Pétalos de rosa .- JenLisa ✔️

#13

POV de Lisa

La muerte no fue amable. Mina lo sabía. Ella eligió sufrir sola, que tener todo el mundo a su lado. La muerte llega repentinamente, arrebata donde puede, llevando a personas que eran demasiado jóvenes, demasiado buenas. No pretendía importarle, no pretendía distinguir. El valle encapuchado de la muerte había permanecido sobre el mundo durante mucho tiempo, siempre amenazador. Nunca había tocado a Lisa tan cerca. La muerte había arrancado una parte de ella, la parte de ella que más amaba. Mina fue amada.

La vida puede ser el comienzo, pero ¿quién puede decir que la muerte es nuestro último camino? ¿Qué pasa si la muerte es la mitad de la historia y tienes que leerla para llegar a un lugar más allá de la muerte?

Pero si vamos al siguiente camino después de la muerte, ¿será nuestro último camino o estamos destinados a seguir caminando? ? Hasta que lleguemos al final de la nada.

Mina temía a la muerte, toda su vida había temido a la muerte, reprimida lidiando con la idea, nunca lista para partir. Siempre para ella habría mañana y pasado mañana. A medida que envejecía, había hecho compañía con los que eran mayores que ella, después de todo, si todavía vivían, ella era joven.

Pero llegó un día en que todos sus amigos mayores habían fallecido y una feria Algunos de los más jóvenes también. El tiempo ya no era su conocimiento casual, sino que la conducía constantemente hacia adelante si sus pies querían seguir o no. 

Solía ​​llorar por lo cruel que era la muerte. Cómo le quitaba la felicidad cada vez que la encontraba con alguien. Y cuando encontró su felicidad conmigo, la muerte decidió alejarla de mí.

El cuerpo de Mina era perfecto, más joven, saludable. Siempre solía mirar a la fuente de la música, ya que eran los Beetles, la misma canción que solíamos bailar en la cocina cuando éramos jóvenes. Sobre una vieja mesa de madera había una conexión inalámbrica que crujía un poco. Mesa de madera. Solíamos reírnos de cómo era tan viejo y malhumorado, incluso su alma era increíble. Su espíritu era muy divertido y fue una bendición. Dios, a veces me odio por ser yo.

Ahora mismo estoy en un funeral. El funeral de mi amigo. El funeral de Mina. 

La magnitud de la desesperación en mis ojos debe ser enorme, supondrás. Y sí, estoy triste. Porque ella se fue, desagradecida no regresará. El funeral consistió en ropa negra y caras cerosas blancas, cada una con ojos rojos hinchados.

Era como si conspiraran para mostrarme cómo sería el mundo sin ella. No debería Todo debería ser tan gris y brumoso como mis emociones, debería ser frío y húmedo con aire silencioso. Pero los pájaros todavía cantaban y las flores aún florecían. Caminé por el cementerio como una silueta mía, deseando realmente ser tan insustancial como las sombras para que mis entrañas no se sintieran tan destrozadas. Cuando miré un banco cerca del frente, las lágrimas contenidas comenzaron a fluir. No me daba vergüenza. La amo. Porque ella ha estado allí para mí desde el primer día; Ahora que se había ido, una luz se había extinguido para siempre en mi corazón. Me senté en mi dolor silencioso y esperé el inicio del funeral. 

"En el cielo estamos envueltos en el amor perfecto de Dios. Estamos completos, estamos sanos y estamos juntos con los que amamos. Después de la muerte caminamos de la mano con Jesús en arenas vírgenes mientras las olas claras traspasan nuestros pies descalzos. Su perdón es perfecto, completo. Quita los pecados de nuestras vidas, los lava en la marea suave. Responde a todas las preguntas, levanta todas las cargas de nuestra vida. "Cuando estamos listos, nuestros seres queridos aparecen en la playa por delante, todo rastro de juicio se ha ido". El sacerdote dijo. como alabamos 'Amén'. Marqué mis ojos en el suelo todo el tiempo, sin saber cómo contener el dolor en mi pecho.