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Tao se inclinó un poco y besó la cabeza de Kris, ¿cómo no amarlo?,  cuando jóvenes Kris había sido tan descarado como para ayudarlo incluso cuando estaba en otro equipo y ni le conocía. Tao se alejó un poco y lo contempló, lo perdonaría, lo haría porque muy en el fondo no podía vivir sin el, pero primero deberían hablar del tema y ver si había compromiso por el lado de Kris para no volver a cometer el mismo error.

Zi se paró de la cama y salió del cuarto para ir a despertar a MinKi, para que asi alcanzara a desayunar. Caminó hacia la derecha y abrió la puerta al lado derecho, asomó la cabeza y vio que todo estaba oscuro todavía, nadie lo había ido a despertar, ingresó a la habitación y se acercó a la cama, sentándose en la orilla, para luego acariciar la cabeza de MinKi, el niño se removió un poco en busca de más contacto y terminó topándose con el cuerpo de su papá, Minki suspiró y comenzó a abrir sus ojos peresosamente.

—¿...papá Tao...?— preguntó, Tao sonrió, MinKi tenía un gran parecido en actitud con Kris aun cuando no  tuvieran la misma sanguineidad, eso apoyaba la teoría del ambiente.

—Debes levantarte— le dijo, MinKi se acercó más a Tao y lo trató de abrazar por la cintura.

—No quiero...— murmuró con la carita aplastada contra la cadera de Tao, Zi solo sonrió.

—Arriba remolon, Mei debe estar preparando el desayuno, apurate y desayunamos juntos— le acarició un poco más rápido el cabello haciendo que MinKi arrugara un poco su rostro y soltara a Tao; el niño se estiró un poco en la cama y luego se sentó mirando a su papá con los ojos entrecerrados, Tao lo quedó mirando, MinKi le sonrió y Tao también lo hizo para luego comenzar a reír tapándose con una mano la boca y la otra en sus costillas, Minki estaba todo despeinado y eso le causaba demasiada risa a Tao quien lo veía de frente con todas sus mechas paradas. Minki se contagió de la divertida risa de su papá sin darse cuenta que este se reía de el.

Cuando Tao se hubo calmado se puso de pie.

—Levantate palmerita— le dijo antes de salir del cuarto para dejar que su hijo se vistiera.

Tao bajó las escaleras hasta el primer piso y caminó a la cocina, encontrándose con Mei en ella, haciendo el desayuno.

—Buenos días Mei— saludó Tao con una pequeña inclinación de cabeza. Mei se giró a verlo dejando de lado lo que hacia y le saludó, con una reverencia más completa.

—Buenos días señor Tao. Estoy preparando el desayuno para usted— le sonrió.

—Gracias, preparalo para Minki también por favor— pidió.

—Si señor— contestó la chica.

—Papá!— le llamó MinKi. Tao salió de la cocina y miró hacia la escalera, viendo a MinKi caminar peligrosamente hacia la escalera con una polera en la cabeza que le impedía ver por donde iba.

Tao se desplazó con velocidad por el living de la casa y subió los escalones de dos en dos alcanzando a frenar a MinKi antes de que cayera por las escaleras, Tao se sentó en el último escalón de arriba y le arregló la polera a MinKi asi este haciéndose conciente de la situación, MinKi miró a su papá que le miraba con el ceño fruncido.

—Lo siento papá, yo no veía por la polera— se disculpó, Tao relajó el rostro y soltó el aire que tenía contenido en los pulmones, en la carrera hacia la escalera no se percató que lo había contenido, pero cuando lo dejó salir, sus costillas dolieron y en su rostro se vio una clara mueca de dolor, cerrando los ojos con fuerza, ante la acción Minki se asustó—¿Papá...?— Tao se inclinó hacia adelente, ocultando su rostro de agonía de su hijo.— Ll-llamaré a papá Kris— al escuchar el nombre Tao levantó la cabeza y estiró un brazo para tomar a MinKi pero sus reflejos fueron lentos y no lo alcanzó.

Pudimos Ser Felices.Where stories live. Discover now