El Mundo Donde Las Rosas Florecen | Mo Dao Zu Shi | [XiCheng] [Pausada]

Capítulo 16: Sé Mío

—No puedes decir eso—Jiang Cheng solloza.

Duele, por mucho que quiera creerle, saber que era suficiente… Suficiente para ser amado. Que sus debilidades no asustan al otro, que los muchos defectos que tenía eran suficientes para alguien tan bueno como Lan XiChen.

Y porque es débil, tan, tan débil, se aferra al Alfa y no lo suelta.

—¿Cómo puedes amar a alguien como yo? —Susurra con tantas emociones arremolinándose en su pecho. Sin embargo hay una pequeña parte de él que se regocija, que persiste incluso mientras intentan aplastarlo con fuerza.

Lan XiChen todavía está sobre él. Y Jiang Cheng piensa que quizás logró convencer al otro. Pero antes de que pueda lamentarse o huir, se queda quieto, con el rostro inclinado para mirar los hermosos ojos del otro.

Entonces, Lan Huan se apresura y lo besa. Es ligero lleno de todas las cosas que quiere transmitir. Jiang Cheng se congela y luego prácticamente se derrite contra él.

Todo lo que Lan Huan sabe en este momento es que el dulce y provocativo aroma de las flores de loto se está fusionando con el suyo y está aumentando hasta que parece que es lo único que sabe.

Mientras vuelve en sí, mira los ojos del otro. Brillando por las lágrimas con las pupilas dilatadas en un mar de añil oscuro y las mejillas sonrojadas con un rosa seductor lo encuentran y no puede evitar sonreír.

Toma la mejilla del otro con reverencia, deslizando los dedos por la suave piel dorada, luego reparte pequeños besos por las pecas color chocolate que le empolva la nariz.

Wanyin parpadea rápidamente, una pequeña sonrisa brota y suaviza sus rasgos afilados mientras se aleja. Lan Huan le devuelve la sonrisa sintiendo como su corazón se hincha con todo el amor y el afecto.

Así que abraza al otro apretándolo contra su pecho, escuchando un suspiro mientras unos brazos se envuelven alrededor de él.

—¿Aun dudas de mis sentimientos por ti? —Lan Huan pregunta, trazando patrones sobre la espalda del Omega.

—Yo solo… No sé por qué—Wanyin suspira. —¿Por qué yo? Podrías amar a otras personas, ¿Por qué a mí? — Su voz es dura amortiguada por los hombros de Lan Huan.

—Porque eres tú—Lan Huan dice simplemente. Y se hace una mueca ante el fuerte golpe en su brazo

—¿Podrías ser más cursi? —El omega se queja. —¿Se supone que es una gran revelación o algo así?

—Me enamore de tu fuerza, tu determinación, del hecho de que perdiste tanto y aun tenías la fuerza para salir adelante—Lan Huan sonríe ante el rápido rubor en las orejas de Jiang Cheng. —Que incluso cuando nunca te habías sentido peor, lucharas cada día. Y creo que eso es valiente porque a veces simplemente vivir cada día es suficiente—Dice suavemente mientras los recuerdos lo invaden. —Yo realmente… —Lan Huan hace una pausa, ahogándose—Realmente te admiro.

Jiang Wanyin está en silencio, pero se aferran a Lan Huan un poco más fuerte, un poco más seguro. —No puedes decir cosas como esas—Murmura aun con la cara presionada contra su hombro. —No sé qué decir.

—Entonces no digas nada—Lan Huan dice. —Solo déjame mostrarte.

El Omega tararea con satisfacción y luego suspira cuando Lan Huan comienza a acariciar su suave cabello. Después de un largo momento, Wanyin tose.

—Por muy lindo que sea esto, XiChen, creo que aun tienes que hacer algo—Se queja mientras Lan Huan se desenreda del ser etéreo en la cama.

—Muéstrame cuanto me amas—Exige, sus ojos oscuros vagando sobre Lan Huan sugestiva mente haciéndolo sentir caliente e incómodo. Con una sonrisa, el Omega se pega a él.