EL COLECCIONISTA .II.

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         Mi aventura se comenzó a volver algo tortuosa, el no salía de mi cabeza solo por ser un inconcluso y yo apanicada me alejaba para enfriar mi cabeza que lo deseaba de una manera poco sana, no podía dejarme así con las ganas de tenerlo y solo darme a gotas, por lo que me arme de frialdad y urdi mi plan para tener lo que deseaba.
     Me lo hizo difícil por que el hablaba más allá de solo sexo, el quería cariño, esto me desconsertaba un poco.    No entendía por que necesitaba que le quisieran solo para tener un cuerpo, claro estaba que no era como todos el quería más que cuerpos, quería almas, corazones, quería todo desde el dolor hasta el placer.. sonaba hasta enfermiza su forma de pensar ya que en un par de conversaciones en las que le aclaré que los mentiras serían el adiós inmediato, me confesó ser un experto mentiroso, y que tenía varias mujeres que morían por el y lo que les daba, las que estaban dispuestas a aceptarle todo.  Tristemente lo comprobé, ciertamente estaban estas mujeres a su Merced...
  En mi cabeza eso hizo un bum!!!! Que tenía esta don Juan que las dejaba pegadas a el, no me quedaría sin averígualo y si algo se rompía en el camino era el menor de mis pesares.

      Tras vernos y llegar a ostigarme del tema pensando en dar ya un paso al lado, una noche de monotonía me llamo rompiendo todos mis esquemas, incluso mi cordura.  Lo tendría al fin y sabría si habría valido la pena toda aquella espera, llamo y en par de minutos estaba en el lugar acordado.
  
     Me saludó con un cálido beso húmedo que volvió a prender hasta la última luz en mi, y mi locura se instalo en la velada donde pensaba hacer mi voluntad, pero sorpresa sorpresa, no pude hacer nada de lo premeditado.
        Me tomo fuerte de la cintura y me besó hasta el alma, aún con ropa puesta sentía que podía ver todo de mi, bajo por mi cuello hasta mis pechos y quito la ropa que estorbaba.
   Beso mis pechos cálidos erizados por el deseo mientras susurraba que esa noche sería suya, que parte de el siempre quedaría conmigo y yo de el, era loco psicótico, pero estaba tan caliente que solo repetía SI!! SI!!.
    Rozo su miembro suave en mi entre piernas que ya húmedo quería mas, quite su ropa y a torso desnudo beso mi cuerpo y quito la ropa que quedaba para saborear mi intimidad, lamer mis rincones dulces, me sentía en la cima cada vez que su lengua jugaba en mi, hizo de el sexo algo erótico con toques románticos, si lo hubiera querido quizás hasta le hubiera creído, pero solo quería placer y el sabía dármelo.
   Penetró en mi suave y con autoridad , levanto mis manos hasta mi cabeza y con una de las suyas las aprisionó para tener el poder absoluto.   Cada vez qué se pierda en mi me repetía ( ahora eres mía) que manía la suya, aún que poca atención le ponía por que lo que sentía me llevaba a otro plano, algo extaceada solo le pedía más, mientras él, rudo y dominante me embastia y apretaba suave mi cuello con su mano libre.
No era un kamasutra, no era una locura llena de poses, no era una porno de internet, era un simple coito el que me estaba haciendo dejar hecho un charco el lugar donde llegaba al clímax una y otra vez, el disfrutaba de cada estallido y gemía al compás de mis gemidos y podía ver en su cara la satisfacción del momento por que en la mía se escribía su nombre y se dibujaba una sonrrisa de oreja a oreja cuando pude sentir sus cálidos fluidos correr junto a los míos....
  

    Sabía que no estaba bien, sabía que en él estaba algo mal, pero no sé que tenía que lo hacía adictivo para mi locura, quizás su aroma que se impregnaba em mi  y la mezcla que me mataba entre  su aroma y cigarrillo, sabía que esa solo sería la primera de tantas por que se había vuelto un maldito vicio el cual me costaría dejar.
       Sabía que quizás solo sería una muñeca más se su colección pero a pesar de todo me arriesgaría a perder en el camino....

Relatos Entre Sábanas HúmedasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora