❝ ⎯⎯ Oficial Jeon, la nueva cadete trasladada de Europa acaba de llegar, ¿desea verla ahora?
⎯⎯ Sería una mala decisión no cumplir con ese hecho. ❞
•ATENCIÓN: hay contenidos para adultos en cuanto a las palabras utilizadas y algunas acciones.
...
⎯⎯ Oficial Jeon, ¿se encuentra bien? ⎯⎯ la dulce voz de la castaña resonó en sus oídos como una melodía angelical. Había transcurrido una semana de su ingreso, y aunque era sorpresivo para ella, pidió que trabajara en su piso con la excusa de "mejor formación" al ser de Europa. Cosa que nada que ver ya que ser de distinto país y/o continente, no te hacía más inteligente o capaz, simplemente quería que estuviera cerca de él y así poder vigilarla de ciertas personas que quieran aprovecharse de su inocencia.
Se había quedado en un trance astral al verla delante de su complejidad con aquellos pantalones a la medida que imponía el uniforme, dándole la espalda mientras quitaba algunas chinches de la plataforma donde recientemente, habían pegado imágenes y expedientes del siguiente allanamiento a organizar. Claro está, que mientras Amelie hacia su labor, no pudo evitar mirar hacia abajo en aquellas nalgas bien formadas y redondas que componían el trasero de la chica. Y tampoco pudo evitar imaginar que algún día, él mismo, podría comprobar qué tan suaves eran, presionando, estrujando, y dando leves golpecitos con la palma de su mano hasta que estuvieran rojas.
Se estaba comportando como un completo hormonal, pero siempre se justificaba internamente con que todo era inevitable.
Tan así se había alejado de la realidad, que Amelie estaba llamándolo hace quince minutos mientras sacudía su mano frente a sus ojos.
¿Que para protegerla de ciertas personas? Estaba más que claro que él era uno de esos, y de los que no son capaces de "compartir".
⎯⎯ A-ah ¿qué? ⎯⎯ se limitó a decir con un leve sonrojo en las mejillas por la vergüenza que había crecido en su interior al haberse dado cuenta de que quedó como un estúpido.
⎯⎯ Que si se encuentra bien ⎯⎯ respondió sonriendo en señal de comprensión. Quizás pensaba que cuando él tenía ese tipo de "desconexión" con el mundo, era a causa del cansancio o estrategias que el cerebro solía maquinar. Era realmente inocente, dijo la conciencia del azabache.
⎯⎯ Oh, s-si, muy bien ⎯⎯ acomodó la garganta en un carraspeo ⎯⎯ ya es hora de irnos ¿verdad? ⎯⎯ se levantó del asiento rebuscando algo inexistente entre los archivos que posaban sobre el escritorio, sólo actuación para quitar la tensión y el estremecimiento del contacto visual.
⎯⎯ Sí, Señor⎯⎯ dijo Amelie con entusiasmo, probablemente esta semana para ella había resultado muy buena, mejor de lo que pudo haber esperado, y ¿cómo no? Si su jefe la había trasladado a un mejor puesto antes de lo previsto.
⎯⎯ Bien, puede ir por sus cosas Bellerose, nos vemos mañana ⎯⎯ dijo sin mirarla. Confiado en los planes del día siguiente.
⎯⎯ Señor, mañana no trabajo ⎯⎯ ante aquellas palabras, elevó la vista de inmediato hacia su persona con el ceño fruncido ⎯⎯ es domingo, mi día asignado ⎯⎯ no tartamudeó, pero si su cuerpo atravesó por una corriente de nervios al haber sido atravesada por los negruzcos ojos del mayor.
⎯⎯ Oh ⎯⎯ susurró dejando la actividad anterior. Un día sin verla no estaba en sus planes, ¿por qué nadie le había dicho que se aproximaba esa fecha? Quizás así podía haberse preparado mejor ⎯⎯ Bueno... entonces nos vemos el lunes.
⎯⎯ Por supuesto ⎯⎯ sonrió; se inclinó frente a la persona para despedirse, y salió finalmente bajo la atenta mirada que le proporcionaba, teniendo como respuesta un pequeño revoltijo en el estómago hasta hacerle doler.
Es totalmente posible que una persona en un trayecto de siete días, pueda ocasionarle emociones confusas a otra. Pero en este caso, los pensamientos de Jungkook aún no se asemejaban al amor, él ya sabía a quien amar y a quien darle incluso la luna si pudiera; lo que sentía ahora por la castaña, era la típica atracción física que esperaba algún día poder satisfacer, sea eso, o los deseos oscuros que lo atormentaban.
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Volviendo con Amelie, ésta había llegado al salón de los empleados, donde abrió su casillero que, efectivamente, reposaban sus pertenencias y alguna que otra fotografía de su madre y hermana en el interior; tomó lo necesario, y cerró nuevamente con la pequeña llave que le habían adquirido en recepción.
Iba caminando por los pasillos ya siendo menos transitados por el horario establecido, que la preciosa imagen del hombre que estaba con ella hace momentos atrás, cruzó por su mente. Una proveniente sonrisa se escapó de sus labios inconscientemente haciendo que el rubor en las mejillas creciera inconcebiblemente. Se sentía como una adolescente de preparatoria que va al instituto sólo para ver al chico que le gustaba, sentía que las piernas le temblaban y que el corazón pareciera quererse salir del pecho por los brincos que daba.
No estaba enamorada del Oficial, pero sí tenía una extraña sensación en el vientre cada vez que lo veía.
Con aquel cabello perfectamente peinado hacia un costado, luciendo tan brilloso y sedoso que sus dedos picaban por querer tocarlo alguna vez; sus ojos, casi oscuros como el infierno pero con el leve toque de un ciervito bebé, inocentes y puros que ilustraban buenas acciones y nada más. Recuerda el pequeño lunar que yacía bajo su labio inferior, junto con la redondita nariz que más de una vez lo había visto rascándosela mientras pensaba algún plan.
Todo, absolutamente todo le gustaba de Jeon, incluyendo su sonrisa de dientes perlados y la ida de su mente hacia algún espacio de la tercera dimensión.
No obstante, se sentía patética. Le gustaba alguien que jamás la vería con ojos de hombre, alguien que era como tocar el cielo: sientes que te acercas pero, el cielo se aleja cada vez más y más hasta el punto en que te rindes para sólo tenerlo como algo imposible. ¿Un crush tal vez?
Le gustaba, carajo, sí que le gustaba, pero jamás pasarían de ser Oficial y agente a algo más. Jamás podría llegar a saber qué tan esponjosos deben ser sus labios, qué tan suaves eran sus manos, qué tan pasional o frívolo podría llegar a hacer fuera del trabajo.
¿Por qué siendo tan hermoso e único no tenía una compañera o compañero al lado? bueno, al menos eso es lo que pensaba ella. Probablemente tenía una/un novia/novio con la cual no le gustara mucho compartir amuletos o anillos de pareja. O simplemente quizás, era el cielo de muchas personas en este mundo.