Él, mi profesor.

Capítulo 12

-¿De verdad no vas a contar nada?
Estaba yendo a casa con Ángel, tenía demasiada curiosidad por enterarse de mi conversación con Rubén.

-No se, es complicado.- intentaba evitar el tema, pero parecía imposible.

-Pero ¿es malo?

-No, solo es... raro.

-Bueno hija, ni que estuviéseis liados.- cuando escuché eso se me abrieron los ojos como platos y comencé a toser, no sé exactamente por qué fue esa mi reacción, pero no me esperaba que dijese eso.

-Pues, no vas mal encaminado.- al decir eso, Ángel se me quedó mirando con cara de sorpresa.

-¿¡Cómo!?- me parece que me tendría que haber callado, pero me pilló desprevenida.
Le conté a Ángel exactamente lo que había pasado, este estaba muy emocionado, no pensé que se iba a alegrar tanto por mí.

-No vayas a decir nada por favor, podríamos meternos en un buen lío si se entera de esto la persona equivocada.- yo confiaba en él, siempre le cuento todo, pero este tema es especialmente delicado.

-No te preocupes, confía.

Me despedí de él en el mismo sitio que siempre y seguí caminando hasta casa, pero me resultó extraño no encontrarme con Rubén, no le veo desde que se acabó la hora y salió por la puerta de clase, no sin antes dedicarme una sonrisa más bien tímida.

Dejé las cosas en la habitación y subí la cortina, quería ver si estaba en su habitación, pero ni rastro de él, a saber dónde se habrá metido.
De pronto me vino a la cabeza la conversación que escuche de Rubén por teléfono, no creo que sea nada demasiado grave, pero aun así me preocupo por él.

Me pasé la tarde entera pensando en Rubén, y en el beso que nos dimos, ojalá hubiese durado más tiempo, y ojalá no me hubiese ido corriendo como una cobarde.