24🐰

1.6K 173 68
                                    

Los próximos minutos, fueron una bruma de actividad, mientras era metido en el dormitorio rápidamente, desvestido, y colocado en el nido de mantas y almohadas que había construido en la esquina de la habitación.

Lo observó todo, como si lo estuviera mirando a través de una niebla, lo único en lo que se podía concentrar era en el dolor que desgarraba su abdomen. Tan repentinamente como había comenzado, el borrón de actividad se detuvo. Sintió una mano acariciando su desnudo estómago y se volteó para ver a Seungwoo sobre él. Le dio una débil sonrisa a su pareja.

―Hey.

―Hey, conejito.

El pelinegro sonrió.

―Supongo que ya es hora.

―¿El doctor está en camino?

Exhaló un suspiro de alivio, cuando Seungwoo asintió. Estaba muerto de miedo de que algo fuera a salir mal.

Quería a este bebé más que a cualquier otra cosa, excepto tal vez, por Seungwoo. No podía vivir sin su pareja, y no sólo porque la UPAC lo dijo. La United Paranormal Alliance of Cooperation, o el Consejo de Ancianos como los llamaba la mayoría, había jugado su jueguecito y en lo que concernía a él y a Seungwoo, habían ganado. Los dos eran cambiaformas de diferentes especies, que deseaban pasar el resto de sus vidas juntos porque se amaban, no porque tenían que hacerlo.

―¿Necesitas algo, amor?

Comenzó a sacudir su cabeza, cuando lo atravesó otra corriente de dolor. Lo sentía hasta la punta de sus pies. Gritó hasta que su voz se rompió. Cuando el dolor comenzó a disminuir, notó que Seungwoo estaba agarrando muy fuerte su mano.

Dándole una mirada, se sorprendió de ver la expresión de dolor en el rostro de su pareja.

―¿Seungwoo?

―Eso fue realmente intenso.

Parpadeó. El rostro de Seungwoo estaba realmente pálido.

―¿Sentiste eso?

―No como tú, pero... ―, hizo una mueca. ―De verdad odio verte sufriendo, conejito. Me siento responsable.

Una carcajada de risa adolorida se le escapó de los labios.

―Eres responsable, papi.

―¿Papi? ―Seungwoo comenzó a sonreír. Ésta se volvió más y más grande hasta que todo su rostro se iluminó. ―Me gusta eso... papi.

―¿Cómo creíste que iban a llamarte? ¿Mami?

El rostro de Han se ruborizó.

―Supongo que en realidad nunca pensé en ello.

―Bueno... ―Hizo una mueca, cuando comenzó otra ola de dolor. ―Puede que quieras empezar a pensar en eso, porque este bebé viene en camino.

―¡No, no! ―Dijo Seungwoo nervioso, con los ojos abiertos al tope ―No hasta que llegue el doctor.

Negó con la cabeza. Sentía la incontrolable urgencia de pujar.

―No hay opción ― jadeó.

―¡Dongpyo, no! ―La voz de Seungwoo estaba llena de pánico, mientras bajaba los ojos, hacia la parte inferior del cuerpo de su conejito. ―Cruza tus piernas o algo. No lo dejes salir aun.

―¡Seungwoo, maldita sea! ―Le gritó, hasta que el dolor obligó a que su voz gritara más fuerte.

Para cuando hubo acabado, el pelinegro estaba arrodillado entre sus piernas, perlas de sudor goteaban por su frente. Este le pasó sus manos a través de su cabello, luego lo miró.

―De acuerdo, podemos hacer esto. Leí todo lo que los Ancianos pudieron encontrar sobre conejos. Puede que no entienda todo lo del útero temporal y el canal de parto, pero tengo mucha confianza en que podemos hacer esto.

Se habría sentido mucho más seguro con las palabras de Seungwoo, si las manos del hombre no hubiesen estado temblando.

―Tengo miedo.

―No hay nada que temer, amor. La gente tiene bebés todos los días. Vamos a hacerlo bien. ―Los labios de Seungwoo temblaron, mientras se convertían en una débil sonrisa. ―¿Y no crees que el doctor va a estar sorprendido, cuando llegue y ya no lo necesitemos?

Dongpyo admiraba el toque de humor de su dragón. Es sólo que sentía demasiado dolor como para responderle. Comenzaba en su abdomen y envolvía todo el caminó hasta la mitad de su espalda. Sentía como si hubiera garras tratando de desgarrarlo desde adentro.

―Está bien amor, puja.

Pujó. No tenía otra opción. Pujó y gruñó, tensándose, mientras pujaba para que el bebé saliera. Oyó la exclamación de Seungwoo pero estaba jadeando demasiado como para poder mirar. Simplemente cerró los ojos y dejó que su cabeza cayera, contra el montón de almohadas.

―Mira lo que hicimos, conejito.

Abrió sus ojos y miró. Seungwoo tenía un pequeño bulto envuelto en una manta azul, acunada en sus manos. Se lo colocó en el pecho. Su boca se abrió con asombro.

―Un conejito negro ―susurró. ―Es un conejito negro.

―Lo es― Seungwoo sonrió, como el orgulloso nuevo papi que era. ―Parte de mí y parte de ti.

Comenzó a estirarse para tocar al conejito bebé, cuando lo atravesó más dolor. Jadeó.

―Seungwoo, no creo que hayamos terminado.

Su pareja fue rápido, mucho más rápido de lo que habría imaginado. El conejito negro fue transferido cuidadosamente a otra manta, y Seungwoo fue a brindarle su ayuda con el siguiente bebé―un hermoso dragón blanco que poseía la misma heterocromía que su papá conejo.

Pero él no había terminado. Después de que nació el bebé dragón, un tercer bebé se unió a la familia, uno que lo desorientaba tanto a él como a Seungwoo.

Era un conejito blanco, pero tenía alas como un dragón... ¿Una combinación de ambos, tal vez?

Lo acunó contra su pecho, mientras Seungwoo traía la canasta y sacaba a los dos primeros bebés. Notó las lágrimas recorriendo las mejillas de este, mientras miraba a los bebés.

―Míralos, conejito ―susurró Seungwoo. ―Mira lo que hicimos.

Se rió del asombro en la voz del pelinegro. El hombre sonaba como si nunca antes hubiese visto a un bebé. Se sentía adolorido y mareado y más cansado de lo que podía recordar haberse sentido en su vida. Pero estaba feliz, y estaba con Seungwoo y sus preciosos bebés. Los amores de su vida. Por ahora, eso era suficiente.

~|| Little Bunny ||~ •SEUNGPYO• Seungwoo X Dongpyo OMEGAVERSE (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora