S T R A Y : 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔

•.·|XI. ¿Bromance?|·.•

No supieron con exactitud en que momento habían llegado a cumplir diez días conviviendo juntos.

El camino que habían recorrido de por sí, había conllevado más obstáculos de lo previsto. Sin embargo, los nueve príncipes parecían haberse adaptado a su nuevo estilo de vida más antes de lo planeado. Por lo tanto, para los instructores no fue demasiado trabajo ayudarlos a tener en claro que ya no estaban en su reino, por lo que ellos mismos debían hacer sus cosas y llevar a cabo la respectivas actividades para satisfacer sus necesidades.

— Tengo hambre . . .

— Puedes prepararte lo que quieras en la cocina. — indicó Namjoon en respuesta, a lo que el menor frente a él asintió.

— Entonces no hay problema si dejo el entrenamiento un momento, ¿Verdad? — interrogó el más bajo con precaución en cada palabra que salía de su boca.

— Por supuesto que no. Además que no deseo que tengas una descompensación como tu compañero Seo, así que ve tranquilo. — el chico de cabello oscuro se encaminó a la cabaña en cuanto el mayor le había dejado de prestar atención.

Ingresó al lugar como si este hubiera sido su casa de toda la vida. Y no era sorpresa haberse acostumbrado tan rápido, puesto que la cabaña era tan acogedora como su castillo y su reino en general. Era fácil sentirse cómodo en ese sitio.

— Oh . . . Jeongin. — murmuró al verlo dentro de la cocina, con un vaso de agua en mano. — Y Hyunjin.

— Hola, Chan. — habló primero el peli negro con una sonrisa en el rostro.

— ¿Qué hacen aquí? — cuestionó mientras llevaba sus manos a los bolsillos de su pantalón — Pensé que ninguno podía retirarse del entrenamiento.

— ¿Lo dirás?

— Esa no es la cuestión-

— Entonces no pasa nada. — replicó Jeongin con una sonrisa ladina. Dejó el vaso a un lado y avanzó un par de pasos hacia él — Si tú no dices nada, entonces será como si no hubiera pasado nunca, ¿Comprendes?

— Jeongin se teletransportó hasta aquí, y yo entré a escondidas. No fue planeado, nos encontramos por mera casualidad y acordamos no hablar de lo sucedido al salir. Es sólo un momento. — explicó Hyunjin apurado, tratando de obtener la atención de Chan, pero este parecía sólo notar la presencia de Yang.

— Miren, yo-

— Además . . . — lo interrumpió el menor — ¿Porqué tú estás aquí?

— Entré con el permiso debido del instructor Namjoon. — aclaró contundente — Me disgusta que no se obedezcan reglas dictadas por los superiores.

— No hemos matado a nadie-

— Yang Jeongin. — lo cortó de repente el mayor frente a él, para luego dar un paso en su dirección. Acortando la distancia. — La regla es simple. Y aún así no la obedeces. Fácilmente podrías ser descartado para cualquier tipo de misión, ¿Comprendes eso?

— Oye, yo-

— No. No lo haces. Porque sigues aquí, intentando con cada segundo que pasa, encontrar la excusa perfecta para salir victorioso en una discusión originada por tu falta de compresión, responsabilidad . . . Y sobre todo . . . Madurez. — las palabras eran duras, él lo sabía, pero por alguna razón, sus labios no dejaban de moverse.

— ¡Chan! — exclamó Hwang desde su esquina, para después acercarse a ambos, y pararse frente al mayor — No hables libremente de esa forma. No tienes derecho. Él sólo tiene dieciocho . . .