21🐰

1.7K 169 12
                                    

Seungwoo arqueó una ceja, cuando Yohan entró en su oficina al día siguiente, con sus manos en sus costados. No tenía una pequeña bolsa en su mano. Lo sabía. Lo miró. Sus hombros se desplomaron con decepción, y se inclinó en su silla.

―¿Qué puedo hacer por ti, el día de hoy, Yohan?

Este sonrió y extendió sus puños cerrados.

―Otro regalo de tu admirador secreto.

Abrió la mano, sorprendido, cuando el hombre dejó caer un pequeño dije en su palma. Lo puso a la luz. Era un dragón negro. Se rió entre dientes y extendió su muñeca en donde usaba el brazalete.

―¿Te importaría? ―Preguntó, mientras le entregaba el dije negro.

Yohan agarró el dije atándolo cuidadosamente, en el brazalete. Una vez que lo hubo hecho, se volvió a parar e hizo una reverencia.

―Debería verlo pronto, mi príncipe.

―¿Ya me dejará verlo?

―Pronto ―dijo mientras salía de la oficina.

―Pronto ―gruñó, su boca se apretó con inconformidad. ―Sera mejor que el "pronto" llegue rápido.

Pronto se aplazó por días. Yohan continuó trayéndole un nuevo dije cada día, atándolos al brazalete. Una pequeña caja de plata, con símbolos célticos gravados en ella le siguió el día después de que llegó el dije del dragón negro.

La brillante manzana, que recibió el tercer día, hizo que se riera hasta que sus costados quedaron adoloridos. Ese día comenzó los planes para plantar árboles de manzanas Granny Smith en la primavera.

El dije de la zanahoria dorada, llegó el cuarto día. Recordó a Dongpyo diciéndole que eran un afrodisíaco para los conejos. Las implicaciones detrás del dije, hicieron que se retorciera de necesidad.

El dije del copo de nieve, en el quinto día, hizo que sonriera. La nieve seguía cubriendo el suelo afuera. Ese día, ordenó que trajeran más leña y luego pidió otra capa de piel, esta vez de color negro.

Las botitas de plata de bebé, que le entregó Yohan al sexto día, hizo que apretara sus manos en puños y presionara sus labios hasta que pudiera pedirle, sin llorar, a su amigo que se la atara. Después de que este se fue, comenzó a comprar cosas para una habitación para su hijo.

La perla blanca, envuelta en filigrana de plata, que llegó al sexto día lo dejó confundido, pero sabía que tenía algún significado para Dongpyo, así que no hizo preguntas. Ordenó un puñado de pequeñas cuentas, para que fueran entre cada dije.

Cuando llegó un pequeño dije de plata, con la forma de un corazón roto el octavo día, se derrumbó y lloró. Esa noche, mandó a Yohan a vigilar al pequeño y bebió hasta emborracharse.

Cuando se levantó a la mañana siguiente, su boca se sentía como si estuviera llena de algodón, y su cabeza estaba palpitando. Le dolía cada respiración. Se sentó debajo del chorro de agua caliente de la ducha hasta que el agua se enfrió, luego se arrastró hasta su dormitorio temporal y se vistió. Al menos, esperaba que fuera temporal.

Estaba sentado en la orilla de su cama, atando sus zapatos cuando oyó un golpe en la puerta.

―Adelante ―dijo.

Esperaba a Yohan, así que quedó sorprendido cuando se pararon frente a él, un par de pequeñas botas cubiertas de piel. Su aliento quedo atascado en su garganta, cuando alzó lentamente sus ojos. Su mente apenas percibió la capa de piel blanca. Todo lo que vio, fue a su pareja.

~|| Little Bunny ||~ •SEUNGPYO• Seungwoo X Dongpyo OMEGAVERSE (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora