V.

1K 119 15
                                    

Su voz inundo mi tímpano instantáneamente, las manos me temblaban. Mire hacia Will; quien movía sus manos frenéticamente de un lado a otro, quería reírme pero la situación no era buena del todo.  

—Habla, bebé, —Camino hacia mí, poniendo su palma en mi hombro— vamos, tú puedes.

¿Hay alguien ahí? —Sí, trate de decir, más mi voz había desaparecido por arte de magia; dejándome sin habla.

Negué dándole a entender al castaño que tenía enfrente; que no podía, asintió y tomo el teléfono de mis manos.

Aquí, Will, ¿Quién por allá? —La voz de Will se escuchaba extrañamente raro a través de la radio, pero la alegría y su actitud era muy buenas y positivas, comparada con la mía; que era totalmente opuesta.

¿Quién crees tú? —Solté una risa ante la pregunta estúpida de Will, era obvio que llamaba a su emisora, pero él era así por nacimiento, y particularmente no tenía nada que hacer a cambio—. Soy Harry Styles, querido amigo. ¿Qué paso? ¿Por qué no atendiste la llamada automáticamente? Te sorprendió mi voz tan varonil, ¿quizás? O… ¿alguna chica que te distrajera? — Definitivamente estaba enamorada hasta la madre con ese hombre. Aún tenía oportunidad de hablar, quizás, tan solo quizás; decir un ‘Hola’.

La verdad me mata tu voz. Y sí, hay una mujer—Will me miro, intentando no sacar a relucir su sonrisa—que está más que buena, quizás la quisieras conocer, pero ella es muy tímida—soltó, dejándome anonadada.

No, no, él no tenía que hablar de mí y mucho menos decirle como era—Tiene un cuerpo de infarto—un suspiro salió de los labios del cabrón de mi amigo, haciéndose el más interesante—pelo raramente bipolar, pero muy bonito. Ojos color avellanas, donde varias veces me he perdí en ellos, tiene una chispa que emana alegría pura.

Valla, amigo, esa mujer sí que se escucha buena, —Will sonrió con suficiencia, alzándome las cejas— ¿y cómo se llama? —Mierda.

Hice señas con mis manos moviéndolas de un lado para otro; ‘ni se te ocurra cabrón que te corto los huevos’ le susurre, dejando en claro que lo haría.

Isabelle— intente quitarle el teléfono de la mano, y cortar de una buena vez por toda la maldita llamada.

Bueno, Isabelle, no soy tan feo para que no quieras hablar conmigo —Mi cuerpo se paralizo rápidamente—. Un beso enorme para ti desde aquí, y bonito nombre por cierto.

Dios, él había dicho mi nombre, mi maldito y puto nombre. Se escuchaba tan bien viniendo de él, ¡Por la santa cachucha! 

radio; au. ▶harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora