EL COLECCIONISTA .III.

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         Pasaron los días y aquel encuentro me había dejado con ganas de más y de una revancha donde yo pudiera llevar el control.
 
       Me perdí y quise enfriar un poco las cosas por que aquello que me había repetido tanto había quedado dando vueltas en mi cabeza, yo no sería suya nunca, pero como deseaba estar en sus brazos una vez mas.
      
      Seguí mi vida normal mi monotonía y mi búsqueda que quizás jamás terminaria, pero un día temperano lo tope de casualidad, me sonreía con esa mirada pícara en lo que besó mi mejilla y me propuso vernos en par de horas en el lugar ya acordado, aun que pensé en decir NO!, mis deseos hablaron por mi y encantada acepte su propuesta indecente, rauda prepare todo y me prepare para ir por mi amante...

       Llegando la hora acordada quizás algo nerviosa o solo ansiosa por volver a tener un poquito de ese pecado, conté los minutos y revise si todo estaba en orden antes de su llegada..
    Sonó el celular y se un salto me puse de pie para recibirlo, abrí la puerta y antes que dijera algo él ya me había acallado con sus besos, malditos besos que me mandaban a otro espacio para luego azotarme en el suelo..
      Me abrazo y susurro que me extrañaba al compás de sus besos en mi cuello.  No sé cuál era su manía con querer involucrar algo más, pero claro estaba que yo nada pensaba y solo me dejaba llevar.
      Siguió susurrando sonetos románticos mientras me recostaba en la cama, pero esta ver era mi revancha.  Lo guíe con clase mientras lograba tomar las riendas y posarme sobre el, lo deje besarme y disfrutar mis pechos en tanto yo le comia la boca, esa dulce boca que me tenía aturdida.

         Mis besos bajaron por su cuello hasta su pecho donde no deje lugar sin recorrer si esas imperfecciones lo hacían único, sus años, su madurez, su todo me calentaba.  Mis besos siguieron bajando hasta su ombligo donde pude ver sus Ansias aflorar, jadeante y bufando tomo mi cabello cuando había llegado ahí, a su miembro erecto delicioso que engulli en mi boca dejando mi lengua jugar en sus zonas blandas.  Pude oírlo gemir y por mi, pedirme más, tomarme con fuerza y decirme que todo eso era mío y estaba ahí para mi las veces que yo quisiera, sin dudarlo subí y me monte en el, cabalgando cual jinete.   Pude sentirlo hasta en los últimos rincones de mi vulva sedienta de el que está estallaba mojando todo a su paso.     Lo ví debil y entregado a mi, repitiendo me que era suya y de nadie más hasta su última gota, repitió tales palabras que retumbaban en mi cabeza que en blanco daba lugar a mi inconsciente..
     
      Me dijo que habíamos hecho el amor y que siempre sería así, por que no era solo sexo era mucho más que eso, que el no tenía mujeres solo por sexo que a él se le quería y se le sufría como los amores de antes...
          
      Cuando mi cabeza ya más oxigenada me dió espacio a pensar en todo aquello que había pasado. Estaba sobre su pecho desnudo sintiendo su piel y su respiración aún agitada, le dije bajito para no herirlo " esto es solo sexo y solo eso será, ahora y siempre".     Incrédulo me miró fijo, podía ver en su mirada y por la cantidad de saliva que trago, que nada le había gustado mi aclaración, respiro hondo y quito su brazo de mi para salir de la cama, le di lugar y lo ví vestirse y recoger los trozos fotos de su ego que habían quedado regados en aquella cama.

    - ¿me usaste?- dijo con una voz algo rara..
   
    - está demás decir que no! Y que ambos somos adultos y sabemos que hacemos- contesté aún sentada en la cama cubierta solo por la sábana..

    - sabes, me gustas y yo quiero de ti todo, tu amor, tu tiempo, tu sexo. No solo tu cuerpo -.   Aclaro casi ya susurrando...

     En el fondo me gustaba, no sé si el, su sexo, o como me sentía a su lado. Pero no quería que eso se acabará así que no quise hablar más el tema..
 

    Con mis artes más perfeccionada eludir el tema y desvíe la atención caminando desnuda hacia a el y besándolo dulce para que creyera en su propia mentira, lo que funcionó de maravilla por que nos vestimos y seguimos cada uno su camino sin más discusión...

      Que se pensaba mi don Juan, que yo después de tanta vida en el cuerpo iba a ser una muñeca más de su colección..  Ja Ja estaba loco si pensaba en una pequeña posibilidad de que lo amara después de mostrarme quien era....

Relatos Entre Sábanas HúmedasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora