XXIII. Puedes contar conmigo

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Era primavera, se podía notar porque las plantas empezaban a florecer y los jardines cobraban vida.
Bia paseaba por su parque preferido, recorriendo cada uno de los rincones pero se sentía triste, se cumplía una semana desde que Manuel marchó a su país y sin haberle dado explicaciones a nadie. Estaba dolida con él pero al mismo tiempo le quería tener cerca, extrañaba a su príncipe español.
No entendía porque no se había querido despedir de ella y más después de todo lo vivido, quería explicaciones pero tal vez era demasiado tarde para ello.

Una semana antes...

Con tal solo 19 años Manuel Gutiérrez había experimentado la traición de una manera irracional. Su padre era nada más y nada menos que su supuesto tío. Todo le parecía confuso pero al mismo tiempo sentía una ira que le carcomía por dentro. Le habían mentido en la cara y durante todo ese tiempo habían creído que el joven español era como una marioneta que se puede manejar a su antojo y conveniencia.
Estaba harto de que le tratasen como un crío, ya no era aquel niño indefenso que vivía bajo una gran mentira.
Fue entonces cuando pensó en Álex Paula y Víctor, en como reaccionarían al enterarse de toda la verdad.
No era el momento de hacerles saber lo que escondían los secretos más turbios de la familia, no era el momento.
Y como sabía que no quería hacerles sufrir decidió regresar a su país, para alejarse por un tiempo de todos ellos.
No se despidió de ninguno de ellos, solo dejó una nota y se marchó. Una nota que no pasó por alto para Álex.

- ¿Entonces se fue así sin despedirse?

- Eso parece. Pero no me importa, no quiero saber nada de Manuel - respondió con tono serio el menor de los Gutiérrez.

- Álex porfavor en el fondo te duele, a todos nos duele que se haya marchado

- No a mí no, al final nos llevábamos a matar, mejor que se haya ido. Bastantes problemas hemos tenido tras su llegada

- Es el dolor el que habla por ti, Manuel no es un mal chico tal vez necesitaba espacio

- No lo defiendas Víctor, a ti también he ha dejado tirado - añadió con malicia.

Álex se acercó a la mesa de la habitación de Víctor y releyó la nota para sus adentros " Me marcho a España, no me busquéis por un tiempo. Cuando me sienta preparado os contaré toda la verdad. Un abrazo de vuestro primo".

- Sí obviamente necesitaba espacio... ¿pero tanto cómo para que se marchase a la otra punta del mundo? - el sarcasmo de Álex irritaba a Víctor pero prefería no decirle nada. Álex no entendía porque Manuel se había marchado a España de repente. Parecía que en casa de los Gutiérrez los secretos se guardaban bajo llave, como si al descubrir la verdad, se viniese el mundo abajo y ya no hubiera solución alguna.

- Creo que nos llama mamá para ir a comer - Víctor intentó cortar la conversación antes de que la habitación se convirtiese en un ring de lucha libre.

- Ahora voy - respondió Álex con cierta brusquedad. Se acercó a su habitación y buscó el teléfono, quería saber cómo se encontraba Bia. Tras las últimas semanas, ambos habían empezado a llevarse mejor, incluso hasta se podía decir que ya eran amigos.

- ¿Sí? - preguntó la voz de una joven al otro lado de la línea telefónica.

- Ey, soy Álex

- Hola Álex, ¿cómo andas?

- Yo bien, ¿pero tú... cómo estás?

- Estoy que no es poco

- Sabes que puedes contar conmigo - dijo con un hilo de voz. Nunca había sentido tanta vergüenza al decir algo así, con Bia las cosas eran diferentes pero sabía que su corazón pertenecía a Chiara.

- Obrigada Álex - respondió en su idioma natal. Bia sonrió mientras acariciaba el césped del parque. Álex había cambiado mucho desde que se conocían y eso era muy positivo. Pero sabía que aunque Álex le dijese que se encontraba bien la realidad era totalmente opuesta. Estaba segura que tras la partida de Manuel el pequeño de los Gutiérrez había acabado hecho polvo, porque a pesar de sus miles discusiones extrañaba estar cerca de él. Álex con el paso del tiempo le había empezado a querer de verdad y ahora se sentía traicionado. Primero fue Lucas y ahora Manuel, no quería perder a Víctor también. Por eso se escondía sus sentimientos para no tener que decirle a la gente que tenían razón, que Manuel era una pieza fundamental en su vida y también le había perdido.

•••

He vueltooooo!!
Es corto lo sé pero necesito inspiración para escribir capítulos más largos. Espero que os guste, pronto tendréis más. Este capítulo ocurriría antes de Brillo y decadencia que como ya sabéis la historia no tiene un orden cronológico.
En multimedia tenéis la nota que le escribe Manuel a los Gutiérrez.
Os mando muchos besos!

SilviaClandestina

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