Capitulo: 16

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Jane mira aquel atardecer las personas caminan felices a su alrededor, algunos corren otros simples solo caminan solos sin nadie, ella los ve pasar en su sitio aquella banca en el parque, su padre y su hermano de seguro están en la casa disfrutando un hermoso momento de familia.

Inhala y exhala, ella siente que no puede, quiere participar en aquellos recuerdos hermosos, pero hay algo que le impide el ser feliz, no quiere que ese algo infecte a sus preciadas personas.

-Vamos-

La fría voz femenina la saca de sus pensamientos, se levanta pesada de su lugar favorito, camina siguiendo a la chica, ambas se meten en un callejón desolado, llegan a la parte pobre de la ciudad, aquel lugar se siente roto, indigentes viven en las calles, se detienen al estar enfrente de un edificio abandonado, una fábrica que quebró haciendo que sus empleados pierdan su trabajo, dejándolos en el olvido y posiblemente pobres.

La chica que la guía dice la contraseña para poder pasar, la puerta se abre con aquel rechinido que hace molestarla a Jane, jura por toda la mierda que compraría un puto bote de aceite para engrasar a los tornillos y que deje de hacer aquel jodido sonido de mierda.

Entran con pasos lentos, mira a su alrededor las paredes llenas de polvo y suciedad, el olor húmedo de las paredes.

-Siéntate-

Jane sin decir nada hace lo que la chica le dice, poco segundos resuena aquel chillido que tanto odia, baja la vista cerrando sus ojos, escucha pasos acercándose en donde esta, el sonido de una silla siendo arrastrada.

-Así que ire directo al asunto, ¿tienes mi dinero?-

La voz dura de un hombre, abre sus ojos levanta la vista, ahí sentado enfrente de ella esta su razón de su nuevo tormento –Solo me has dado dos días-

Una risa burlona salio de los labios de aquel hombre, sin previo aviso toma del cuello a Jane, un fuerte puñetazo cae en la mejilla de la chica, haciéndola caer al suelo –Ni una mierda, tu tienes que pagarme por todo el dinero que tu puta madre nos debe-

"Ah si eso dejara un moretón muy feo, ¿Por qué demonios tengo que pagar por las estupideces de mi madre?", pensó la chica.

-Tu no tienes nada de dinero- el hombre sacude su saco –Es más no te importa si te golpeo o te mate, ya lo has asimilado-

-Oh por fin pensé que serias mas inteligente que todo tus idiotas- una sonrisa traviesa surca en el rostro de la joven.

-Pero dime que tal si me desquito con tu pequeño hermano- los ojos grises miraron a la chica la cual se levanta de inmediato –Oh vaya asi que este es tu punto débil tu tierno hermanito, me puedo imaginar lo bien que se sentirá joderle el trasero-

Jane sin pensar, levanta su puño con toda la intención de golpear al hombre, pero este toma la muñeca de ella –No me jodas- dijo Jane con ira. A ella pueden hacerle lo que quieran pero a su hermanito no lo tocan.

-Te propongo un trato niña-

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-¡Joder esto se tarda demasiado! ¡Jala el maldito gatillo!-

-¡Mierda esta mujer se tarda mucho!-

-¡Dispárale o te disparare a ti!-

Jane mira con horror el rostro del hombre que implora por su vida, ella no quiere hacerlo, pero que opciones le quedan esperar que un día de estos ellos lleguen y secuestren a su hermano, cierra sus ojos, traga saliva y jala el gatillo, el sonar del arma inunda aquel alejado sitio afuera de la ciudad.

Abre sus ojos y mira con horror lo que hizo, el cuerpo del hombre en el suelo, la sangre que fluye en su cabeza, deja caer el arma, cae de rodillas, lagrimas salen y su llanto se escucha.

-Felicidades ahora se que me obedecerás en todo- dijo la voz de aquel hombre sonriendo triunfante, regocijándose en la desdicha de la chica.

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El puño sobre su mejilla ardía, escupió la sangre al suelo, golpe tras otro ambos se daban mujer y hombre, hasta que este cayó por un golpe certero en su mandíbula.

-Bien y pensar que tu no querías aprender a pelear- El hombre de traje, aplaudió por aquel interesante espectáculo.

Jane lo maldijo a sus adentros, al atardecer ella camino hasta su hogar, cansada de todo el mundo, se relajó al entrar al departamento de su padre, las voces de su hermanito y su padre riendo la hizo sentir feliz, le da fuerza para aguantar toda la mierda. Subió las escaleras para ir a su cuarto.

-Jane...-

Paro, no quería confrontar a su padre –Ya eh llegado- dijo sin darle la cara

-Jane por favor mírame-

Trago nerviosa, se giro en dirección a su padre –Hola-

-¡Por dios Jane, mira tu rostro! ¡Déjame ayudarte!-

-¡Estoy bien!- subió las escaleras corriendo – ¡Por estas cosas no me gusta hablar contigo!- cerro la puerta fuerte. Se dejo caer al suelo, lloro en silencio, miro sus manos –Están sucias y nada las puede limpiar- dijo en un susurro.

Suspiro con pesar se levantó del suelo, camino hasta llegar a su repisa, ahí encima de aquel mueble una cajita musical reposa, con sus manos temblorosas la abre, la melodía resuena en su cuarto y puede sentir calma.

Severus en CrossedWhere stories live. Discover now