AVISO IMPORTANTE: Esta historia tiene epílogo y un aviso importante que será publicado la próxima semana. Por favor, no la eliminen aún de sus bibliotecas <3. Los quiero.
Hay dos clases de amigos.
Los que son como Álvaro que te envían los datos de un buen psicólogo para empezar a trabajar en tus inseguridades. Y los que son como Alba, que retan tu poca estabilidad emocional armando una fiesta en tu casa sin tu autorización.
Así que cuando la puerta se abrió por primera vez, dejando a la vista a un sonriente Emiliano que traía botana consigo, supe que tendría que agradecérselo a ambos. Un rato con amigos siempre es una ayuda, sobre todo cuando esos amigos han olvidado tus errores. Un hecho que valoraba al doble cuando a mí me costaba el doble desprenderme de ellos.
—Siempre soy el primero en llegar —me saludó empujando su silla a la sala—. Y el último en irme —me avisó con anticipación. Era bueno saberlo—. Pensé que te encontraría con un chichón en la cabeza —comentó divertido.
—¿Y eso? —pregunté sin entenderlo.
Emiliano se encogió de hombros, sin revelarme las razones. Pude insistir, pero volvieron a llamar a la puerta, así que preferí dejarlo para después aplicando presión de grupo.
No escondí el asombro al toparme con una tímida Pao que escondía sus ojos tras su cabello castaño. Supuse que vendría del trabajo porque vestía la blusa de la cafetería.
ESTÁS LEYENDO
El club de los cobardes
RomanceHISTORIA GANADORA DE LOS WATTYS 2020. A veces necesitamos un empujoncito para dejar de soñar y empezar a vivir. La vida amorosa de Arturo es un desastre. Su novia lo dejó unos días antes de la boda y se convirtió en la burla de todos sus conocidos...