Espera II

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-¡No le grites a mi cachorro!

El desconcierto se reflejó en el rostro de Víctor, casi se podía ver a su cerebro procesando la información y cuando el semblante paso de estar ligeramente sorprendido a enojado, verdaderamente enojado, el cuerpo de Yuuri no puedo evitar dar un paso hacia atrás.

-¡Tu cachorro!- no fue necesario que gritara, la ira destilaba por los poros del alfa. Sus ojos se turnaban entre el omega y el cachorro alfa que ahora que observaba bien no podía tener más de 18 años, era un adolescente y al menos que Yuuri hubiese presentado su celo a los 10 años claramente no era su hijo biológico, pero lo había llamado su cachorro- ¡dime omega! ¿hay algo más que le has estado ocultando a tu alfa?- demando con la voz , en ese momento era claro que no pensaba, ni siquiera era capaz de observar la forma en la que Yuuri que había puesto pálido ni como un ligero temblor recorría su cuerpo. La necesidad de su alfa por marcar territorio sobrepasaba cualquier otra.

-Eso es todo Víctor, con estas pruebas podemos quedarnos con el cachorro, un omega que le miente y actúa a espaldas de su alfa en Rusia está condenado a la misericordia del mismo, puedes quitarle al cachorro y criarlo junto al de Jelena como si fuesen verdaderamente hermanos, ella te perdonara y nadie tiene por que enterarse de este teatro.

-no... ¡No me quitaras a mi bebe! ¡Este cachorro es mío, nunca reclamaste nuestro lazo así que no puedes quitármelo, no puedes,no...!- Yuuri trato desde el primer instante de luchar contra la voz alfa de Víctor, pero nunca había experimentado una opresión así, su omega se retorcía de manera dolorosa ante la orden explicita del alfa peli plateado y las palabras llenas de veneno de Yakov no hicieron más que provocar el ataque de pánico que estuvo reteniendo todo ese tiempo. El frío se estaba apoderando de su cuerpo y su visión borrosa no le dejaba centrar su atención en un solo punto aun con lo lentes puestos, el pánico escalo rápidamente por su columna vertebral y trato de defender a su hijo con las pocas energías que aún tenía, Víctor tendría que matarlo para quitarle a su bebe. Ese fue su ultimo pensamiento antes de ceder y desvanecerse.

-¡YUURI!- ambos alfas trataron de acercarse, fue el adolescente quien al estar más cerca del omega logro frenar su caída y recargo el peso en su pecho para poder bajarlo.

-No te acerques, Nikiforov- siseo el rubio mientras acomodaba la cabeza de Yuuri en sus piernas y sacaba su móvil del jersey- Ya has hecho suficiente. ¡Saca a ese anciano de aquí antes de que Yuuri despierte y más te vale que no se vuelva a acercar a este edificio si no quiere que todo salga a la luz! – dejo de prestar atención para marcar un numero por demás conocido en la últimas semanas- ¡Celestino, Yuuri se ha desmayado y creo que tuvo un ataque de pánico otra vez ¿puedes venir, estamos en su departamento?... Entiendo, sí lo haré. Te estaré esperando gracias- apenas colgó cargo con cuidado a Yuuri llevándolo a su habitación, pero al darse cuenta de que esta estaba impregnada con el aroma de los agentes prefirió recostarlo en la que a partir de ahora sería su habitación, está a comparación de la de Yuuri no estaba invadida por feromonas y fue fácil para el rubio marcarla como su territorio, trato de despertar al omega como el médico le había indicado mientras esperaba su llegada.

-Hazme caso Vitya, es el momento perfecto para educar a ese omega y te entregue al cachorro o si lo que quieres es conservarlo como tu puta puedes lograr que un juez lo obligue a someterse, hasta lo puedes seguir criando si gustas- la risa despectiva con la termino enervo aún más los sentidos del alfa.

-¡Lárgate de una maldita vez Yakov!- rugió levantándose del piso donde se había quedado cuando el muchacho se llevó a Yuuri a las habitaciones, mirando al mayor con una furia ciega- lárgate y es mejor que no te le acerques a mi omega porque entonces voy a olvidar quien eres, te pedí ayuda únicamente porque estaba desesperado pero mientras salía a buscarlo tu convertiste nuestro hogar en tu sala de juegos ¿crees que no note que nuestra casa fue marcada? Permitiste que tus hombres se acostaran en mi cama, en el nido de mi omega y esa ofensa no será perdonada. Si vuelves a acercarte a Yuuri llamaré a mi madrina y tendrás que lidiar de ahora en adelante con ella.

Ultimátum OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora