𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒆: 𝑅𝑜𝑠𝑎

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Lo llame inmediatamente después de que mis ojos terminaron de leer la última línea. Parecía desesperado, si, lo tenía claro, pero no es como si no lo estuviera de todas formas. Me contestó después de varios pitidos molestos en mi oreja, mi voz nerviosa, tan nerviosa como pudiese estarlo, solo atinó a decir palabras entre cortadas. — ¿Qué quieres decir?

— ¿Qué quiero decir con qué?

—El mensaje, YoonGi, el mensaje que me mandaste, yo- —estaba caminando por el pasillo que llevaba directo a la puerta de salida, una mano en mi oreja y la otra jugando con el borde de mi suéter. Detuve mi andar mientras mis palabras lo hacían junto con ello, estaba demasiado sensible, no entendía la razón. Pero quería acurrucarme en los brazos de alguien. —No importa, ya. Fue un error llamarte solo por esta estupidez.

—Tienes dudas sobre todo ahora, ¿No es así? Por eso me llamaste, porque te dejo intrigado hasta qué punto quise llegar con ese mensaje. —hubo un silencio corto, a comparación de hace algunas horas atrás, el hospital tenía muy poca gente circulando alrededor. —Es complicado, lo sabes, lo sabemos. Todo esto, va más allá de una simple relación adolecente, yo podría besarte, follarte mil veces y jamás se sentiría como si fuésemos una pareja normal. No lo haría, porque no somos una pareja normal, ni siquiera somos una pareja. Tú eres tan inestable como lo soy yo y más que eso, somos un conjunto de piezas que unidas forman la peor de las bombas, no estoy listo para estallar, no si eso implica que esta vez, muy a diferencia de las otras, será con alguien a mi lado. Tú sabes como son las cosas, cuando yo no te haga sentir amado lo suficiente tú-

Lo corté, completando su frase como si esto fuera parte de las líneas de una obra que ya me sé de memoria. —Yo voy a buscarlo en otros chicos, porque lo necesito, para seguir. Para no hundirme,

—Exactamente, bebé, eso es lo que quiero decir. Y yo voy a romperle la cara a cada una de las personas que sepa que alguna vez llegaron a tocarte, seguramente estaré tan drogado que ni siquiera mediré mi fuerza. Puede que esa persona no se lo merezca, puede que esa persona simplemente te ame de la forma en la que quieres y que yo sienta impotencia porque no puedo hacerlo.

Mi rostro palidece de repente, pensando en lo que acaba de decir. Recordé las marcas de golpes en su rostro, mi voz titubeo antes de poder salir por completo—TaeHyung, no. YoonGi, ¿Era por eso las heridas en tu cara? ¿Los moretones en tu cuerpo? Los signos de pelea, tú y él, ¿Lo hiciste con él, empezaste el jodido ciclo que acabas de decir?

No me respondió, parecía que no quería hacerlo, pero yo ya tenía una respuesta aun en el sonido muerto al otro lado. No dijo que si, no lo admitió, simplemente habló de forma tímida. — ¿Si te digo que sí, vas a odiarme?

—No- no, Yoonie, no podría. Pero, ¿Por qué?

—No lo sé, esto nunca me había pasado antes, ¿Entiendes? Nunca, vi tu teléfono, estaba sonando tanto, eso me llevo a sus mensajes en él, las cosas que te decía, yo no pude contener las ganas que tenia de romperle toda la cara. No era así, no era así para mí ni nunca lo fue, jamás tire un golpe por alguien que no fuera yo mismo. Lo siento, aunque en realidad no lo haga porque disfrute todo lo que sufría pero-

— ¡YoonGi! Joder, si te vas a disculpar así mejor no digas nada.

—Eh, bonito, no te enojes conmigo, ¿Sí?

Mis piernas temblaron levemente ante el apodo, y solo fue entonces, cuando volví a emprender camino hacia la salida. —No me digas así, y no estoy enojado. Pero tienes que detener todo esto, no puedes ir por ahí golpeando a todo aquel que se me cruce, porque a veces simplemente es mi culpa que lo hagan. Yo y mi reputación, soy una puta, me conocen como tal.

— ¿Qué fue lo que decía el mensaje que te mande?

— ¿Uh? ¿A qué viene eso?

—Solo repítelo.

—Decía que no te necesitara, que no te quisiera. —salí, y apenas tire de la puerta hacia atrás el aire me hizo sentir un leve escalofrió, estaba helado, ni siquiera el suéter que traía encima lograba hacer que aquello se sintiera menos.

—Quiero que no lo hagas, espero que no lo hagas. Porque todo esto que empecé es incontrolable, yo sé que volveré a hacerlo, pero si tan solo tú dejaras de quererme y volvieras con esa actitud fría de; solo quiero amor, cuando no me sirvas me voy, entonces seria todo más fácil para ambos. —solté un suspiro estruendoso, lo hice porque en mi interior sabía que era imposible.

A pesar de las migajas de amor que sabía que recibiría, ahora que estaba cerca de YoonGi y habiendo pasado todo lo que paso, no creo que pueda despegarme de él aun si lo intento con todas mis fuerzas. Ya lo necesito, cada vez, con su tacto en mi cuerpo y sus miradas cortas, frías, distantes. Encendiendo fuego dentro de mi cada vez que me toca. — ¿Tienes frio?

El cambio de tema repentino me confundió de forma instantánea, pero asumí que se trataba a mi largo silencio en el cual, no había dado respuesta alguna. Le dije que sí, y la llamada se cortó, no supe si sentirme mal o cómo hacerlo respecto a eso, pero antes de que pudiese dar otro paso, una mano me detuvo por detrás, agarrando mi cadera con suavidad.

Me tensé de forma instantánea, dándome vuelta, viendo a YoonGi detrás con una cajita y dos café en ella. Fruncí el ceño, no podía estar más desconcertado, se acercó a mí, poniendo una sonrisa en sus labios, curvándola hacia un costado como es costumbre. —Estuve esperándote.

— ¿Todo este tiempo?

—Sí, absolutamente todo este tiempo. Excepto hace unos minutos, cuando fui a comprar esto. —mi cara se debió haber puesto roja, no es que yo no lo sintiera porque el calor que se acumulaba allí me lo hizo saber, si no porque YoonGi hizo un comentario bobo sobre eso, logrando que mi vergüenza fuese mayor.

—Eres un estúpido, pudiste quedarte conmigo dentro, no dejarme después de decir todo eso. No sabes lo inseguro que me puse, no tienes idea de todo lo que te odie. —se agachó, depositando un beso en mis labios, pequeño como deseoso, estas actitudes eran tan cursis, pero me acostumbraría a ellas toda la vida si YoonGi fuese así todo el tiempo.

—Tenía que pensar algunas cosas, y omite cualquier comentario sobre esto, te voy a acompañar a casa, vas a beberte tu café. No quiero ser hostigado con lo raro que es que yo haya hecho algo así. —me reí, tome su mano mientras lo hacia después de sacar de la caja el café, estaba muy caliente y fue un alivio ante mis helados labios sentirlo cuando probé un poco.

—Mañana tenemos que ir a la escuela.

—Sí, es una lástima que todo esto se acabe tan pronto. —no supe si hablaba del momento, o de nosotros exactamente. Quizá el comentario fue hacia los días que habíamos pasado juntos, no lo entendí. Seguimos caminando juntos sin soltar palabra alguna, hasta que yo rescaté un poco de lo dicho anteriormente para poder hablar.

—Es una lástima esto. —mi voz fue lo suficientemente baja como para que él no la oyera, pero yo sabía que si lo había hecho. —Necesitarte como lo hago, que me gustes como lo haces, pero intentar impedirlo, porque ambos creemos que no merecemos ningún atisbo de felicidad, lo camuflamos con excusas, tantas como queramos. Pero, los dos somos iguales, yo, tan inseguro que necesito sentirme amado constantemente y tú, tan jodido que necesitas permanecer bajo efectos de una sustancia, para no permitirle a tu cabeza pensar en tus inseguridades.

Aquel silencio que siempre nos rodea termina por hacerlo todos los largos minutos que nos tomó llegar hasta mi casa. Sus ojos no miraron a los míos en ningún momento, pero, cuando le hice una pequeña invitación a quedarse aún si es por un pequeño lapso de tiempo, lo acepto sin pensarlo.
Me dijo que sí, porque prefería mis caricias y mis largas charlas en vez de su vacía cama, escuchando su cabeza repleta de aquellas juguetonas e incordiases voces.

슈짐 Drama King 〄  Yoonmin [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ] Where stories live. Discover now