XXII

108K 5.3K 1.6K
                                    

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 XXII

~☤~

Habían pasado dos semanas, en las cuales había transcurrido siempre la misma rutina: me despertaba, iba a la escuela, Dylan llegaba con una chica nueva todos los días, se iban juntos hasta su casa, y yo caminaba hasta la mía

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Habían pasado dos semanas, en las cuales había transcurrido siempre la misma rutina: me despertaba, iba a la escuela, Dylan llegaba con una chica nueva todos los días, se iban juntos hasta su casa, y yo caminaba hasta la mía. Parecía como si jamás hubiese ocurrido nada entre él y yo, todo era igual que cuando había comenzado el año escolar. El idiota amigo de mi hermano mayor, acostándose con todas las chicas posibles, emborrachándose todos los días, saliendo los fines de semana, e intentando seducirme con provocaciones que sólo me decían que quería sexo conmigo. No sabía  dónde había quedado aquel Dylan tierno, y que hacía lo imposible para que me enamorara de él. Ahora, era el mismo mujeriego que antes, y podría decirse, aún peor. Antes, por lo menos, solía ser agradable, pero ahora parecía como si ninguna persona le importara. Trataba mal a todos, se había metido en muchas peleas por cosas que no tenían sentido, sin embargo, aparentaba ser eso lo que quería. Necesitaba descargar su ira con algo, y las peleas eran perfectas para eso. Era frío con las chicas con las que estaba, es decir, simplemente las besaba y las llevaba a la cama. Al día siguiente, ya ni se les acercaba.
Al igual que conmigo. Desde lo sucedido en mi casa, él ya no había querido hablarme, excepto por las veces que pasaba a mi lado y era inevitable que no dijera nada obsceno para hacerme acordar que, por más que no lo quisiera, su cama siempre estaría esperándome. Pero en ningún momento, quiso tocar el tema acerca de sus palabras aquel día. Tal vez estaba avergonzado, tal vez simplemente lo que decía no tenía tanta importancia como la que yo le di. Pero estaba confundida, ¿por qué un día me decía que me quería, y al otro ya estaba acostándose con otra? Debía responder a esa pregunta de alguna forma, y la única, era haciéndosela a él. Si me quería en serio, entonces quería saberlo, y si no significaba nada, tendría que dejar de pensarlo y olvidarlo de una maldita vez por todas.
Habría una fiesta de disfraces en la escuela el viernes por la noche, a la que todos asistirían con antifaces y vestidos como quisieran. Pensé en hablar allí con Dylan, pero quizás el no iría. Después de todo, estaba en último año, y ellos podían hacer lo que quisieran. Así como Mike no acudiría.
En cuanto a mi hermano, se había enterado de cómo estaba Dylan últimamente, y sus palabras fueron "no te merece, Claire". No ayudaron mucho, pero no quise hacérselo saber. Dijo que quería golpearlo, así que debí detenerlo diciéndole que no valía la pena. Aunque si Dylan quisiera acercarse una vez más a mí, estaba segura de que Mike lo molería a golpes. Por eso, decidí no contarle que hablaría con él. De todos modos, no volveríamos a tener lo de antes, si es que teníamos algo.

•••

Llovía torrencialmente cuando salí de la escuela. Sheila no había venido, y Mike se había ido horas antes. Los chicos y chicas de la preparatoria habían olvidado el rumor de que "dormí con Dylan estando con James", por suerte, pero las cosas no estaban bien con Hayley. Y sabía que no lo estarían dentro de mucho tiempo.
Pensé en correr hasta mi casa, aunque apenas puse un pie fuera de Dalton, quedé empapada. Ya tenía un fuerte resfrío, y no quería empeorarlo, así que preferí quedarme dentro hasta que se detuviera, a pesar de que parecía que llovería todo el día.
Me quedé en un rincón de la escuela mientras veía las notificaciones en mi celular. Había guardado mis libros en el casillero para que no se mojaran de camino a casa, y mi bolso estaba prácticamente vacío. Si voy a ser sincera, no me importaría sacrificarlo colocándolo en mi cabeza para no mojarme mientras corría a casa. No lo hice.
Empecé a sentir un olor horrible, que me hacía toser. Era cigarrillo, y el humo venía de detrás mío. ¿Quién demonios fumaba dentro de la escuela?
—Sé que te vuelves loca cuando me ves fumar —dijo Dylan, acercándose hacia la puerta de Dalton y colocándose a mi lado.
Exhalé aire con brusquedad y desvié la vista de sus ojos. Ver su sonrisa seductora me ponía nerviosa, y a la vez me molestaba.
—¿Ya ni siquiera puedes resistirte a mirarme? —preguntó, y al sentirme toser de nuevo, tomó el cigarrillo entremedio de sus dedos, lo sacudió para que lo viera, y luego lo apagó dejándolo caer en el suelo mojado.
—¿Qué quieres Dylan? —pregunté, con un tono que no disimuló lo harta que estaba.
Creo que sería imposible hablar con él.
—A ti —dijo, y tomó mi mejilla para rotar mi cabeza hacia él—, encima mío.
Quité mi cabeza con brusquedad, para alejar su mano de mi mejilla. En aquel momento, él quedó mirando mis ojos, al igual que yo los suyos, no por otra razón que no fuera querer descubrir qué demonios le estaba pasando. Con tan solo mirar los ojos del alguien, puedo saber qué sienten. En este caso, Dylan estaba completamente vacío.
—Te llevaré a tu casa —dijo, pero esta vez, de una manera más seria. Fue como si por un momento, me hablara igual que como lo hacía algunas semanas atrás—. No me permitiría dejarte ir sola con esta lluvia —se quedó callado unos segundos, esperando mi respuesta, y luego dijo para sí mismo—. Aunque ya me haya permitido dejarte ir.

Estúpidamente Perfecto © [TERMINADA]Where stories live. Discover now