22🐰

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Dongpyo lucía intrigado, cuando tomó la mano que le ofrecían. Lo puso de pie gentilmente y lo condujo fuera de la habitación. Junho y Wooseok los siguieron un paso atrás, mientras caminaban por el segundo piso.

Se detuvo en la puerta contigua a la que conducía a sus habitaciones. Se volteó hacia Dongpyo, temiendo que el hombre pudiera estar enojado, por lo que había hecho. Sólo quería demostrarle a su pareja que aceptaba a su hijo, y esta era la única forma en la que podía pensar.

―Si quieres cambiar algo, sólo dilo, ¿está bien?

El pelirosa frunció el ceño, obviamente confundido. Abrió la puerta y condujo a su pareja dentro de la habitación, que había creado para su bebé. Dongpyo se apartó y se adentró en la habitación. Quedó boquiabierto, mientras lo miraba todo.

Se paró junto a la entrada y junto sus manos, mientras esperaba el veredicto de su pareja. ¿Dongpyo lo odiaría? ¿Lo amaría? ¿Se sentiría celoso porque no había ayudado? ¿Había hecho las cosas bien, al diseñar la habitación del bebé sin la intervención de su pareja?

―¿Qué piensas? ― preguntó finalmente, cuando ya no pudo soportar más el silencio.

―¿Tú hiciste todo esto? ―Le preguntó Dongpyo, mientras se giraba en un círculo.

―Sí. Llamé al Anciano de tu colonia de conejos y me aseguré de que tener todo lo que necesitaría un bebé conejo. Quería asegurarme de que el pequeñín tenía todo lo que necesitara, para tener un buen comienzo.

―¿Ves? ― dijo, mientras caminaba y señalaba la zona de juego acolchada que había puesto. Había cajas en donde esconderse y túneles a los cuales subir, todo envuelto en una colorida felpa, para que el bebé no saliera lastimado. ―El Anciano dijo que nacería como un conejito, pero que sería capaz de cambiar a su forma humana, después de una semana. Quería asegurarme de que tuviera un lugar seguro, para jugar en cualquiera de sus formas.

―¿Y la cuna?

Sonrió, mientras miraba al otro lado de la habitación a la antigua cuna de madera. Era dos veces del tamaño de una cuna regular.

―Esa era mía. Mi padre me la hizo cuando mi madre estaba embarazada de mí.

―Eso explica por qué es tan grande.

―Los bebés dragones necesitan un montón de espacio para dormir.

―Has estado ocupado.

Miró alrededor del cuarto y trató de verlo a través de los ojos de Dongpyo. Las paredes estaban pintadas de un color amarillo claro. Unas coloridas figuras de animales, arboles, y nubes pintadas en un mural, de un lado de la habitación al otro.

La antigua cuna de madera, tenía una mesa para cambiar los pañales que le hacía juego que estaba completamente equipada. Un móvil de dragones volando, de varios colores, colgaba sobre ella. Había estantes llenos de libros, un armario lleno de ropa, y cajas de juguetes completamente repletas.

A su bebé no le faltaría nada.

―¿Te gusta?

―Parece que has pensado en todo.

Su corazón se hundió.

―Quería que supieras, que hablaba en serio. Sé que estás llevando a mi hijo, un hijo al que quiero mucho. Quería que supieras que te creo, que sé que me estabas diciendo la verdad.

Sintió la intensa mirada de Dongpyo. Tragó con fuerza. Levantó su mano rápidamente.

―Antes de que digas algo, hay una cosa más que tengo que mostrarte. Comencé esto el día que te traje a casa.

Caminó hacia la puerta, en el extremo más alejado de la habitación, lejos de la entrada. Se detuvo y esperó a Dongpyo se le uniera.

―Cierra tus ojos, conejito.

Dongpyo frunció el ceño, pero hizo lo que le había pedido. Esperó un momento, antes de abrir la puerta. Escoltó a Dongpyo cuidadosamente hasta el medio de la habitación y luego le hizo detenerse.

―Está bien, conejito, abre tus ojos.

El pelirosa abrió sus ojos de colores e inhaló casi instantáneamente.

―Seungwoo...

―Hay una puerta que conduce a nuestras habitaciones, también está la que lleva a la habitación del bebé― le dijo. Señaló al otro lado de la gran habitación. ―Y esas puertas dobles conducen a nuestro balcón. En verano, puedes abrirlas y dejar que entre brisa fresca.

―¿Cómo... cómo hiciste esto?

―Hizo falta un poco de planeación y un montón de trabajadores. El arquitecto tuvo que re-adaptar el piso, para que pudiera contener el suelo que necesitaba el jardinero para plantar césped y árboles. Las flores fueron mucho más fáciles, ya no necesitaron mucho suelo.

Comenzó a emocionarse, ante la mirada de asombro en el rostro de Dongpyo. Empezó a caminar, queriendo mostrárselo todo.

―Y aquí, mira― señaló. ―Se las arreglaron para poner un sistema de irrigación para que todo esté regado. El jardinero vendrá dos veces a la semana, para deshierbar y esas cosas, pero dijo que con el tragaluz allá arriba, todo debería crecer bastante bien. De esta forma, tú y el bebé tendrán un lugar para correr y jugar en un entorno natural.

Regresó para pararse junto a Dongpyo, ansioso por ver su reacción.

―Es seguro estar aquí, amor, para ti y para el bebé. No hay plantas venenosas. No hay forma de que nadie entre. Puedes transformarte y venir aquí siempre que quieras.

―¿Hiciste esto para nosotros? ― dijo Dongpyo suavemente. ―¿Para los dos?

―Si conejito, lo mejor para ti ―se acerco a su pareja y acarició su vientre abultado ― para ustedes.

―Me amas ― susurró Dongpyo, conmocionado únicamente audible a sus oídos.

Una lágrima recorrió la mejilla de este.
Seungwoo miró a su alrededor y de repente sintió que había cometido un gran error. Dongpyo no estaba diciendo nada. Ni siquiera estaba mirando la habitación. Sólo estaba ahí, mirándolo con una curiosa expresión en su rostro, la cual no pudo descifrar.

―No, no, no llores, conejito. ― se sintio de nuevo como un idiota. Sabía que esta era una idea estúpida. ¿Acaso alguien había escuchado sobre un parque para conejitos en el interior? ―No se supone que llores. Si no te gusta...

―Lo amo. ―Dongpyo sonrió resplandecientemente. ―Y te amo.

Sus ojos quedaron estáticos. Lo llenó una alegría pura.

―¿Sí?

Dongpyo sonrió y comenzó a alejarse, llamando a su pareja con el movimiento de un dedo coqueto. Sus ojos violeta y celeste comenzaron a oscurecerse.

―Tal vez no sea tan flexible como antes, pero podemos estrenar este lugar. ¿Cómo te sientes sobre hacer el amor en las enormes puertas de cristal que dan hacía afuera?

Tragó con fuerza. Sentía como su corazón saltaba justo en su garganta.

―Estoy muy a favor de eso.

~|| Little Bunny ||~ •SEUNGPYO• Seungwoo X Dongpyo OMEGAVERSE (ADAPTACIÓN)Where stories live. Discover now