El Mundo Donde Las Rosas Florecen | Mo Dao Zu Shi | [XiCheng] [Pausada]

Capítulo 3: Confrontación

—Tenemos que hablar.

Jiang Cheng siente que las emociones burbujean en él. Igual que la olla de Ah-Jie cuando eran jóvenes y estaba aprendiendo a cocinar. ¿Quién se creía Wei Wuxian que era? Estaba bastante seguro de que ya no lo veía como un hermano.

Aún lo haces

¡Cierra la boca!

Wei Wuxian lo mira con dagas en los ojos, la boca fruncida y los brazos cruzados. Jiang Cheng se siente expuesto y vulnerable, se cruza de brazos. Le da a Wei Wuxian una mirada de muerte, sintiendo que su cuerpo se tensa y su corazón palpita más rápido. También ignora tercamente la ansiedad que vuelve a su estómago, que no tiene nada que ver con las náuseas que había experimentado antes.

La tensión se hizo más presente en la habitación, parecía reunirse y retorcerse con la intención de ahogar a los ocupantes.

—El médico dijo que estuvo envenenado por mucho tiempo— Wei Wuxian gruñe, con los puños apretados a los costados. —Te conozco Jiang Cheng, no eres un idiota, ¿por qué te haces esto a ti mismo? — la voz de Wei Wuxian aumentó el volumen e intensidad.

Jiang Cheng pelea con el impulso de huir. Sus instintos omega habían surgido durante un tiempo antes de tomar los supresores y sabía que tomaría algún tiempo reprimir todos los instintos omega en totalidad. También sabía que si se agitaba demasiado el supresor no podría bloquear su olor.

— ¿Por qué te importa?— Jiang Cheng se escucha decir enfurecido. ¿Qué le dio a Wei Wuxian el derecho de meter la nariz en los negocios de Jiang Cheng? Renunció a eso hace mucho tiempo cuando decidió abandonar la Secta Jiang por Wens. El viejo dolor, el dolor y la traición, todo vuelve de golpe, lo abruma y lo empuja hacia abajo.

Recuerda el día en que Wei Wuxian le dijo que renunciara a él. Recuerda la pérdida que lo envolvió cuando todo se consumió, la traición que sintió.

¿No dijiste que te quedarías a mi lado para siempre? ¿No soy suficiente? ¿Por qué el clan Wen sería más importante que yo? ¿No soy tu hermano, el único pariente que te queda en este mundo?

No, nunca fuiste suficiente. Nunca serás lo suficiente.

Él recuerda mirar la figura del entonces alfa yéndose. Todavía no te he dicho que me presenté. Te necesito aquí conmigo. Por favor, no te vayas. Sus dedos tiemblan violentamente y cierra los ojos con fuerza, tratando desesperadamente de no llorar. Siente una parte de él romperse y morir. Lo entierra junto con otras partes de él que murieron con sus padres, su secta, su hermana...

Jiang Cheng es sacado de sus recuerdos cuando siente una mano sobre su hombro. Horrorizado, Jiang Cheng se da cuenta de que tenía los ojos llenos de lágrimas y que estaba respirando erráticamente. Se da vuelta y encuentra a Lan Xichen justo a su lado. Los ojos de Lan Xichen le ven con preocupación y su suave sonrisa no está a la vista. Jiang Cheng deja que el aroma reconfortante del alfa lo calme, antes de volverse hacia Wei Wuxian y fruncir el ceño.

—Yo... necesitas cuidarte Jiang Cheng, el médico dijo que podrías morir— Wei Wuxian resopla, pasando una mano por sus ojos enrojecidos.

¿Él podría morir? Jiang Cheng tiene ganas de reír. ¿Por qué le importaría vivir cuando ni siquiera se siente vivo? Jiang Cheng siente una sonrisa amarga torcer su rostro. No parecía haber quedado nada para él. Aparte de Jin Ling, no tenía amigos, ni familia, nadie a quien cuidar. Y Jin Ling ya había crecido, entonces ¿Por qué debería seguir viviendo?

Preferiría unirme a A-jie y A-niang, piensa con desesperación, las olas de soledad se ciernen sobre él de nuevo.