US || KookMin

22. Tú, Admirado en Silencio

—Alguien recuérdeme como se supone que respiro.

—Con los pulmones.

—Sí, esas cosas esponjosas qué están dentro de tus costillas.

—Haces el proceso que aprendiste desde que saliste del vientre de tu madre.

—Y por la nariz. Debiste aprender a hacerlo cuando aprendiste a nadar o hacer orales.

— ¡NO HACE FALTA EL DETALLE!

Realmente siente que podría morir de alegría en ese instante. Repentinamente fue invitado a un festival como estrella extranjera y debido a como el récord de venta fue roto tras el anuncio fue programada otra presentación en esta semana que es lo que dura el evento en general.

Jimin no puede creérselo. Ahora está en pruebas de sonido y ensayando un poco con los bailarines que lo acompañarían en el acto. Esto es como un sueño perfecto y hecho realidad que... Le gustaría no estar viviendo él solo. Ojalá tuviera a Jungkook aquí.

Tiene la impresión de que estar presente seguramente ya se habría comido al director que lo lleva molestando desde hace un rato. No por hacerlo mal, sino el hecho de que no entiende nada de lo que dice y por tanto sus conversaciones llegan a los gritos y señas extrañas para comprenderse.

— ¿Seguro que no pueden venir? Me regalaron entradas, pero no tengo a nadie a quién dárselas aparte de ustedes.

—Ocupados. —corean Namjoon y Jin. Quienes han estado bastante raros y no sabe cómo definirlo a ciencia cierta. Estar fuera impide que tenga manera de enterarse mucho al respecto de cómo les va. Asume que bien, si fuese por quejarse, Jin es el mejor. Ambos están notablemente raros y él sin tiempo de averiguar qué ocurre.

—Tengo que ir a otro lado; me llevaran a un desfile de Gucci. —dice Taehyung con aire soñador. Si, su pareja es la indicada si lo apoya en su amor a la cara marca de ropa.

—No sabemos si estaremos libres... Intentaremos hacer espacio para ir. Es la primera presentación como concierto de Jiminie en América. No hay que perdérselo bajo ningún concepto. —Hoseok pone las manos en sus mejillas y alza un poco las mismas. Yoongi rueda los ojos antes de asentir.

— ¡GRACIAS! —Salta complacido—. Les enviaré los boletos; en teoría son para cualquier día mientras yo me presente así que también le avisaré si algo al respecto cambia.

—Vale, trata de no caerte.

—Muy tarde para mencionarlo.

Hay un sitio del escenario donde ha caído ya cuatro veces hoy día. Es una pesadilla. Ese lugar en específico está maldito.

Cuelga al video llamada y sigue con el ensayo y prueba de sonido. Hay alguna que otra persona ahí para verlo y escucharlo. Siendo pocas y en relativa calma se da la libertad de abrazar a las que están, así como tomarse fotos sin el pánico de que intentaran aplastarlo, jalarlo o excederse. Una de ellas, pálida, cabello negó ondulado y una forma muy cómica de hablar. Parece pelear por tratar de hablar coreano, perdiéndose en el inglés chapuceado y acaba en español de acento gracioso.

¿Qué con ella? Se echó a llorar a más no poder al abrazarlo. Supone que menciona algo de su piel por lo mucho que repite "skin". Hace un gesto de poner su mano bajo su barbilla solo por jugar con ella. Logra que llore más, pero al menos la foto que quedó de recuerdo aún no está tan roja y llorosa.

Aun con lo gracioso, fue tierno. Pasó con otras, pero esa le hizo particular eco por el "coreano" que trató de hablar.

— ¿Qué...? Estás sudando demasiado, deberías ponerte a la sombra sabiendo que-

—Te vimos muy cariñoso y queríamos ver si eso nos incluye. A final de cuentas, somos amo-pertenencia.

La forma de decirlo no le gusta para nada. Jungkook a veces tiene una forma muy fea de referirse a él. Es feliz con el termino pareja, a veces y cuando juega llamándolo "masoquista"; esclavo encabeza la lista de apodos que lo disgustan, seguido queda el "pertenencia".

Todo lo que quiera, pero sigue siendo una persona. No una cosa que puede tirar o apartar de la gente como si nada.

—Si sabes que... Saben que... como "exnovios" lo más normal es simplemente no vernos en mucho tiempo ¿No? De por si no somos una pareja normal... ni sana, pero-

—Eres nuestro. Te lo aclaramos desde el principio—comenta inclinado hacia Jimin que aprieta los labios—. Que tú digas que rompimos no hace ninguna diferencia porque a final de cuentas nos sigues amando y nosotros a ti. Sin nosotros es obvio que no vives, pudiste haberte matado en el baño...

—Tú-

—Entiéndelo. Sin nosotros no vives; estamos para cuidarte de cualquier cosa a cambio de que nos ames.

—Lo hago, pero no quiero que me cuiden, quiero que se alejen.

«Que niño tan malditamente necio...»

—Se le pasará. Ya nos perdonó, solo falta que nos acepte, algo que lo impulse a darse cuenta de que es la mejor idea...—dice con las manos en los bolsillos, gotas de sudor cayendo por su babilla en gran cantidad y de manera copiosa.

«Más vale»

Están desesperados de una manera anormal. Nada los satisface. Siempre hay hambre, siempre hay apetito sexual. Son una versión mucho más descontrolada de sí mismos por la ausencia de Jimin y aunque él está evidentemente triste... Es capaz de seguir sin un problema significativo. Su carrera va en ascenso, las relacione con sus amigos mejores y... tantas cosas que los hace darse cuenta de lo mucho que lo necesitan para seguir avanzando.

Que realmente no son capaces de continuar sin él a pesar de que Jimin crea totalmente lo contrario por el amor ciego que tiene por ellos.

Se habían roto el corazón mutuamente y creen que el otro puede continuar a pesar de que precisamente, pero por estar juntos llegaron al punto en que están. Lleno de una gloria evidente; una felicidad que se rompió y una añoranza que roza la misma toxica relación romántica.

— ¡Hey! —Mira a quién lo llamo. Puede ser perfectamente uno de los organizadores del evento a juzgar por la ropa y el carnet que pende de su cuello—. Jimin ¿no?

—Si... Digo, si ¿Necesita algo de mí? —pregunta patoso. El tipo tiene los labios muy rojos. Qué cosa tan rara.

—Cerciorarme de que había cumplido con su ensayo. El encargado de tú segmento tiene una propuesta para ti, deberías ir a hablarle. —No entiende absolutamente nada aparte de que aparentemente lo necesitan en la dirección que señaló.

—Gracias. —Reverencia sin más y sale corriendo.

El hombre se relame los labios y pasa el dedo por sus dientes antes de arrancarse el carnet y jugar con este. No fue tan complicado hallar al niño bonito de la otra noche y ciertamente... Está solo. Bueno, lo mejor es devorarlo tan lenta y aprovechadamente como se pueda. Quizá violarlo mientras lo hace. Así estaría satisfecho, no acepta que se haya burlado de él de esa manera.

Que pobre e iluso niño como para tirar su única protección a manos de otro.

Ahora lo mataría como el cerdo que es.