Capítulo 4: Un Nuevo Compañero

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Lan Xichen había extendido su estadía indefinidamente en Lotus Pier. Jiang Cheng no sabe qué sentir con eso. Por un lado, estaba feliz de tener la compañía de Lan Xichen, porque Zewu-jun era una de las pocas personas en el mundo que no le irritaba. Por otro lado desconfiaba de lo que esto implicaba en su relación.

Desde la conversación en la que Lan Xichen logro persuadido a Jiang Cheng para que dejara de tomar los supresores, Jiang Cheng había sentido que el aire entre ellos cambio, de una indiferencia cortés a algo más cálido y genuino. Podía ver el calor y la preocupación en los ojos de Lan Xichen cada vez que Jiang Cheng hablaba con él.

Jiang Cheng no sabía si estar molesto o satisfecho de que alguien se preocupara por su bien.

Hubo un golpe en la puerta.

—Entrar— Jiang Cheng frunce el ceño ¿Cuál era el problema ahora?

Un discípulo nerviosamente se asoma. —Líder de la secta Jiang, el líder de la secta Jin est…

— ¡Tío!— Jin Ling irrumpe y se inclina saludando. Jadea, tratando de recuperar el aliento tomando tragos profundos. Ante la mirada desconcertada de Jiang Cheng y su ceño fruncido, Jin Ling cruza los brazos sobre su pecho.

—Zewu-jun me dijo que colapsaste el otro día— Los ojos de Jin Ling recorren la cara de Jiang Cheng como si buscara algo. Sea lo que sea, Jin Ling parece haberlo encontrado, relajándose.

Jiang Cheng ignora el cariño que florece en su pecho mientras mira a Jin Ling. Jin Ling ha reflejado muchos de sus propios gestos, gustos y disgustos. Él escucha las palabras no dichas: ¿Estás bien?

—Mocoso ¿Esperas que me muera pronto?

— ¡Tío, no! ¡Por supuesto que no!— se defiende indignado. Su rostro se arruga en una expresión ofendida como si la idea lo hubiera ofendido mucho. —Yo solo... pensé que estabas... ¡No sé, herido o algo así!— y luego agrega, aunque con una voz más suave. —No te he visto en mucho tiempo.

Jiang Cheng siente que su ceño desaparece y una sonrisa tira de las comisuras de sus labios.

Jin Ling, yo también te extrañé.

Luego de convertirse en el líder de la desastrosa Secta Lanling Jin después de la desaparición de Jin Guangyao, Jin Ling había sido bombardeado con muchas solicitudes, deberes y problemas de los que necesitaba hacerse cargo. Esto dejó a Jiang Cheng sintiéndose molesto por la carga que se le imponía en los hombros jóvenes de su sobrino.

La preocupación también le consumía. Sabía de la situación volátil en la que se encontraba Jin Ling cuando asumió el liderazgo. Los ancianos del clan y los miembros del consejo eran similares a los buitres hambrientos, empujarían y empujarían a Jin Ling para que accediera a sus demandas egoístas para que pudieran ganar. Y sin embargo Jiang Cheng está orgulloso de Jin Ling. Ve a su sobrino madurando rápidamente, aprendiendo a navegar por aguas políticas. Él ve el fuego que arde en los ojos de Jin Ling, la ardiente determinación de probarse a sí mismo.

Tus padres estarían muy orgullosos de ti, A-ling.

Jiang Cheng se pone de pie, toma las manos de Jin Ling y acercando a su sobrino, ignorando los graznidos de protesta que Jin Ling sobre dejarle. Aprieta el hombro de Jin Ling y comienza a prometerle: —A-ling, JiuJiu siempre estará aquí para ti, si me necesitas— Ve lágrimas en los ojos de Jin Ling y un estremecimiento en sus labios antes de que lo abrace, y suspirando Jiang Cheng envuelve sus brazos alrededor de Jin Ling. El aroma de miel y brisa de verano de Jin Ling consuela a Jiang Cheng, adormeciendo su corazón con un latido suave.

El Mundo Donde Las Rosas Florecen | Mo Dao Zu Shi | [XiCheng] [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora