XVI. No te voy a fallar

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La pequeña de las Urquiza se encontraba pintando en el suelo, amaba la habitación de Helena.
El color de las paredes la transportaban a las profundidades del océano, y la creatividad de la niña le daba un punto diferente al cuarto de su hermana mayor. Se imaginaba como los peces, delfines y tiburones, bailaban al ritmo de la música que sonaba en aquel instante.
En ese momento, Helena entró a la habitación, y a Bia se le iluminó el rostro.

- ¿Pintas conmigo? - preguntó la inocente Bia, que con tan solo seis años ya era capaz de calcar un cuadro de Van Gogh. Era un prodigio, y al cabo de un tiempo se daría cuenta.

- Ahora no puedo hermanita, después pintamos - dijo Helena con la mirada triste, algo estaba ocurriendo.

- ¿Te pasa algo Helena?

- No es nada tesoro, estoy bien. Después vengo y tocamos un poco el piano ¿Te parece bien?

La joven brasileña acababa de discutir con su novio Víctor, y estaba un poco triste, odiaba pelearse con él. A pesar del gran amor que ambos sentían, las peleas eran frecuentes en su relación.

- Está bien, voy a pintar - dijo Bia dando un abrazo gigante a su hermana, a Helena se le saltaron las lágrimas, adoraba a esa niña, y nunca permitiría que la ocurriera nada malo. Bia volvió a su zona de creación y agarró de nuevo uno de los pinceles.
Helena salió del cuarto y se encontró a su madre con Víctor en el salón de los Urquiza. El joven estaba muy arrepentido por la actitud que había tenido con ella, y sentía que lo mejor era disculparse con su novia.

- Os dejo solos - dijo Alice son una sonrisa cómplice. Víctor se acercó a Helena y la dio un abrazo, la joven se separó con delicadeza, antes de eso debían de hablar, aclarar lo ocurrido.

- No te puedes poner tan celoso, cada vez que un chico se me acerca Víctor

- Lo se Helena, pero no lo puedo evitar, no quiero que te vayas con otro

- Yo te quiero a ti, y eso nunca va a cambiar, te lo aseguro

- Yo también te quiero, nunca sentí lo que siento por vos, y por eso tengo miedo

Ambos tenían miedo, y no sabían que les depararía el día de mañana, lo único que deseaban era vivir juntos ese futuro, tener una familia y ser felices.

- Perdóname, prometo no ponerme tan celoso, soy un idiota

- Es cierto, eres un idiota - dijo Helena fingiendo estar muy enojada.

- ¿Cómo? - preguntó impactado Víctor por el comentario de su novia.

- Pero eres el idiota al que quiero - dijo Helena riendo.

- Yo también Urquiza, eres lo mejor que me pasó en la vida. Te prometo que nunca más te voy a fallar

Ambos se besaron mientras Beatriz observaba la escena. Bia adoraba a Víctor, siempre que este venía a su casa, jugaban o montaban karaokes en el salón, porque el novio de su hermana tenía un talento nato para la música, y a él le hacía mucha ilusión jugar con la hermana pequeña de su novia.

- ¿Que haces ahí escondida Bia? - preguntó Víctor tras encontrar a la pequeña asomando la cabeza. Bia se acercó y agarró la mano de su cuñado.

- ¿Vamos a jugar Víctor?

Helena miró a Bia, y acto seguido miró a Víctor, ella le lanzó una mirada de complicidad a su novio.

- Vayan a jugar un rato, yo mientras tanto voy a preparar la merienda

- Vamos Víctor, tengo muchas pinturas nuevas y te las quiero enseñar - dijo emocionada la pequeña, llevándose a Víctor hasta la habitación de Helena.

Esa fue la última vez que Bia jugaría con Víctor, esa sería la última vez que ambos compartirían y pasarían tiempo en el cuarto de Helena Urquiza hasta muchos años después.

Diez años después

Helena se encontraba tocando el piano en la residencia Kunst, mientras dos ojos verdes no le quitaban la mirada de encima.

- ¿Puedes dejar de mirarme tanto?

- No puedo, es que estás hermosa

- Víctor porfavor... - dijo Helena sonrojándose.

Esa misma tarde ambos se habían reencontrado después de años. Helena le había contado todo lo sucedido después del accidente, y aunque el principio el joven Gutiérrez no entendía nada, poco a poco fue asimilando lo ocurrido.

- Todavía no puedo creer que estés acá conmigo, es una locura mi amor

Helena después de tanto tiempo había vuelto a escuchar de la boca de Víctor aquellas palabras que tanta fascinación le causaban cada vez que las pronunciaba.

- Yo también estoy asimilando todo Víctor, debes de saber algo más

- ¿Hay más?  - preguntó Víctor nervioso.

- Bia no sabe nada, y no se cómo se lo voy a contar. Es más, no se de que modo voy a irrumpir en su vida nuevamente, estoy asustada...

- Tranquila ¿Sabes lo bueno de todo esto? Que ahora que yo sé la verdad, te voy a acompañar y juntos le vamos a contar todo a nuestras familias. Hace años te prometí que nunca te fallaría y quiero cumplir mi promesa, soy un hombre de palabra - dijo Víctor agarrando con firmeza la mano de Helena. 

Ahora estaba completa, después de tanto tiempo la mayor de las Urquiza sabía que no podía esconderse más, reencontrarse con su gran amor era el motivo de que eso ocurriese.

•••

Este fue un poco más largo, tuvimos momentos Vilena, Bilena, y hasta algún encuentro Víctor y Bia, para mí esa relación debería desarrollarse mucho más en la serie. A una semana y algo de acabar la emisión de la primera temporada, debo decir que me ha dejado una enseñanza preciosa, y que aunque sea una serie es muy realista, y todos los detalles están muy bien cuidados. Espero que os guste este capítulo y me dejéis en los comentarios de que queréis que traten los próximos. Un beso enorme y muy feliz entrada de mes.

SilviaClandestina






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