bad boy // lucas nct.

17.

Lucas.

— ¿Puedo saber porque trajiste a Minah acá? ¿acaso te gusta?

Renjun me dió un ligero codazo a lo que reí suavemente. Habían pasado 10 minutos desde que habíamos dejado a las chicas con Hendery y Xiao.

— Todos son unos chismosos, claro que no me gusta esa nerd pero me gusta molestarla, es linda cuando se enoja.

Por varios segundos el silencio reino hasta que me di cuenta de lo que había dicho, haciendo que Renjun me molestará mas. Había conseguido un cliente que nos beneficiaria para la carrera que estaba prácticamente a la vuelta de la esquina, así podría entrar fácilmente a las ligas mayores que era lo que me importaba.

Cuando volví noté que los chicos no estaban dónde les había dicho; tenía un mal presentimiento desde hace un buen rato pero quise creer que no. Inmediatamente empezamos a buscar como locos en aquel pequeño pueblo.
Noté que Hendery y compañía venían hacia nosotros; pero no veía a MinAh eso empeoró más las cosas.

— ¡Alguien se llevó a MinAh! ¡Porfavor ayúdenme!.— Lágrimas caían sobre las mejillas de Chaeyoung, mientras que Renjun trataba de calmarla.

Sin pensarlo tome a Xiaojun por el cuello de su camiseta, enojado.

— ¿Que mierda te dije que hicieras? ¿Era tan difícil seguir una puta orden? Si no la encuentro o le pasó algo date por hombre muerto.

Bruscamente solté aquel agarre del cuello para de nuevo empezar a buscar dejando a atrás a los chicos; la desesperación poco a poco me consumía y también parte era culpa. Si algo le pasaba, todo va a hacer por mí, por no cuidarla.

Empecé a preguntar a las personas que estaban por esas calles obscuras hasta que alguien me dijo que había visto a unos chicos llevarse a una chica. Algo me decía que estaba cerca de encontrarla.

...

MinAh.

— Porfavor.. déjenme ir.

Apenas y podía decir aquella frase. Los gritos que fueron en vano habían lastimado mucho mi garganta. No sentía ni mis manos debido al amarre tan fuerte que habían echo para que no me escapara.

— Losiento bonita, pero no puedo dejarte ir. Son órdenes del jefe y si no las cumplo me irá peor que a ti.

Aquel chico había estado "cuidando" de mí desde hace un buen rato. El parecía ser bueno, a comparación de los otros. Se levantó del piso y salió del cuarto por varios segundos hasta que regreso con un vaso de agua dandome de beber de este.

— Necesitas tomar agua o de plano no tendrás voz. Sirve que te refrescas un poco.

— ¿Porque bueno conmigo?

— Bueno, se puede decir que no soy como los tipos que te raptaron. No estoy aquí por gusto, si no porque era mi única solución para salvar a mi familia. Por cierto, aún no me has dicho tu nombre.

— Soy MinAh, ¿cuál es tu nombre?

— Vaya, bonito como tú. Soy Minghao, un gusto en conocerte MinAh.

— Sabes.. tú no deberías estar aquí.

Minghao río suavemente, mientras se sentaba frente a mí.

— ¿Ah sí? ¿Y dónde se supone que debería estar?

— Me refiero que este no es tu mundo, a diferencia de los otros tu eres gentil.. buena persona.

— Eres la primera persona que me dice eso. Pero como te dije, está es mi única "solución". Mi familia está muy endeudado con el jefe así que mi padre para enmendarlo literalmente me vendió con él y así pagar sus asquerosas deudas.

A medida que me contaba su historia sentía un pequeño nudo en la garganta. Un padre abusador, sin madre y alejado de sus hermanos era terrible, era como la otra parte del mundo que no sabía que existía.

— ¿Con quién venías? ¿Acaso estabas sola? es muy raro que niñas como tú estén pot estos rumbos.

— Estaba acompañando a unos amigos y cuando desperté ya estaba aquí. ¿Sabes por..?

Fui interrumpida cuando de nuevo aquellos sujetos entraban a la habitación. Rápidamente Minghao se levantó del piso recibiendo un golpe en la cara por uno de ellos. De nuevo mis gritos se hicieron presentes en aquella habitación mientras que sentía que me levantaba de manera brusca.

— ¿¡A dónde me llevan?!? ¡porfavor sueltenme!

De nuevo sentía ardor sobre mi mejilla; había recibido una bofetada por parte de aquel orangután. No importo y de nuevo empecé a gritar con la poca voz que me quedaba, sacándome de la habitación. Me aterré cuando observe que ya estando afuera querían subirme a una camioneta negra.

Derrepente sentí una mano sobre la mía, haciendo que empezará a correr. Levanté la mirada y noté que era Minghao, eso me sorprendió bastante a decir verdad.

— NO DEJES DE CORRER POR NINGÚN MOTIVO.

Asentí a lo que dijo y como pude empecé a correr con todas mis fuerzas escuchando que los tipos nos venían persiguiendo. Por un momento creí que nos alcanzarían pero fue gracias a Hao que pudimos huir de ellos por un buen rato. Ayudo a quitarme lo que tenía en las manos y en los pies.

— ¿Porque lo hiciste?

— Digamos que tus palabras me hicieron reaccionar. Creo que si merezco algo mejor que esta vida que tengo.

Escuchamos que nuevo se acercaban y de nuevo empezamos a correr como pudimos. Y entre una calle con un poca luz pude reconocer a aquella persona de lejos. Corrí como pude rápido hasta llegar a él, abrazándolo con fuerza mientras que mis lágrimas caían de nuevo por mis mejillas.

— Tenía tanto miedo de no volverte a ver.