. Mis visión se tornó borrosa, ¿Qué era lo que nos estábamos haciendo?

슈짐 Drama King 〄  Yoonmin [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ] Where stories live. Discover now