[R] 11

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Una puerta cerrándose lo sacó de su burbuja en la cual se había enfrascado y había logrado encontrar al culpable de todo, se puso de pie y caminó a paso firme fuera de la cocina quedándose en la puerta, encontrando a Tao bajar las escaleras con dos bolsos en cada hombro.

"está herido"

Le recordó su mente, iba a ir a ayudarlo, pero una parte de el tiró de si mismo para mantenerlo en el lugar y recordarle que el que bajaba por las escaleras era el responsable de todo lo sucedido, entonces su ceño se fruncio y miró a Tao bajar las escaleras con dificultad, no dudaba que aquellos bolsos eran pesados pero no le ayudaría, al menos el cargar con aquellos bolsos sería como un castigo para quien había arruinado el matrimonio.

Vio a Tao dejar los bolsos al lado de los otros y dirigirse a la habitación de Mei, sin siquiera mirarlo.

Por otro lado, Tao había sentido los ojos de Kris desplazarse por su silueta, y mentiría si no aceptara que se sintió como una presa, ya no podía ver a Kris de la misma manera; caminó hasta la habitación de Mei y tocó la puerta.

—Mei...— le habló. La chica abrió la puerta de inmediato, viendo a Tao.

—Señor Huang...— los ojos de Mei no se despegaban de su ojo.

—¿Estás lista?— le preguntó, Mei levantó dos bolsos del suelo y solo en ese momento Tao se percató que se había cambiado ropa—Vamos— le dijo, Mei asintió temerosa y siguió a Tao cuando este le dio la espalda y caminó con uno de sus bolsos, el señor Tao era un poco impulsivo, Mei estaba segura que lo que estaba haciendo no lo estaba haciendo 100% conciente, la mitad era solo un impulso del momento y adrenalina.

Tao volvió al living con Mei detrás que cargaba un bolso, Huang pasó de Kris nuevamente y se encaminó al garaje, donde metió el bolso de Mei y ella imitó la acción con el que traía.

—Trae el resto por mi por favor— pidió Tao y volvió a entrar, no quería estar más tiempo en ese lugar, había dejado de ser un sitio seguro y parecía una maldita casa del terror. Miró en dirección a la cocina, en busca de Kris, pero no lo vio, sus ojos se abrieron asustados, escaneado el área, hasta que a su izquierda detrás, un sonido de llaves le hizo voltear con rapidez. Kris tenía un manojo de llaves en la mano, eran sus llaves; el traje que llevaba Kris, a su medida y de color negro le hacia ver más intimidante, y el miedo que aún sentía Tao no lo hacía ver menos peligroso; tenía en la mano derecha las llaves y las movía entre sus dedos, haciéndolas sonar, mientras la otra mano estaba en el bolsillo de su pantalón, se veía hermosamente mortal, Tao suspiró, con miedo y dolor, antes de acercarse a Kris y arrebatarle las llaves, Kris dejó su mano con la que jugaba con las llaves estática en el vacío, sintiendo la ausencia de dichas, su cabeza se giró para ver a Tao que se esforzaba por parecer enojado, pero su ojo semi-hinchado y rojo no le ayudaban, sin contar los surcos en sus mejillas causados por las lágrimas que aunque se había esforzado en borrar, se notaban, Kris las notaba.

—¿De verdad te irás?— la voz de Kris salió profunda intencionalmente y eso confundió un poco a Tao, no sabía si le decía eso con burla o culpa, Kris siempre había sigo un acertijo que creyó conocer, pero jamás fue así.

—¿Acaso quieres que me quede?¿Para qué?¿Para golperme de nuevo?— sin filtro, no era justo que Kris pudiera demostrar su enojo por la situación y el tuviera que contenerse, ambos eran bombas de tiempo.—¿Golpearme te hace sentir muy macho?— gruño, acortando la distancia entre ambos, el coraje le había hecho acercarse.

—¿No lo soy?— la pregunta iba con un tono sugestivo, que en otra ocasión, en otra circunstancia a Tao le habría parecido sensual, pero en ese momento, en ese preciso momento solo le causó asco, si Kris le hablaba así a el, en ese momento, ¿qué le hacía creer que con su amente no lo había ocupado?

—No pienses con el pene Kris, hay hombres que tienen menos centímetros que tú y resultan ser mejores, en todos los sentidos— juego de palabras, con su doble sentido, Kris lo estaba haciendo y Tao también podía hacerlo. El rostro de Kris se fruncio, Tao había desvarolizado su miembro, y eso le había molestado bastante.

—Ojalá encuentres a alguien que te aguante y le guste metertela para escucharte gritar como una perra— Tao agachó la cabeza, hasta hace un momento la "conversa" llevaba un ritmo medianamente pasivo, pero ahora se había vuelto obsceno y asqueroso, Tao no contrataría a eso, no porque no le doliera, sino porque lo hacía en demasía y ya solo quería irse de ahí...

—Pásame tus llaves y tu celular— demandó, Kris fruncio el ceño con desconcierto.

—Entonces de verdad querías unirte a las señoras esas— bromeó, pero su comentario no tenía nada de chistoso.

—Deja de ser tan imbécil YiFan y por la misma mierda pásame tu celular y llaves, ahora— en el rostro de Tao, no había rasgo de una persona herida, solo había una muy irritada. Kris le quedó mirando fijamente unos segundos, tratando de hacer ceder el ceño fruncido de Tao, pero este no cedió y Kris le pasó su celular y llaves sin decir nada.

Tao tomó el celular entre sus manos y lo desbloqueo deslizando el dedo hacía arriba, entró a los contactos y borró su número, el de su tía y el de su tío, no quería que Kris lo volviera a contactar, ni a el ni a sus tíos, borró todo registro del celular que tuviera que ver con el, a excepción de uno...

Al terminar empujó el celular hacía el pecho de Kris, quien lo tomó sin apartar la vista de Tao, que ahora estaba ocupado sacando unas llaves del llavero, eran las de la otra casa, junto con otras a las que no le prestó atención, su mente se había planteado una pregunta de forma seria, ahora que sus humos habían disminuido un poco.

¿De verdad ese era el fin?

Ahora que veía a Tao sacando las llaves, eso parecía confirmarselo, la había cagado, había metido la pata hasta el fondo. Tao había sacado la primera llave, había tirado años de matrimonio por la borda, por un amante que le satisfacía mejor que su pareja. Ta sacó la segunda llave, Minki...Minki haría muchas preguntas, lo más probable es que tal vez lloraria, lo extrañaría, ¿qué día era hoy? Jueves, noche de películas...no habría, quién diría que el jueves pasado sería el último día de películas que tendrían. Tao sacó la tercera llave, los tíos de Tao lo matarían si se enteraban de lo ocurrido y sus padres, tan tradicionales también querrían matarlo. Tao lo miró y estiró el llavero hasta Kris, con la figura amarilla de un pollito miniatura, regalo de Minki.

—No nos busques— pidió Tao, todo rasgo de enojo desvanecido, estaba cansado, en su límite de soportar cosas, Kris contuvo la respiración—Solo estaré en contacto contigo para lo del divorcio— Tao corrió la mirada de Kris y tomó las llaves del auto entre otras que estaban en el mueble para luego darse vuelta—Si se nos quedó algo, quedatelo— fue lo último que dijo antes de emprender el camino hacía la cochera, no era nada justo en ese momento, no encontraba para nada correcto el tener que irse de esa casa, el tener que callar, controlar su rabia, su pena, su decepción, nada era justo en ese momento y lo único que quería era desaparecer...













Feliz Año Nuevo :3

Pudimos Ser Felices.Where stories live. Discover now