𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒖𝒏𝒐: 𝐴𝑚𝑎𝑟𝑖𝑙𝑙𝑜.

2.9K 419 59
                                    

Cuando entramos a mi casa, ya ambos habíamos acabado nuestro café. Botamos los vasos que ya estaban vacíos, pero no rompió el enlace de nuestras manos, no lo hizo incluso cuando llegamos a mi cuarto, con la mirada de mis padres antes de que subiéramos las escaleras por completo. No estábamos incomodos, para nada, ni siquiera cuando sus manos fueron a mi cintura y la apretaron ligeramente con necesidad, separando así por primera vez el enlace que habíamos creado. — ¿Qué pasa?

Eso fue lo único que pregunte, pero él negó mientras se alejaba. —Nada, solo me encantas. Tu pequeño cuerpo y abundantes curvas, me enloquecen.

—Yoonie, —bajé la voz de forma avergonzada, mirando hacia otro lado. Comenzó a dejar besos en mi cuello presionando más, más sobre mi cuerpo. —Jodida mierda, no hagas eso

— No me digas lo que tengo que hacer
—lamio pequeñamente el lugar, solo para posteriormente morder. Era sensible, justo allí, tan sensible y expuesto como se podía ser. —Jugare contigo todo lo que quiera, bebé.

—Estúpido, si no fuera porque me gustas como lo haces, estaría odiándote ahora. —lo alejé totalmente con el ceño fruncido, yendo hacia mi cama y recostándome en ella. Ni siquiera estaba enfadado por la situación, si no por el hecho de que mi cuerpo se comporta como un idiota cada vez que YoonGi hace algo conmigo.

No duré más de dos segundo en la forma en la que estaba, YoonGi se sentó, apoyando su espalda en la pared que topaba con mi cama, y comenzó a trazar líneas en mi espalda que estaba expuesta hacia él de forma que mi cara no pudiese verse. Termine volteándome porque su voz más un lo siento me lo pidió, no había nada porque disculparse, pero que lo hiciera me demostraba que era importante para él de alguna forma. Termine sobre sus piernas y su rostro escondido en mi cuello, él solo lo saco de allí cuando al parecer, recordó que tenía algo en su bolsillo, no sabía que era, pero tomo tres o cuatro pastillas en seco de lo que sea que fuese en el interior de un pequeño frasco trasparente, me presto atención solo entonces, volviendo como antes a mordisquear las zonas sensibles que él ya conocía.

Presentía que necesitaba drogarse porque no lo había hecho hace mucho teniéndome a mi alrededor, intuía que él estaba intentando tan duro dejarlo mientras estaba conmigo, pero algo pasaba con él en ese momento, algo que lo había llevado a hacerlo a pesar de tenerme consigo. No se necesitaron palabras, ni explicaciones, ni nada, existe un silencio que sin quererlo, se convirtió en un método de comunicación para nosotros, su dolor se veía reflejado en esas pastillas, que aun siendo ignorante de saber qué es lo que eran, sabía que se trataban de algo cuyos efectos serian prontamente, si no es que en este mismo instante, notorios en él.

— ¿No vas a decirme que es lo que pasa en verdad, o sí? —negó, negó de nuevo como muchas otras veces antes, justo en este momento parecía un pequeño bebé indefenso que necesitaba cariño, yo lo hacía, acariciaba su cabello suavemente mientras él se acurrucaba más contra mí. —Me gustaría saber que hay en tu casa que no quieres ir allí.

—Lo mismo que acá. —susurro, frio, como siempre. Alejado de cualquier emoción que me demostrase en algún momento que se encontraba roto, asustado, perdido. Algo que me dijese que necesita ayuda. —Soy un fantasma como tú, un fantasma testigo de los errores que comete alguien que ama, viendo cada día su felicidad temporal, sabiendo que volverá al mismo solitario rincón a llorar otra vez cuando se dé cuenta de que esto no será para siempre.

—YoonGi...

—Hay cosas que simplemente solo nosotros dos entendemos. Solo tus manos en mi hacen que me sienta como si mi hogar ni siquiera debería ser llamado así, como si esto fuese necesario. —sin más, continuo su charla siempre cortado mi voz cuando va a decir algo, con la suya, rasposa y grave. —Me encantas, pero me encantas más que para un par de folladas y unos cuantos besos, va más allá de las caricias, de tú queriéndome. Es eso, eso que tienes, das amor aun si sabes que no siempre yo te lo daré de vuelta, eres asombroso, necesito que lo sepas.

Hice una pausa antes de decir algo más, siendo mis suaves caricias demostración de que eso había ablandado mi corazón de forma inmediata—Oh, no sabes lo que agradezco estar así contigo ahora. Y todo lo que eres, opacado constantemente con lo que te haces, es lo que me mantiene a ti, apegado, sin dejarte. No me arrepiento de querer romper tu corazón, a pesar de que ahora tú tengas lo que queda del mío.
—iba a decir algo más, pero pasó lo que siempre pasaba junto nuestras conversaciones se volvían más emotivas, mi teléfono comenzó a sonar interrumpiéndonos. YoonGi me sostuvo más contra sí, mientras yo me movía un poco por sobre encima suyo, el contacto mi cuerpo con el suyo era, si se podía decir, completo.

Pensé en no contestar pero decidí hacerlo, era TaeHyung. Maldecí, pero apreté el botón antes de llevarme el teléfono a la oreja, la voz preocupada de él estaba al otro lado, agitado. — ¿JiMin? ¿Te ha pasado algo, estas bien?

—No, no, no me ha pasado nada, ¿Qué ocurre?

—Oh, es que, no respondías mis mensajes, bebé. Pensé que te había pasado algo. —apreté más el teléfono contra mío con el sentimiento de culpa recorriéndome por completo, sonaba tan herido, de alguna forma, que me dolía pensar que por mi culpa fue lastimado, y que encima, no ha nombrado algo sobre eso.

—Mierda, lo siento, de verdad. He estado ocupado con algunas cosas, me he visto incapaz de contestar el teléfono. —mentí, lo hice calmándome un poco, había sonado creíble.

— ¿Crees que podríamos vernos ahora? Te extraño, solo, creo que vernos seria lindo.

—TaeHyung, no, lamento que no podamos vernos pero prefiero que lo hagamos mañana, ahora estoy ocupado yo- —y mi voz se cortó, justo cuando el gruñido de YoonGi se escuchó segundos después de que comenzara a comerse mi cuello, besándolo como antes lo había estado haciendo. Jodido Dios, comencé a balbucear porque pequeños gemidos amenazaban con salir de mis labios, no podía controlarlos cuando él seguía haciendo eso. —Mañana hablamos, cariño, lo- yo lo prometo.

Corté antes de recibir una respuesta.

Supe que el apodo estúpido fue un error cuando YoonGi simplemente se detuvo, alejándose levemente de mí, pero no por completo, con el ceño fruncido. Yo todavía estaba sobre sus piernas, miré directo a sus ojos, sus pupilas dilatas, como si estuviese realmente fuera de sí, pero no, él seguía siendo algo de él, aun si no fuese en un tiempo prolongado.
— Deja de llamarlo así, deja de hablarle, no quiero- no quiero esta mierda, ¿Esta bien?

— ¿Qué estás diciéndome?

—Que no quiero esto, no quiero que él te toque o se preocupe por ti, no quiero que pienses que él es una buena opción solo porque yo estoy jodido. Vas a ver en él lo que no hay en mí, te lo aseguro, lo sé, si no es que ya lo haces ahora.

—Él no es una mala persona, YoonGi. No merece que lo trate mal, o que lo expulse de mi vida de un momento a otro.

—Lo sé, ¡Sé toda esa mierda! Eso es lo que me preocupa. —aprieta sus puños como si quisiese golpear algo, pero yo lo abrazo, lo hago mientras dejo pequeños besitos en su cara, intento que se calme de alguna forma. —Soy una mierda de persona, él es como es estúpido jodido príncipe de los cuentos, no deseo que tú lo veas de esa forma, quiero que solo me veas a mí, es tan egoísta como difícil de entender, porque siempre estoy cagandola, cada vez que tengo la oportunidad, ahora estoy haciéndolo, voy a hacerlo de nuevo. No serás capaz de soportar.

—Yo sé cuánto soy capaz de soportar, ¿Entiendes? Yo sé lo que quiero, sé que te quiero a ti en mi vida, sé que no quiero ningún príncipe cliché, y ya, eso es todo, detén esto, detenlo ahora porque te estas sintiendo inseguro sobre mi alejándome, cuando sabes que no será así. Sabes que me tendrás a tus pies cada vez que quieras, mientras tú si podrás irte con cuanto chico o chica que se vea follable se te cruce por el frente. ¡Soy yo el que debería estar inseguro sobre cuando bueno estoy siendo para t-

Y me cortó de inmediato, cubriendo sus labios con los míos en medio de esta pelea que ni siquiera sabía si podía ser nombrada como tal. Con fiereza, me moví junto a él sin separarlo, era una batalla invisible de inseguridades.

Algo quedo en mi cabeza al final de que su boca y la mía se separaran, con mi labio inferior siendo mordido levemente por sus dientes, yo, a pesar de la seguridad con la que mis palabras salieron, no me encontraba de esa forma en absoluto, porque la verdad es que no tenía idea de cuánto era capaz de aguantar.

Solo esperaba que lo suficiente, para mantenerlo a mi lado.

슈짐 Drama King 〄  Yoonmin [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ] Where stories live. Discover now