[I] 4

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KyungSoo se separó de la puerta y caminó hasta la cocina para supervisar el trabajo de los cocineros; estaba molesto, ¿cómo Kris podía hacerle algo así a Tao? Porque no había que ser muy inteligente para darse cuenta de lo que estaba haciendo Kris, estaba engañando a Tao el chico que por más que se esfuerce en esconder su delicado corazón, a los ojos de Kyung era imposible de esconder, estaba seguro que si se llegaba a enterar de los actos de su esposo se destrozaria.

—¿Qué pasa?— le preguntó Kai, quien pasaba por su lado con una bandeja vacía.

—Acabo de ver como un conocido hace algo muy estúpido— dijo mientras caminaba hacía una olla para revolver su contenido con una cuchara de madera.

—La gente hace cosas estúpidas Soo, está en nuestra naturaleza— Kai le sonrió.

—Si lo sé, te tengo a ti a mi lado, ¿cómo no voy a saberlo?— preguntó con el ceño fruncido mientras revolvía el contenido de la olla.

—También te amo Soo— Kai le palmeo un hombro.— Solo nos quedan dos mesas y podremos cerrar— cambió de tema.

—Está bien— dijo.

—Y ya no te estreses, el estrés hace la carne dura—  Kai se retiró del lado de Soo, Kyung arrugó más el entrecejo y volteó la cabeza para ver a Kai alejarse, aún no comprendía del todo como había llegado a amar a alguien así; volteó la cabeza a la olla y sacó la cuchara de palo, mientras sonreía y le ponía la tapa.

******* *** *******

La puerta de la casa sonó, avisando la llegada de quien debió haber llegado hace más de cuatro horas atrás; Tao no había podido conciliar el sueño, le fue imposible, y no precisamente por preocupación, sino por enfado, le creía a Victoria, ella era como una hermana para él y no le encontraba lógica a que la chica mienta con respecto a algo que engloba de manera tan importante a su família.

Kris ingresó al cuarto y todos los sentidos de Tao se pusieron alerta para detectar cualquier anomalía, pero a la vez no quería saberlo, aún conservaba una pequeña esperanza de que todo fuese mentira, pero sus fosas nasales captaron un aroma ajeno al de Kris, una loción con toques de eucalipto; el olor le hizo picar un poco la nariz y sin querer estornudo.

—¿Tao?— Kris lo llamó, Tao se removió en la cama.

Kris caminó hacia el lado de la cama y se agachó a mirar a Tao, quien tenía los ojos abiertos en el momento, y eso lo asustó.

—Tenemos que hablar mañana Kris— y se volteó, dejando al mayor perplejo y viendo su espalda.

Kris solo suspiró y se puso de pie caminando hacia el baño, necesitaba una ducha, sabía que el olor de Lay estaba en todo su cuerpo y aunque no le molestaba no quería ser descubierto por su pareja, porque a pesar de que le estaba poniendo los cuernos y sabía que estaba mal no quería hacerle daño...¿irónico, no?, la verdad le haría daño a Tao de cualquier manera.

Se sacó la ropa y se metió en la ducha dejando caer el agua sobre su espalda sin temperarla antes, pegó un respingo que si fuera gato hubiera terminado pegado al techo, pero al no serlo solo se corrió hacia un lado evitando que el agua helada cayera sobre su cuerpo, diablos, eso le pasaba por estar pensando en lo que pasó en la cena, ¿y cómo no? Lay había estado hermoso, Kai lo tenía amenazado y en gran parte de la cena no pudo dejar de pensar en Tao aún cuando Lay era una gran distracción y se había dejado hacer por el.

Suspiró y se metió bajo el agua ya tibia y dejó que cayera sobre su espalda, de verdad, ¿qué estaba haciendo?¿iba en serio con Lay? era hermoso, millonario, con un gran carisma y montón de fans locas y locos tras su trasero, pero, ¿y Tao? su esposo no era distinto, también era hermoso, con su casi metro ochenta, midiendo ambos casi lo mismo, siendo apodados como la pareja perfecta del año, no solo basándose en su estatura, sino también en las capacidades que poseía cada uno, fucionandose y fomentandose entre ellos, Kris era abogado y Tao tenía un gran gusto por las leyes, Tao era un productor y músico y Kris tenía un gran amor a la música, Tao sabía artes marciales y era extremadamente flexible, Kris era un poco tieso, menos que antes de conocer a Tao.

Pasó el jabón por su cuerpo y luego el shampoo en su cabello, tenía sueño, solo quería ir a acostarse, pero estaba seguro que esa noche, pasaría frío...

Salió de la ducha y se amarró una toalla a la cadera, salió del baño y caminó a la cajonera para sacar un boxer y un par de pantalones, se vistió ahí mismo a la posibilidad de ser visto por su esposo. Ya puesta su ropa salió de la habitación y se encontró con una pequeña criatura fregandose un ojo.

—MinKi, ¿qué haces levantado?— le preguntó Kris, mientras el niño miraba hacía arriba.

—Papá...— murmuró— Yo venía a ver a papá Tao...— dijo y bajo la cabeza y su mano adormilado, Kris sonrió y lo tomó en brazos.

—Papá Tao esta durmiendo— le dijo al niño que con sus ojos cerrados se acurrucaba en su pecho.

—Papá Tao se sentía mal...—murmuró mientras el sueño comenzaba a llevárselo, ¿y cómo no? si estaba en los brazos de su papá Kris, en los cuales hace un largo tiempo no estaba.

Kris fruncio el ceño y caminó hacia el cuarto de MinKi.

—¿A qué te refieres?— preguntó mientras abría la puerta del cuarto y entraba con el niño.

—Papá se cayó...— fue como un susurro, pero que Kris alcanzó a entender, ya no le preguntó nada más a su hijo y solo lo acostó en su cama tapandolo bien, para luego salir del cuarto y cerrar la puerta tras su espalda.

Caminó hacia las escaleras y bajó dirigiéndose a la cocina por un vaso de agua, mientras pensaba a que se refería su pequeño hijo con que Tao se cayó.

—Señor Wu...disculpe—  Mei ingresaba por la cocina, pero al ver a Wu comenzó a irse.

Kris bajó el vaso de sus labios.

—Espera Mei— le pidió con agua en la boca, la chica volvió sobre sus pasos y se quedó en la entrada de la cocina. YiFan tragó el agua y la miró.

—¿Qué necesita señor?— preguntó ella.

—MinKi me comentó que Tao se cayó, ¿a qué se refería?— Mei agachó la cabeza un poco, para no hacer contactó visual con el señor Wu.

—Bueno...el señor se cayó en moto— dijo la chica, no sabía si era correcto decirle, ya que al parecer el señor Huang no le había dicho a su esposo lo del incidente.

Kris se quedó callado un momento,e inclinó un poco la cabeza, pensativo, lo último que supo era que Tao iba en el auto hacia su casa, ¿cuándo había sido lo del accidente, antes o después de la llamada telefónica que se realizaron?.

—¿Por qué salió en moto?— preguntó levantando la cabeza y mirando a Mei.

— No lo sé— contestó la chica, no es que le tuviera miedo a YiFan, sino que siempre mantenía una actitud sumisa hacia el para mostrarle respeto y que jamás sería capaz de estar en su contra, al final, el la mantenía, el había brindado un hogar cuando sus padres la echaron de la casa y dado la oportunidad de surgir en un país ageno al suyo.

—Bueno, gracias Mei— Kris paso por al lado de la sirvienta y se fue al cuarto que compartía con Tao.

Cerró la puerta tras de si y caminó hacia su  lado de la cama tapándose con las sábanas. Se quedó mirando el techo, esperando que Morfeo se lo llevara, pero su mente seguía maquinando preguntas y conclusiones con respecto a su vida y lo que debía hacer, y entre eso, pudo quedarse dormido.

Pudimos Ser Felices.Where stories live. Discover now