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• _____ y Los Losers pt. 3 •

—No entiendo porque te pusiste celoso.

—P-porque tú eres co-como mi mej-mejor amiga, y n-no quisi-quisiera que te al-ale-alejaras de mi.

—Bill, yo te dije que siempre estaría para tí, es una promesa que pienso cumplir siempre —contesté.

—B-bien, nos ve-vemos mañana en la es-escu-escuela —se despidió de mí y yo hice lo mismo.

Nos encontrábamos Bill, Stan, Eddie, Richie, Ben, Bev y yo cerca del lago ya que estábamos esperando a Mike para salir a pasear. Caminábamos cuando escuchamos como Henry y sus gorilas le gritaban y golpeaba a alguien, nos acercamos a ver de quién se trataba, para nuestra sorpresa era Mike lo cual nos hizo enfurecer a todos, Beverly tomó una roca y se la arrojó a Henry a quién le dió en la cabeza lo cual hizo que parara de lastimar a Mike y el corriera con nosotros.

—Que tino —le dijo Stan a mi amiga y ella solo agradeció.

—Se esfuerzan demasiado perdedores, _____ se acostará con ustedes de todos modos, solo pídanlo amablemente, igual que yo —hizó una seña vulgar frotando sus partes íntimas mientras me miraba— Oh de hecho también pueden incluir a Beverly es una zorra al igual que su amiga.

—No te humilles más Henry, ¿Quién quisiera estar con alguien cómo tú?, eres un asco de persona —me defendí.

—Eso no fue lo que dijiste hace unas semanas, ¿O sí zorrita?.

De pronto ví como una roca se dirigía a sus gorilas, cuando voltee pude ver qué fue Ben quién la había lanzado; De pronto todos empezamos a lanzarles rocas y ellos a nosotros.

—¡Guerra de rocas! —gritó Richie a quién lo golpeó una e hizo que cayera al suelo.

—¡Mierda Richie! ¿Estás bien? —pregunté algo alarmada.

—¿Acaso ya morí? ¿Eres un ángel? —preguntó y supe que estaba bien.

—Eres un idiota Richie.

Pasaron unos momentos más de la guerra que se había formado y al poco rato Victor y Belch se habían ido solo dejaron a Henry el cuál se miraba algo asustado.

—Ya no eres tan valiente, ¿O sí Bowers? —dijo Bev.

—¡Se arrepentirán perdedores! ¡Todos la pagarán, en especial tú Lohan! —empezó a gritar antes de irse de ahí.

Todos nos fuimos a una especie de "refugio" que había encontrado Ben el cual dijo que sería exclusivamente para los perdedores.

—Wow enserio eso estuvo cerca, pero que bueno que les dimos una paliza —exclamó Richie.

—Richie, tú ni siquiera peleaste, te arrojaron una roca a la cabeza y te quedaste tirado —hablé.

—Fue una distracción para que pudieran ganarles —respondió.

—Si claro.

—Pero enserio, eso estuvo muy cerca además ¿A qué se refería Bowers con lo que dijo de ti _____? —preguntó Eddie.

—La verdad es que me da un poco de vergüenza decirles —contesté.

—Vamos _____ no te preocupes, nosotros no te vamos a juzgar, puedes confiar en nosotros. —respondió Stan mirándome.

Di un largo suspiro y me cubrí momentáneamente el rostro con mis manos para después retirarlas y mirar a todos los presentes.

—De acuerdo, no se si recuerden el día que yo llegué a Derry. Bueno ese mismo día al salir de la escuela él y sus gorilas me siguieron y comenzaron a decir un montón de cosas estúpidas y obviamente yo no me iba a quedar callada. Uhm, resulta que "seduje" a Bowers hasta lograr besarlo y después lo patee en las pelotas para poder escapar. —mencioné desviando la mirada—. Pero les prometo que solo lo hice para que me dejara en paz.

—Wow, entonces ese idiota se lo tenía muy bien merecido, linda. —mencionó Bev mirándome.

—Bev tiene mucha razón _____, no hiciste nada malo, al contrario, que bueno que te defendiste de ese idiota. —dijo Stan dándole la razón.

—No te preocupes, _____, aquí no tenemos porque juzgarte. Estoy orgulloso de ti y de que le hayas dado lo que se merece. —apoyó Eddie.

Después de aquella tarde regresé a mi casa a recostarme y dormir un poco, pasaron alrededor de tres días antes de mi siguiente encuentro con uno de los perdedores. Me encontraba caminando cerca de un pequeño parque cuando sentí como bev se me había acercado, era mi única amiga así que tener su compañía realmente era agradable.

—Pelirroja, ¿qué haces por aquí?. —pregunté con una sonrisa.

—Nada en realidad, me aburrí de estar en casa. Oye, ¿quieres ir a fumar?. —preguntó e inmediatamente asentí a su propuesta, me llevó a un lugar cerca de dónde estábamos en donde no habían tantas personas.

—¿Vienes aquí muy seguido?. —pregunté tomando un cigarro para ponerlo entre mis labios y encenderlo para comenzar a fumarlo.

—Últimamente si, me gusta venir cuando quiero tener tiempo para mi sola. —respondió imitando mi acción.

—Comprendo, a veces es abrumador estar rodeada de personas. —hablé dándole una calada al cigarro.

—Concuerdo totalmente, es una mierda, pero siempre es agradable tener una buena compañía. —dijo riendo.

Pasaron un par de minutos más en dónde simplemente hablamos de cualquier cosa. Ya casi tenía que irme pero antes sentí como mis labios se encontraban algo resecos por lo que saqué un pequeño humectante sabor cereza, me lo coloqué y pude notar cómo me observaba.

—¿Quieres un poco?. —pregunté sonriendo mientras la miraba.

—Claro. —dijo y se acercó a mí.

—Ten, ponte un poco. —respondí extendiendole el pequeño tubo.

Ella se negó al principio por lo que me desconcertó un poco, en un rápido movimiento sentí como me había tomado de las mejillas y había depositado un pequeño beso sobre mis labios.

—Ahora si. —respondió con gracia, la miré por unos momentos y sonreí.

—¿Acaso fue un beso de amigas?. —preguntó riendo.

—Estás en todo lo correcto, mi querida _____. —habló de la misma manera, finalmente nos despedimos y cada quién comenzó a caminar hasta su hogar, sin duda alguna había sido una experiencia nueva, pero definitivamente no era algo que me hubiera molestado.

Pasaron un par de días más en los que había salido algunas veces con los chicos para matar el aburrimiento. Estaba caminando en dirección a mi hogar cuando sentí cómo alguien había tomado mi hombro.

—¿Eddie?. —pregunté mirándolo.

—_____, necesito de tu ayuda. —respondió algo agitado, parecía que me había estado alcancanzando desde hacía rato.

—Por supuesto, ¿qué necesitas?. —pregunté nuevamente.

—Mamá quiere que vaya a un estúpido chequeo en el doctor mañana pero no quiero ir, le dije que me ayudarías a hacer unos trabajos, ¿podrías por favor seguirme la corriente y fingir que iremos a estudiar?. —dijo mirándome con ojos de cachorro por lo que no me pude negar.

—Está bien, ¿te parece si yo voy a tu casa para pasar por ti?, así se verá más creíble. —sugerí.

—Si, si, está estupendo. Te veo mañana, enserio te debo una. —respondió sonriendo antes de darse la vuelta e irse.

volví, je, les amo.

-DEVIL BABE.