Naruto Uzumaki y la Voluntad de Fuego

Capítulo 52:Unidos

NARUTO UZUMAKI Y LA VOLUNTAD DE FUEGO

Juego de Póker

-CAPITULO 52-

"Unidos"

—¡Dejalo!— gritó desesperado, mientras aparecía cerca a Óbito y enviaba un patada hacia el. Luego saltaba directo hacia Madara.

El Legendario Uchiha mostró su Rinnegan. Naruto fue expulsado lejos . Para luego volver a aparecer donde Madara quien salió expulsado por el puño que dió en su rostro con su fuerza y aura dorada de Jinchuriki.

Jiraiya cayó al suelo. Naruto se acercó con lágrimas en los ojos.

—Lo siento. Lucha—tosió con una sonrisa agridulce — Naruto...

Lo tomó de los brazos. Jiraiya le dio una última mirada a los ojos  y luego miró hacía otro lado.

Estaba muerto,se dijo. Muerto por su culpa. Lo había salvado para traerlo al matadero. Se miró las manos llenas de sangre de su padrino.

Lo más cercano a un padre que había tenido.

De pronto la necesidad de respirar se volvió urgente.  Estaba paralizado. Jamás había pensado que esto llegaría a tanto. No pensaba que podría salir tan mal.

Sintió unas manos tocar su hombro. Escuchó gritos llamándolo , pero el ya no hacia caso.  Su mirada se puso vacía y empezó a tambalearse cayendo arrodillado.

Comenzó a llover con fuerza al mismo tiempo en que un ejército de Zetsus se acercaba haciendo un ruido estremecedor. Óbito y Madara se acercaron al Gedou Mazo haciendo que expulse a las Bestias con Cola que había tragado.

No escucho lo que habló Óbito pero vio como la Bestia con 5 colas creaba una gigantesca Bijuu Dama y la lanzaba hacía ellos

Bee se acercó y se empezó a transformar pero no llegó a tiempo. Cerró los ojos esperando su final.

—¡Naruto tienes que recuperarte!¡Naruto!—le gritó Anko.

El la miró y de repente recobró el sentido.

No habían muerto.¿Qué?¿Por qué?

Escuchó bullicio a su espalda. Los Kages y una multitud de Ninjas y Samurais de las 5 grandes aldeas se acercaban.  Habían sido diezmados. Se notaba que la mitad de los que se fueron no regresaron.

De entre todos notó a Kakashi en la vanguardia que con su ojo Mangekyo Sharingan le guiñaba exhausto. El había succionado a otra dimensión el ataque del Biju.

Aún arrodillado y con todos reunidos. Escuchó un grito de mujer.

—¡Alto! ¡Ya llegué!— gritó la pelirroja Tayuya. Detrás de ella aparecieron ninjas. Los reconoció. Ella había cumplido con su otra parte al traer a las fuerzas de las Aldeas del Sonido, la Cascada, Frío y Hierba.

Todas las naciones. Contra un solo enemigo. Lo habían conseguido. Sonrió esperanzado y se levantó.

—¿Qué fue eso?—le preguntó enojada Anko. Luego suavizó su mirada tomando su mano.